Se supone ♡Rubirena♡

Un juicio y una propuesta

Omnisciente

El viaje le resultó eterno, no pensó que resentiría tanto la falta de Rubí, extrañó sus mimos, sus besos, sus chistes fomes, todo, lo único que calmó un poco su ansiedad fue la playlist que su polola le había creado para amenizar el viaje y además todos los audios que guardaba como un tesoro donde Rubí le cantaba o simplemente le dejaba saber cuánto la quería, cuanto la extrañaba y lo mucho que deseaba verla cada vez que estaban lejos.

Al aterrizar lo primero que hizo fue llamar a su maldita lisiada para contarle que ya había llegado sana y salva y poder expresarle cuanto la extrañaba, llevaba menos de un día sin verla pero para ella ya se sentía una eternidad, Rubí también se quejó de lo mucho que la extrañaba y le exigió volver lo antes posible o se iba a volver loca sin ella.

Cuando logró obtener su maleta y todo estuvo en orden Macarena se encaminó hacia la salida y diviso a lo lejos dos mujeres locas que levantaban incesantemente las manos y gritaban al unísono

-¡Hostia tía! Aquí aquí, Maca aquí po ¡olé! La base de datos de virus ha sido actualizada –todo simulando un tono español

Ella siguió caminando fingiendo no verlas ni oírlas, no quería pasar por la vergüenza de que la notaran con ese par de locas que eran su hermana y su cuñada, sus intentos fueron en vano porque al pasar de largo el dúo dinámico corrió detrás de ella dándole alcance

-Ay Maqui que bueno que llegaste –gritó Esmeralda envolviéndola en un abrazo al que luego se unió Josefa.

Una vez estuvieron en el departamento se conectaron a través de una videollamada con Rubí que estaba trabajando en el bar, Esmeralda le hacía burla sentándose al lado de Maca y abrazándola mientras del otro lado de la pantalla Rubí le gritaba

-Esmeralda Cárdenas suelta a mi polola –ante la risa de todas las demás –no me parece nada gracioso –regañaba Rubí simulando estar molesta –¡Macarena Correa córrete de ahí!

Las siguientes horas Macarena se dedicó a descansar, la diferencia horaria siempre lograba desestabilizarla, en total calculó que durmió casi un día completo, cuando despertó en la madrugada sin necesidad de alarma ni nadie que interrumpiera su sueño se levantó, se dio una extensa ducha intentando así despojarse de los vestigios de agotamiento que ceñían aun su cuerpo pero intentando además desprenderse de la tensión que le originaba el día.

Una vez las cuatro mujeres estuvieron listas partieron rumbo al tribunal donde se llevaría a cabo el juicio en contra de Sergio, Macarena hubiese mentido si dijera que no se sentía nerviosa, más que por el resultado desfavorable para el tenía miedo por su hermana, pues a pesar que Josefa se encontraba muy dolida y estaba profundamente decepcionada de Sergio, seguía siendo su padre.

Cuando por fin estuvieron en la sala pasaron unos minutos antes de que dos efectivos de gendarmería condujeran al hombre hasta el interior, cuando las miradas del mayor y la rizada se cruzaron fue como si dos metralletas se hubiesen disparado una frente a la otra, Macarena hace mucho tiempo que había dejado de reconocer la mirada de un padre en Sergio, pero esta era la primera vez que sentía la mirada de un enemigo, de un hombre que desprendía odio y rencor, se convenció en ese momento que su padre, si es que se le podía llamar así, no la quería ¿le dolió? La respuesta fue un rotundo si, si no le doliera no tendría corazón ¿se sensibilizó y pensó por un segundo en ayudarlo y darle otra oportunidad? La respuesta esta vez fue mucho más contundente y era un claro no.

Cuando el juez hizo su ingreso todos se pusieron de pie cumpliendo con el protocolo, el juicio comenzó a llevarse adelante, la fiscalía presentaba una tras otra todas las pruebas incriminatorias que habían obtenido en contra de Sergio en el periodo de tiempo que duró la investigación, el abogado defensor intentaba por todos los medios desacreditar dichas pruebas sin nada de éxito, nunca se ha podido tapar el sol con un dedo y Sergio a todas luces era excesivamente culpable.