Nuestra Vida |Supercorp|

Plan B

— Me tienes que estar jodiendo… — Se queja Lena, al reconocer que Clark había terminado bajo el control de Rhea.

Al ver sus ojos iluminarse, se apresura a activar su escudo, pero eso no iba a durar demasiado contra el Kryptoniano.

La fuerza de la visión de calor de Clark la estaba obligando a retroceder, entonces, de repente una ráfaga azul se lleva al super.

[...]

Supergirl se estrelló contra su primo con fuerza, arrastrándolo lejos de Lena.

— Kal-El malo, al rincón. — Regaña Kara, antes de arrojarlo contra el suelo, creando un cráter considerable.
Por suerte, a pesar de estar en el centro, esa zona estaba despejada.

Como si fuera un robot, él se levanta, sin importarle los pequeños cortes que se le habían hecho por la fuerza de su prima.

— Uf — Kara se queja, el aire se escapa de sus pulmones cuando Kal se lanza contra ella y los hace chocar contra una fuente.

Con restos de concreto esparcidos, la fuente destruida y un charco de agua empezando a formarse a su alrededor, Kara refunfuña.

Kal-El fue el primero en levantarse y se erguía sobre ella.

Barriendo sus pies, Kara se pone de pie y observa a su primo levantarse nuevamente.

— No hagamos esto. — Pide Kara, esperando que en el fondo su primo aún pueda escucharla.

Kal-El sólo gruñe en respuesta y suelta su visión de calor mientras vuela hacía ella.
La visión de calor de ambos choca por un momento, pero Kal estaba cada vez más cerca y le da un puñetazo que la obliga a retroceder.

Kara tenía el rostro ladeado, escupe un poco de sangre a un lado y mira a su primo, el color en sus ojos brillaba en un plateado intenso. Nunca había visto una droga que pudiera afectarlos de tal forma.

Cuando él vuelve a lanzarse contra ella, simplemente lo esquiva y lo agarra por la capa, jalandolo hacía atrás. Al desestabilizarlo, Kara usa su supervelocidad para tomarlo con ambas manos por la nuca y tirar de él hacia abajo, estrellando su rodilla en su rostro.

Kal-El se queja y se reincorpora, con la nariz sangrando.

Aprovechando su estado, Kara le da un puñetazo en el rostro y lo envía volando un par de metros de distancia. — Tienes que despertar, Kal.

Él no hace caso.

Su pelea continua, ambos están empapados y golpeados. Kara tiene un corte en la mejilla y Kal estaba lleno de heridas, con su traje rasgado en distintas zonas.

Los soldados daxamitas seguían cayendo de sus naves, Kara podía escuchar los gritos de ayuda de todas direcciones. Tiene que ayudarlos, no tiene tiempo para andar lidiando con su primo ahora, esto se tiene que acabar...

Los dos se elevan en el aire.

Cuando Kal suelta un gruñido, Kara deja que él le dé unos cuantos golpes mientras aprieta los dientes.

Ondas azules viajaban por la tecnología de su traje con fervor.

—  Lo siento, Kal.

Cuando él estaba por dar otro golpe, Kara es más rápida, toda la energía se acumula en su brazo y al golpearlo en el pecho, lo envía contra el suelo, dejándolo inconsciente.

Observa el cuerpo inmóvil de su primo por un segundo  y deja escapar una exhalación audible, eso había sido agotador.

Sin tiempo para un descanso, emprende vuelo en dirección a las personas que necesitan su ayuda.