Nuestra Vida |Supercorp|

De sueños y remordimientos

A/n: Gracias por seguir leyendo mí historia como siempre ~

Buen comienzo de semana 😃

__________

Estos últimos días, Lena se enterró en su laboratorio. Su viaje era de su casa a L-Corp y viceversa, a altas horas de la noche.
Kara lo entendía, sabía que era un mecanismo que había diseñado en su vida para, según Lena, afrontar la situación… Su terapeuta señalaría que encerrarse en su laboratorio es completamente lo opuesto a afrontar, pero Kelly no está aquí ahora y Lena no va a ir a verla.

Lena sólo podía preguntarse cuánto tiempo aguantaría su esposa que sea de esta forma. Le había asegurado que estaba bien, pero estaba segura de que la rubia no le había creído por completo.

Mantenerse ocupada la alejaba de pensamientos innecesarios. Así que empezó proyectos que había dejado sin acabar, nuevos proyectos, ideas para mejorar el traje de Kara, todo lo que pudiera ocurrírsele.

Al final de la semana, había terminado sus pequeños inventos usando micro partículas de la estrella enana roja. Era básicamente un Sol rojo pequeñito, contenido, que reduciría los poderes de los Kryptonianos.

Sam quería una vida normal fuera de los poderes, sin escuchar los ruidos a los cuales no podía llegar, sin flotar mientras duerme. Lo sabe.

Sin embargo, a pesar de haberlos terminado no quiere entregarlos.
En este momento dar algo que puede hacer más débil a las personas que ama, no es su sueño ideal.

Estaba viendo las dos pequeñas cajitas sobre su escritorio, tocando distraídamente con los dedos la tapa de una cuando la puerta se abrió sin aviso.

Su hombro se contrae levemente por el movimiento repentino. Sam sonríe, ingresando a su oficina.

— Todos entran como si fuera su casa. — Se queja Lena en voz baja, molesta por la intrusión.

— Alguien está de mal humor. — Sam le da una pequeña sonrisa y se sienta frente a Lena, mirando las cajas con curiosidad. — ¿Qué es eso?

Lena guarda una de las cajas y toca la segunda con dudas. — Es algo que no sé si quiero darte.

— Ahora tienes toda mi atención.  — Sam se inclina sobre el escritorio, con curiosidad. ¿Por qué Lena no querría darle lo que sea que hubiera en esa cajita?

— Esto reducirá tus poderes como querías, puedes andar como humana. Pero no sé si quiero dártelo porque… — Lena suspira, evitando la mirada de su amiga. — ...podrían lastimarte, y como Kryptoniana eso no pasaría.

— Lena, aún como Kryptoniana pueden lastimarme. — Afirma Sam, en voz suave. Sabe de dónde proviene el miedo de Lena. — No te culpes por todo lo que pasa a tu alrededor.

El entrecejo de Lena se frunce levemente y sus labios se tensan en una línea recta, obviamente no iba a responderle. Sam suspira al ver la negativa, a hablar del tema, por parte de Lena.

— Bien. — Sam sonríe, tratando de volver al tema principal y evitar que su amiga se cierre completamente. — Te juro que prefiero beberme una botella de whisky y emborracharme, a tener la capacidad de volar. Es divertido y todo, pero golpearse, sentir dolor, esa es la vida a la que estoy acostumbrada.

Lena la mira y asiente levemente, lo entiende. Desliza la caja hasta el otro extremo de su escritorio, justo frente a Sam.

Al abrir la caja, Sam toma en sus manos el collar que había dentro y lo abrocha alrededor de su cuello.

— No me siento distinta. — Señala, tocando el collar y su cuerpo, como si esperara algún tipo de señal o cambio físico.

— Tienes que abrirlo. — Indica Lena, señalando el dije del collar.