Nuestra Vida |Supercorp|

No me arrodillo

Cuando Sam se enteró de lo que pasó con Lena, o mejor dicho, cuando Kara se reunió con ella para contarle lo que sucedió. Sam no dudó en prohibirle la entrada a L-Corp por 10 días.

La CEO se burló del mensaje de texto que le avisaba que no podría ingresar a L-Corp. El descaro, de tratar de bloquearla de su propio edificio. La L gigante era por Lena Luthor, no por ninguna otra ridiculez que se pudieran imaginar.

Pero para su sorpresa, su equipo de seguridad le negó la entrada cuando quiso acceder. Licencia forzosa por salud o algo así, habían dicho.
Órdenes de la CFO.

— ¿Puedes creer lo que está haciendo Sam? — Lena dejó su bolso en la mesada y se dejó caer en el sofá. Había tenido que regresar al ático luego de dos intentos fallidos para entrar a L-Corp.

Kara estaba preparando el desayuno para Luka, justo antes de irse al trabajo.

— En realidad, creo que es bueno que te tomes unos días. — Kara sonríe al ver la reacción de su esposa.

Lena resopla, por supuesto que Kara también estaría de acuerdo.

Kara niega con una sonrisa en el rostro y deja todo de lado para ir a sentarse con Lena. Pasa un brazo por su cintura y sin ningún esfuerzo la arrastra hasta su regazo.

— Estoy tratando de molestarme contigo por estar del lado de Sam en este complot. — Se queja Lena. — No me abraces.

A pesar de decir eso, Lena se acomoda mejor en los brazos de Kara y suspira mientras su esposa besa su mejilla. En lo personal, culpa a lo irresistible que son los abrazos de Kara.

Resignandose a que se tomará un descanso forzoso, Lena va a su terapeuta y le cuenta el gran complot de todos en su contra.

Kelly cree que es genial que se tome unos días libres.

Lena está ofendida con su terapeuta, estaba esperando que al menos ella la apoye.

— Lena, mi trabajo no es decirte que tienes razón. Es darte herramientas y hacer que veas lo mejor para ti. — Dice Kelly, dándole una sonrisa suave. — Y luego de revivir eventos traumáticos, lo mejor que puedes hacer es tomarte un descanso y pensar porqué te agobian tanto que no puedes llegar a la resiliencia.

— No me agobia nada, estoy- — Lena se detiene a sí misma al ver la mirada de Kelly.

— El primer paso es aceptarlo, deja de estar en negación y decir que estás bien. — Kelly espera pacientemente hasta ver a Lena asentir. — Y deja de faltar solo para encerrarte en tu laboratorio.

— ¿Cómo...?  — Lena hace una mueca, Kelly la había descubierto.

Kelly alza una ceja, casi divertida con la pregunta. — ¿Soy tu terapeuta hace cuánto?

— 1 año y medio.

— Exacto. Te conozco. — Afirma Kelly. — Ahora ve y pasa tiempo con tu hijo, nos vemos la próxima semana.

Lena asiente y abraza a Kelly antes de salir del consultorio.

[...]

Los primeros días en casa se los pasa jugando con su hijo o haciendo dibujos de nuevos inventos.
Mayormente jugando con Luka, Kara le quitó sus dibujos de nuevos proyectos diciendo que descanso era descanso.

— ¿Quieres ir al parque? — Pregunta Lena, luego de que estuvieran descansando un rato en el sofá sin hacer nada.

Luka niega con la cabeza.

— ¿Hay algo que quieras hacer?

El pequeño parece pensarlo durante un rato. Sus ojos se iluminan cuando encuentra lo que quiere hacer y va corriendo a su cuarto. Lena se ríe entre dientes, escuchando sus pasos resonar por el pasillo.