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"Sabes que todo está destinado a salir mal, cuando hay un Potter a tu lado"

- ¡Maldigo el condenado día en que te parieron, Potter!- varios alumnos voltearon con desconcierto, topándose con un rubio bañado de tinta oscura tirado en el suelo.

- Perdona, no pensé en otra cosa- se disculpó Harry, en un susurro, avergonzado, intentando tomarlo del brazo para ayudarlo a ponerse de pie, pero el rubio le metió un manotazo para rechazarlo.

- WoW, perdón amigo, no sabía que estabas ahí- se disculpó James con una ceja arqueada.

Vamos a explicar lo ocurrido. Los Merodeadores habían seguido a Severus por un pasillo para derramar el líquido espeso encima del de cabello oscuro y completar la broma. Harry, el Rey de la Imprudencia, que presenció como su padre destapaba el frasco con la sustancia, no tuvo mejor idea para salvar a Snape de la broma que jalar a Draco del brazo y tirarlo contra Severus, empujándolo a un lado y dejando a Draco como el blanco del líquido espeso que ya volaba por el aire. Malfoy Jr, no muy contento, intentó avanzar hacia James para hacerlo pedazos a base de encantamientos, pero la tinta escurrió por su ropa hasta gotear en el suelo, lo que originó un charco de tinta con el que el rubio resbaló.

- Te voy a matar- asegura furioso el rubio, mirando con odio a Harry, quién se retorcía los dedos con nervios- ¡Y a ti también!- ladró hacia James, quién retrocedió un paso, tenso.

- Draco, vamos. Cálmate- hablo Harry con voz calmada, tratando de apaciguar a la serpiente enfurecida, pero parece que no era su día.

- ¡No me voy a calmar, león de mierda!- vocifera poniéndose de pie. A Sirius, el apodo no le gustó, y no tardó en ponerse frente a Harry con varita en mano.

- ¡Vete a tu sucio agujero, serpiente asquerosa!- ruge Black, apuntando a Draco con la varita. Harry parpadeó en shock, y Ron se limitaba a ver todo con los ojos bien abiertos, sin dejar de masticar su tostada.

- ¡¿Qué mierda te pasa Black?!- Severus se colocó frente a Draco y alzó su varita contra el chucho- ¡Baja tu varita, o abstente de las consecuencias!- advierte enojado. No solía defender a los demás, mucho menos a un desconocido, pero ese chico lo había salvado de una broma de esos gatos molestos y no iba a dejar que lo atacaran.

- Chicos, calmense- pide Remus, colocándose a un lado de las varitas enfrentadas- Sirius, baja tu varita. Snape, te pido lo mismo- solicita firme, pero de alguna manera suave. Sirius tarda un poco, pero a regañadientes la baja. Luego de unos segundos, Severa también.

- ¿Qué demonios está pasando aquí?- la potente voz de la profesora McGonagall fue suficiente para hacer retroceder a varios alumnos hasta retirarse, dejando solo a los Merodeadores y nuestros viajantes del futuro.

Minutos después, Albus se encontraba mirando con detenimiento a los ocho alumnos frente a su escritorio. Uno de ellos, bañado en tinta negra. Los leones estaban parados uno al lado del otro, juntos, y las dos serpientes estaban a unos pasos de ellos, uno junto al otro. Dumbledore suspiró y se frotó los ojos con ambas manos. Recién eran las 8:14 de la mañana.

- ¿Ahora que pasó?- suspira nuevamente. De repente, los ocho estudiantes estallaron en diferentes palabras, alzando la voz para ser escuchados por sobre los otros- ¡Uno a la vez!- la estridente voz del director cayó a todos. Y Fawkes soltó un graznido, solo por participar.

- Señor - comenzó Draco con la mano en el pecho, indignado por su apariencia- Yo iba caminando tranquilamente por el pasillo, cuando estos salvajes- señaló feroz a los Merodeadores- Iban a jugarle una broma a mi compañero- señala a Severus- Él me empujó contra Snape- señaló a Harry- Y la tinta me mojó a mi- se queja- Querían que yo también fuera parte de la broma- miente. Condenar a Harry era un placer, no importaba en qué momento o circunstancia, no se cansaba.

- ¡¿Perdona?!- Exclama Harry ofendido.

- Pero empujé a mi compañero para que no lo lastimaran, y terminé siendo ensuciado por su estúpida broma- se queja. Severus asintió, dándole la razón.

- ¡No es cierto!- acusa Sirius señalándolo. No le gustaban que acusaran a un compañero león, era un principio. (Uno de los pocos que tiene, al menos)

- ¡Si lo es, gato sarnoso!- grita Severus.

- ¡No le grites así a mi amigo!- se metió James.

- ¡Vete al cuerno, Potter!- se asoma Draco molesto.

- ¡Cállate, Draco!- grita Harry, molesto por el maltrato a su padre.

- Serpiente una vez, Serpiente por siempre- asegura Ron con recelo. Peter asiente con el entrecejo fruncido, mirando mal a Draco.

- ¡Bueno, está bien!- el estruendo de las manos del director contra su escritorio hizo callar a todos- ¡Dejen de gritar! Me duele la cabeza- Suspira. Los alumnos se miraron entre ellos- Muy bien. Ahora. Necesito que me escuchen con atención- pide- No quiero tener que volver a solucionar una pelea entre alumnos que tenga que ver con "Slytherin contra Gryffindor" porque juro que VOY A REVENTAR- los alumnos se encogieron en su lugar- Ahora. Quiero que se disculpen con el joven Snape y Draco, y luego vayan a cumplir su castigo con el Sr Flich- indica masajeando su frente.

- En sus caras- se mofa Draco con sorna.

- Todos van a cumplir el castigo- Severus y Draco lo voltearon a mirar con sorpresa, para luego mirar a los leones, quienes sonrieron con burla.

- En la tuya, dragoncito- se burla James con malicia. Draco gruñe.

- La disculpa- les recuerda Albus con severidad, sin dejar de masajearse la frente. Los Gryffindors suspiran de mala gana. Sin embargo, ninguno dice nada.

- Parece que si no lo hago yo, ninguno lo hace- bufa Remus- Pido disculpas por la mala broma, y por haberte ensuciado de esa manera, joven...-

- Rosellhell- responde Draco, tajante.

- Joven Rosellhell-- asiente el licano- Y perdónanos tú también, Severus. Lo siento- El azabache sisea.

- Nunca - pudieron leer en sus labios silenciosos. Albus abre los ojos de nuevo cuando no oye respuesta.

- Bien, ahora pueden retirarse con McGonagall- los alumnos se quejan levemente y se dan media vuelta para retirarse, pero Harry, Ron y Draco miraron un momento a Dumbledore- Les digo en la noche- susurra el anciano, a lo que los viajeros del futuros suspiran y asienten. Eso significaba que iban a tener que quedarse todo el día. Excelente.

Concéntrese, PotterDonde viven las historias. Descúbrelo ahora