Capítulo 17: Celos

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Pasean en moto por la cuidad, el viento hace ondear sus camisetas rápidamente que golpean contra sus cuerpos y esto más el roce del aire en contra por la velocidad les hace sentir una cálida caricia por su torso y brazos. Martín en principio llevó las manos sobre sus propios muslos, ahora las lleva a la cintura de Raúl por que le resultaba más cómodo y tal vez más seguro, en esa pose y tras llevar ya largo tiempo dando vueltas Martín se siente a gusto, se siente tranquilo, en paz por lo que no tiene ganas de preguntarle a donde van o cuando piensa llegar donde estén sus amigos por que en verdad le da igual, con esa nueva sensación abraza ligeramente a Raúl que este sonríe levemente bajo su casco enterizo al sentir la muestra de cariño mientras que Martín muestra un gesto de preocupación que tampoco nadie ve. Martín con estas nuevas sensaciones que nota además le aparece el miedo, está aterrorizado de lo que se está formando con Raúl que desconoce lo que es, quiere separarse de él y al mismo tiempo mantenerlo a su lado, quiere reclamarlo al mundo y al mismo tiempo ocultarlo, nota que puede sentir algo especial por él pero al mismo tiempo lo niega. Con toda esa confusión en su mente piensa: «Qué fácil sería si fueras una mujer, todas las complicaciones desaparecerían. Aunque...no me podrías hacer todo lo que me haces, eso está claro.» Le abraza con más fuerza cavilando: «Estoy tan confuso.» Lanza un suspiro confesando en su mente: «Tengo miedo.»

Sintiendo que el abrazo de Martín se alarga Raúl quiere responder de alguna forma por lo que lleva una de sus manos para acariciar un poco el brazo de Martín y vuelve a llevar las manos al manillar, Martín al sentir la caricia afloja un poco el abrazo pero no le suelta ya que sigue perdido en sus pensamientos, con todo esto Raúl decide ir ya hacia la terraza donde quedó con sus amigos para al menos poder tomar una antes de ir al lugar del concierto. Cuando llegan aparcan cerca de la terraza, tras guardar los cascos en las alforjas Martín le enseña un billete de cincuenta indicando:

-Gracias a mi hermano ahora tengo dinero de sobra así que guárdate ya los 30 'pavos'.

-No tengo cambio,-responde serio mirando el billete, Martín sin dilación le guarda el billete en el bolsillo delantero de su pantalón manifestando cerca de sus labios en un susurro:

-Me debes veinte.

Raúl se sorprende por la acción pero ante todo se excita por lo que de sorpresa envuelve a Martín para besar sus labios y al separarse pregunta sensual:

-¿ «Veinte» qué? Te dejo que elijas, cariño.

- Veinte euros.-Le empuja ligeramente pidiendo con humor.-Y ahora suéltame que no me dejas respirar.

Cuando llegan a la mesa Martín sigue pidiendo combinado, Raúl cerveza sin alcohol y el primero en decirlos algo mientras se sientan es Adán que pregunta con sorna:

-¿Qué pasa, pareja?¿De vuelta a "ajustar presupuestos" en la oficina?

-No, imbécil,-responde Raúl con una sonrisa.-Hemos estado tomando algo con mis cuñados.

-¿Cómo qué «cuñados»?-Pregunta alarmado Martín mirando hacia Raúl mientras este parece buscar algo en el móvil y se lo pasa a Adán.

-Es solo para entendernos, Martín. Mis amigos saben que si tenemos algo entre nosotros en todo caso es algo informal,-explica Raúl serio.

-Sa...Samanta,-dice Adán balbuceando.-Qué guapa está,-declara pasando los dedos por la imagen.

-Hay más fotos si quieres ver, pásalas al lado con el dedo.-indica serio, luego mirando a Martín se arrima a él y pregunta en bajo:-¿Lo de Samanta sigue siendo secreto?-Martín niega y con un gesto señala a Adán para que se lo diga si quiere.

-Julián,-murmura Adán su nombre con desprecio.

-Adán ,ya te comenté que se habían casado.-Este afirma apretando el gesto.-Pues...van a ser padres.

Llámame amanteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora