Capítulo 21: Tatuaje para dos

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Para merendar Raúl se decide por un par de piezas de fruta y Martín que se siente con sueño se toma una gran taza de café con leche, tras eso se preparan para el paseo en moto y luego salir a tomar algo por ello Martín admirándose con el chándal puesto pone mueca de disgusto y comenta a Raúl:

- Me es un fastidio tras avisar a mi madre pero tendré que pasar por mi casa para cambiarme. Me da igual ir así para montar en moto pero no para ir luego a tomar algo de noche.

-Te puedo prestar ropa si quieres,-indica señalando con el pulgar al pasillo ya que se encuentran en el salón.-No creo que difiramos mucho en la talla.

Martín pensativo observa a Raúl ataviado con unos vaqueros, una camiseta negra con el estampado realista de un dragón y sobre su cabeza tapando su cola de caballo baja lleva una bandana de color negro con unas llamas en la parte delantera, tras eso responde jocoso:

-Vale, tampoco diferimos mucho en el estilo pero mira a ver que me dejas que no parezcamos gemelos.

-¿Quieres mirar que te gusta?-Pregunta asomando una sonrisa.

-No hace falta, lo que me traigas estará bien, solo ten en cuenta eso que te he dicho,-responde sentándose en el sofá y prende la televisión.

Raúl no tarda en regresar y lo hace portando en sus manos unos vaqueros con un azul más oscuro que el que él lleva y una camiseta azul eléctrico en la que hay plasmada en su pecho una calavera que en el interior de esta se ve un paisaje paradisíaco con palmeras, playa y mar. Martín dando el visto bueno se cambia en el salón pero al acabar se da cuenta que le queda algo grande ambas prendas al verlo Raúl indica saliendo del salón:

-Iré a por un cinturón.

-Mínimo es una talla de diferencia. Si ya te lo dije con los gayumbos lo que pasa que esos me quedarían bien porque tienen goma.-Mientras Raúl le da un cinturón comenta:-Si era lógico ya que eres más alto y ancho que yo. «Ancho» Me refiero a musculado, pero es normal ya que aunque yo a veces haga ejercicio tu trabajo es más físico que el mío.-Al terminar de arreglarse pregunta alzando sus manos en cruz:-¿Qué tal?

-Te queda bien, Martín, no se nota nada que no es tu talla.-Rodeándolo entre sus brazos confiesa susurrando cerca de su oído:-Te queda tan bien que te follaría.

-¡Ja!-Exclama mostrando una gran sonrisa y rodeando el cuello de Raúl replica:-Yo creo que tú me follarías aunque me vistiera con una bolsa de basura.

-¿¡Ah!?-Expresa alegre, ríe levemente y acercándose a besar sus labios comenta agradado:-Veo que me vas conociendo bien.

Tras besarse bajan al garaje donde Raúl engancha un remolque al Dacia y en este mete una Harley, tras eso montan en el coche con dirección a Cáceres, viaje que hacen tranquilos acompañados con el sonido de la radio de fondo, en la cuidad van directos al taller de Raúl donde bajan la moto, guardan el remolque dentro del taller y de este sacan otra motocicleta parecida a la que bajaron del remolque. Con todo preparado se ponen los cascos y arrancan las motos para disfrutar de una tarde de viajar sin ir a ninguna parte, Martín sigue todo el tiempo a Raúl por lo que al final le lleva a un lugar bastante alto para tener una gran vista, saca de una alforja una cámara semiprofesional para fotografiar el lugar aunque también hace algunas de ellos dos, de las motos, de todo en conjunto...Tras finalizar en ese lugar vuelven a la cuidad para tomar algún refresco por lo que aparcan las motos cerca de un bar con terraza, no se entretienen mucho por lo que no tardan en volver a ellas pero en el camino hacia las motos un niño de unos doce años grita corriendo hacia ellos:

-¡Raúl!¡Raúl!

-¡Eh!¡Colega!-Exclama alegre-¿Qué tal esas mates?-Pregunta extendiendo un puño hacia el pequeño.-Espero que lo que te enseñé te sirviera.

Llámame amanteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora