Rescaté

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Calles de Tokonosu

En las calles de la ciudad se podían ver a miles de personas escapar de los muertos que caminaban nuevamente, algunas habían encontrado refugio en las zonas protegidas por la policía y las fuerzas de autodefensa, pero otras solo tenían una opción y esa era correr por sus vidas en la oscuridad de la noche.

Una de esas personas era un hombre de mediana edad que corría por la calle tomando la mano de su hija, una niña que no llegaba a tener ni siquiera 10 años, aquel hombre estaba armado con una herramienta y gritaba a las casas que había al lado de la vale pidiendo ayuda, pero nadie abría la puerta.

Había corrido por varias calles y se encontraba agotado, había perdido contacto con su esposa desde que todo que todo empero y se vio imposibilitado para poder encontrarla, pero aún cuando estaba casi seguro de que ella estaba muerta no podía decirle lo mismo a su hija.

Todo lo que debía era que ellos estaban buscando a su madre y que cuando lo hicieran irían a un lugar seguro, era desagradable la sensación de impotencia que lo inundaba al saber que todo lo que podía hacer mentir para que su hija permaneciera ignorante de la horrible realidad.

Cansado de todo aquel hombre entro a jardín de una casa de tamaño considerable y cerró la puerta metálica para impedirle el paso a los infectados que habían estado siguiéndolos desde que salieron de su hogar.

Padre: ¡Abran la puerta por favor! Vengo con mi hija y necesitamos un lugar donde refugiarnos —Había gritado ignorando que eso podía atraer a los zombies—

Desconocido: por favor vallase —La voz era temblorosa, de alguien que estaba lleno de miedo y no era capas de controlarse—

La luz del jardín fue apagada dejando al padre y su hija en la oscuridad, la niña no estaba segura de lo que pasaba pero al ver cómo su padre se alteraba supo que algo no estaba bien, su padre siempre estaba calmado y nunca levantaba la voz de esa manera.

Padre: ¡Abra la puerta! ¡Abra o la voy a derribar! —Levanto la herramienta en el aire y amenazó con tirar la puerta, todo con el objetivo de que su hija estuviera a salvó—

Desconocido: espere, ya abriré, pero por favor no hagas eso —La luz de nuevo se encendió y la puerta de abrió para permitir el acceso—

Al fin tras un largo día de correr y esconderse al fin habían llegado a un lugar donde al menos podrían descansar de la persecución, el padre tomo a su hija de la mano y termino de abrir la puerta de madera iluminando sus rostros con la luz del interior.

Padre: gracias, no sabe todo por lo que... —Estaba sonriendo, parecía convencido de se la suerte al fin les había sonreído, pero el destino suele ser un cruel jugador y esto fue una mala mano para el padre—

La niña vio como del interior de la casa salís una larga vara con un cuchillo atado en la punta, pero lo que más la sorprendió fue ver cómo atravesaba el estómago de su padre con la fuerza suficiente para traspasar su cuerpo, pero ella no era capas de reaccionar ante todo lo que sucedía.

Desconocido: perdóneme... perdóneme... perdóneme —Solo repetía esa palabra una y otra vez hasta se la puerta se cerró dejando a la niña en el exterior con su padre moribundo—

Aún herido el padre dio unos cuantos pasos hacia atrás y sin percatarse de lo que hizo abrió la puerta metálica por accidente al momento de desplomarse, estaba perdiendo mucha sangre y sabía que pronto moriría, eso era imposible de evitar.

Padre: Alice... ve a esconderte, que nadie te vea —Levanto su mano y fue sujetada por la pequeña niña de cabello rosa que sujeto la mano de su padre con sus pequeñas manos—

High School Of The Dead: Cruce De SistemasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora