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Las clases de baile eran el único lugar seguro de Emaline, cuando bailaba se sentía tan libre, tan liviana, sentía que todos sus problemas se desaparecían, solo existía ella, su cuerpo y la música.

Luego de la clase decidió ir a hablar con la directora de la institución de danzas de la cual ella había sido alumna desde los 6 años, le contó de su situación y le preguntó si podía pagar con tardanza las cuotas de los próximos meses. Al contrario de lo que todo lo que ella creía, todo salió bien. No sólo tenía una prorroga para pagar, sino que la directora le ofreció que podía trabajar ahí dando clases al nivel infantil, Emaline siempre se llevó bien con los niños, es más, ama estar con niños, ya que su infancia no fue tan linda decidió que siempre que vería un niño trataría de sacarle una sonrisa.

Después de su conversación con la directora, salió caminando de la institución. Mientras comenzaba a caminar, sacaba sus audífonos de su bolso, los cuales estaban todos enredados. A mitad de cuadra ya había logrado desenrredarlos y escuchar música mientras caminaba a su casa, la casa de su mamá. Ella sabía que su madre trabaja a esta hora así que no tendría porque toparsela mientras buscaba más ropa.

Con el bolso lleno de ropa, el cuál a cada paso se volvía más pesado, caminó hasta su casa. Al llegar vio a Timothee y Alexa sentados en el sillón de la sala conversando

- ¡Em! -Exclamó Timothee apenas la vio atravesar la puerta, notó que llevaba un bolso que parecía ser muy pesado por su expresión de cansancio y se levantó para poder ayudarla - Déjame que te ayude - Le dijo mientras agarraba el bolso.

- Gracias, no te das una idea del infierno que fue traer eso hasta acá - Dijo Emaline mientras se sentaba en el sillón al lado de Alexa para recuperar el aliento - Después lo llevo yo a mi cuarto - Le dijo volviendo a mirar a Timothee para que suelte el bolso.

Emaline se recostó en el sillón apoyando su cabeza en las piernas de Alexa. Mientras Emaline le contaba sobre su día, Alexa jugaba con el cabello desordenado de ella. Timothee observaba esa escena sentado en el sillón del frente y solo podía pensar en como le gustaría estar en el lugar de Alexa, solo conocía a Emaline hace unas horas pero eso era lo único que necesitaba para saber que le gustaría acariciar su cabello, el cual era de mil tonos dorados y se veía tan suave. Salió rápidamente de sus pensamientos cuando escuchó que Alexa le preguntaba su opinión sobre algo. Las miró desconcertado y les preguntó qué pasaba

- ¡Emaline obtuvo su primer trabajo, va a enseñar baile! -Le dijo Alexa con entusiasmo.

- ¡Eso está genial! -Exclamó él asintiendo y sonriendo suavemente- vas a tener tu primer trabajo como adulta, en realidad todos los trabajos son de adultos -Se corrigió a sí mismo, luego notó las miradas confundidas de ambas- Es que el trabajo infantil está mal

- Siempre hablas cosas sin sentido, ¿como hace Lucy para entenderte? -Le dijo Alexa mirándolo con un dejo de confusión- En relidad no me importa. hoy no puedo lidiar con tu dislexia -Terminó de decir para levantarse del sillón y dejar sola a Emaline quien también se estaba levantado.

-¿Quien es Lucy? -Preguntó Emaline con una sonrisa pícara- ¿es tu novia?
Emaline quería llegar al punto de saber si estaba soltero o no, se mintió a si misma que era solo por curiosidad, pero es obvio que no es solo por eso.

-No es mi novia, solo es una amiga - Dijo Timothee un poco sonrojado. Al notar como el color rosa se apoderaba de sus pómulos Emaline se sintió tentada a seguir haciendo que se ponga incómodo, así que fue y se sentó en el posabrazo del sillón donde él está sentado.

-¿Pero te gusta o algo así? -Le preguntó mientras comenzaba a jugar con sus rizos.

-No me gusta. -Dijo levantando la cabeza para mirar a Emalina mientras que agarraba su mano y la sacaba de su cabello - Antes sí, pero ya no -Exclamó seriamente- Y no me gusta que me despeinen.

Dream Girl; Timothee Chalamet Donde viven las historias. Descúbrelo ahora