Concéntrese, Potter

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Harry se enteró por Remus que la primera clase que les tocaba era Pociones. Ambos leones futuristas, Ron y Harry, no pudieron evitar querer matarse por la ironía. Su vida cambió a causa de una clase de pociones, y su primera clase era sobre aquella materia que les había cambiado la vida eternamente. Harry maldice su suerte, y Ron recibe las palmadas en su espalda que James le proporcionaba para que escupiera el trozo de pie de calabaza con el que se atragantó cuando oyó el nombre de la materia.

Les tocaba con Slytherin, algo de lo que James y Sirius se quejaron mucho durante el camino. Harry de todas formas se sentía en éxtasis ¡Caminaba junto a su padre, padrino y Remus! ¡Cómo los jodidos Merodeadores! Ah sí, y Peter. Ron venía muy concentrado en una conversación con Remus, quién compartía una pasión con el pelirrojo, un gusto tan TAN fuerte, que podría ser una droga para ambos: Chocolate.

- Parece que trafican heroína, solo dense el chocolate como personas normales, por Dios- se queja Sirius, exasperado con el misticismo que Lupino y Weasley desprendían al pasarse las barras de chocolate que tomaron del desayuno.

- Tú no lo entenderías, Black- Responde Ron, desenvolviendo su chocolate. Remus asiente, dándole la razón y Sirius vira los ojos.

Harry ríe levemente y James niega divertido, sus amigos no tenían caso. Entraron juntos al salón de clases, donde ya se encontraban varios Slytherins de 6to año. Harry no pudo evitar sonreírle a Draco tan pronto como lo vio. El rubio viró los ojos y siguió leyendo el libro de la clase. Sip, ese era Draco.

- Buenos días, alumnos- sonríe el profesor Slughorn, entrando al salón- Hoy realizaremos una poción más que conocida, pero muy peligrosa - toma de un caldero bubujeante una pequeña muestra y la coloca en un tubo de ensayo- ¿Alguno reconoce está pócima?- sonríe. Harry levanta la mano.

- Esa poción es la Amortentia, produce una marcada obsesión de la persona, rozando la locura enferma - Slughorn sonríe orgulloso-  La poción tiene distintos aromas para quien la huela estos son similares a lo que la persona más disfruta- sus compañeros sonríen animados, seguros de que recibirían puntos por el conocimiento de Harry.

- Excelente, Sr...-

- Drotter, Harry Drotter- responde. Draco se prometió recordar la nueva identidad de Harry, serviría bastante para su nueva vida.

- Muy bien, Sr. Drotter, está en lo Correcto- sonríe Slughorn- 10 ptos para Gryffindor- Los leones sonríen emocionados. James y Sirius despeinan a Harry, susurrando "bien hecho"- Está es una de las pociones más poderosas- asegura el hombre- Pero es muy sencilla de realizar- sonríe, y los alumnos ya se hacen a la idea de a donde iba- Por lo tanto, la realizarán en esta clase- los alumnos bufan- Vamos, pequeños, será divertido- sonrie.

- Si, no me digas- murmura Sirius.

- Sirius- lo reprende Remus, dándole un golpecito en la mano con el dorso de su mano.

- Las parejas irán entre Gryffindors y Slytherins- los alumnos se quejan- Bueno, basta- suspira el profesor- Elijan pareja, mientras yo anoto los ingredientes en el pizarrón- los alumnos se miraron entre ellos con asco.

- Draco - el rubio voltea al oír a Harry y suspira- Vamos, no hagas tanto drama, rubia- Severus frunce el entrecejo al oír como llamaron a Draco, sin embargo no se mete.

- Bien- espeta el rubio, siguiendo a Harry a una de las mesas de enfrente.

Ron sigue con la mirada a Harry y Draco, suspira. Wow, olvidado por ambos. Qué triste. Ron pega un saltito cuando siente su trasero arder, seguido por una risilla ronca.

- ¿Acabas de nalguearme?- suelta indignado. Barty sonríe con malicia y se encoge de hombros.

- Ven, estás conmigo rojito- indica Barty con un chasquido, dirigiéndose a una de las mesas vacías. Ron tenía las mejillas teñidas de rojo, indignado.

- Malfoy- Lucius voltea y se topa con Remus. Frunce el entrecejo con desdén.

- Lupin- responde con rechazo.

- Somos los últimos que quedan, estamos juntos en esta- responde Remus con indiferencia, volteando para retirarse a la última mesa vacía. Lucius chasquea la lengua y lo sigue. Encantador, realmente encantador. Piensa Remus con sarcasmo. Rubia teñida

- Bueno, estos son los ingredientes...- señala el profesor con su varita una corta lista en el lado izquierdo del pizarrón- Y estás las instrucciones- señala otra lista del lado derecho- Aunque si prefieren podrían usar el libro, es lo mismo- sonríe el adulto, antes de sentarse en su escritorio para ver unos pergamino, seguramente trabajos de cursos menores.

- ¿Sabes lo que haces?- cuestiona Ron, mirando con severidad y cierto pánico las manos del rubio ir y venir entre los ingredientes y la boca del caldero, dejándolos caer tal como estaban, sin cortarlos o estrujarlos.

- No en realidad - sonríe malicioso, y Ron lo mira con los ojos como platos, viendo el caldero burbujear y estremecerse- Eso es lo divertido de esto- Ron ahoga un grito cuando el rubio lo jala al suelo junto a él, ocultándose bajo la mesa cuando el caldero explota. Al instante los alumnos se quejaron con asco.

- ¡Señor Crouch!- reprende Slughorn- ¡¿Ahora que hizo?!- exclama viendo el salón repleto de baba morada.

- Yo no sé, mi compañero me dijo que así iba- asoma sus ojos por debajo de la mesa, con una sonrisa traviesa que, aunque el profesor no vio, sabía que estaba dibujada en su rostro.

- ¡¿Perdón?!- exclama Ron indignado.

- Ofendete si quieres, pero si hay alguien capaz de arruinar una poción con creces, eres tú Weas~...- Draco quedó prolongando la S cuando notó lo cerca que estuvo de cagarla- ~p...- completa no muy seguro, mirando a ambos lados, nervioso- Weasp- repite un poco más seguro. Harry se abstuvo de golpear su frente con la mano.

- No puede ser- murmura el profesor, desesperado- Crouch, Weasp, al despacho del director ahora mismo, luego iré yo- Asegura cansado. Barty se puso de pie con una sonrisa casi indestructible, mientras que Ron lo siguió con mala cara- Los demás sigan con la clase- indica, limpiando el aula con un movimiento de varita.

- ¿"Weasp"?- repite Harry, divertido hacia el rubio a su lado. Draco murmura un insulto, seguido de un "Cállate, Drotter".