Se supone ♡Rubirena♡

Miedo...

Rubí

El nerviosismo de Maca era evidente, estábamos tan cerca que podía sentir en mi cuerpo el temblor del suyo, su mirada que recorría todo mi rostro por momentos se quedaba quieta para luego dar paso a un intenso vaivén entre mis ojos y mis labios, no podría cuantificar la tensión y energía atrapada que había entre nosotras en este momento esperando ser liberada. A pesar de que parecía que yo tenía el control de la situación por dentro estaba tanto o más nerviosa que ella, por un lado estaba feliz y me costaba dar crédito a lo que acababa de acontecer, declare mis sentimientos esperando ser rechazada y lo que ocurrió fue todo lo contrario, Macarena no huyo, se quedó aquí y me dijo que quería enfrentarlo conmigo, internamente di miles de pequeños gritos que solo eran el resultado de la felicidad tan grande que me habían provocado cada una de sus palabras. Nuevamente estaba ella sorprendiéndome con su naturalidad, porque a pesar de que está muerta de miedo, lo puedo notar en su carita hermosa, ha decidido ser valiente y enfrentar lo que sea que está pasando en su interior. Esmeralda tenía razón, Maca es la correcta, mi corazón lo dice y el corazón no se equivoca.

No tenía intenciones de presionarla a nada pero esta cercanía me estaba matando lentamente, quizás si hacía lo que venía deseando hacer desde hace mucho tiempo podría ayudarla aunque también estaba la posibilidad de confundirla aún más, era una decisión que debía tomar rápido y simplemente decidí arriesgarme, si ya estaba en esto no podía dar pie atrás.

Acune con mis manos el rostro palidecido y algo inquieto de Maca, la observe por cortos segundos esperando algún gesto de rechazo o de confirmación, su respuesta fue simplemente cerrar los ojos como esperando que el impacto simplemente ocurriera y así lo hice, lentamente acorte toda distancia entre su boca y la mía, al principio fue un beso lento, suave, algo torpe quizás, mis labios sutilmente separados intentando capturar pequeñas porciones de los suyos que tímidamente se entregaban al contacto, cada ciertos segundos abría mis ojos con la sola intención de cuidar que ella estuviera bien, que no se sintiera incomoda o pasada a llevar, el tiempo siguió transcurriendo como en cámara lenta y nuestras bocas comenzaron a conectarse de manera natural, enlazaban en una perfecta sincronía, el sabor dulce que emanaba desde sus suaves y temblorosos labios me tenía totalmente embobada, ella creía que el control lo tenía yo pero la realidad es que todo lo estaba manejando ella, yo solo intentaba no morir en el intento, su beso me estaba transportando a través de un viaje sin retorno, ¿el destino? Su alma y la mía, porque ya no tengo dudas de que Maca es la correcta y no estoy dispuesta a dejarla ir. El beso que comenzó siendo tímido y lento se convirtió en una danza frenética entre dos seres que sin buscarse se habían encontrado para montar una coreografía llena de calidez, magia, armonía y felicidad. Porque todo eso y más es Macarena para mí. Nos separamos solo por la urgente necesidad de respirar y al hacerlo el temor se apodero nuevamente de mí, temí que ella saliera corriendo, que me dejara ahí sin más, que toda esta explosión de felicidad que me estaba envolviendo la hubiese sentido solo yo y para ella todo haya significado un error, miles de pensamientos malos se cruzaron por mi cabeza y se incrementaron apenas vi su mirada nerviosa, temerosa, como buscando entender que era lo que acababa de suceder, tomé valor y estaba dispuesta a preguntarle si estaba bien, arriesgando a que su respuesta rompiera mi corazón pero antes de poder pronunciar media palabra ella tomo mis manos, depositando suaves caricias con sus pulgares, se acercó tanto que la escuche hablar en mi boca,

-Rubí, este es el beso más lindo que me han dado en la vida.

Acto seguido, interrumpió la nula distancia que había entre nosotras en ese momento y situó un tierno y delicado beso en mis labios, esta vez solo mantuve mis ojos cerrados permitiéndome disfrutar el momento, sentía que si abría los ojos despertaría del mágico sueño que estaba teniendo y no quería hacerlo, si esto era un sueño no quería despertar jamás.