Matrimonio
Mi pequeña Holly se remueve en mis brazos, mientras tiene el chupón en su boca. Esta vestida con un pequeño vestido de color blanco, se ve preciosa. Si mi hija se ve espectacular no me puedo ni imaginar como estará mi mujer. Falta muy poco para que se convierta en la señora Rossi.
Joder, estoy muy nervioso.
Mi hija de cinco meses me mira mientras acaricia mi rostro.
—Estas hermosa. — le digo y ella sonríe.
Es igual de hermosa que su madre, con esos ojos azules.
La boda fue planeada por Julieta, se llevará a cabo en el jardín de la casa. Acomodo a mi bebé en brazos y la llevo hacia mi padre, quien se a encariñado con su nieta. Al principio no iba a invitarlo, pero Julieta me convenció de que lo hiciera alegando que es mi padre y el abuelo de nuestra hija.
Ahora está entre los invitados junto a su desagradable esposa. Según ella Tracy no tuvo nada que ver y Julieta invento todo y bla bla bla, solo la ignoro porque mi problema no es con ella, sino con la perra de Tracy, esa hija de puta me las pagará tarde o temprano.
—Cuídala muy bien. –le digo a mi padre y dejo a mi pequeña Holly en sus brazos.
Me acomodo en mi lugar para esperar a la mujer que amo, el sonido típico de los matrimonios se hace presente, levanto la mirada y me encuentro con ella, tan sonriente, esta preciosa con un vestido de color marfil.
Ella camina hacia mí, su hermano es el encargado de traerla. Sonrió como idiota cuando la veo, nuestra historia no comenzó de la mejor manera, al inicio solo quería follarla, sin sentimientos de por medio, pero ahora estoy jodidamente enamorado de esa mujer. La cual se metió en mi cama y en mi vida.
Sin buscarla la encontré.
Ella llega a mi lado.
—Cuídala mucho, confió en ti. –dice Kevin
—La cuidaré con mi vida si es necesario. –tomo su delicada mano.
Kevin se aleja de nosotros y nos acomodamos frente al juez para poder comenzar con la boda.
—Estas hermosa. — digo
—Gracias.
—Y malditamente caliente. — susurro en su oído.
—Carlo
Sonrió ante su sonrojo, amo a esta mujer, quiero que termine esta jodida ceremonia para poder tenerla en nuestra habitación mientras beso cada parte de su cuerpo. Estos papeles son solo eso papeles porque Julieta es mi mujer desde el día que la vi por primera vez. Minutos pasan y después de que firmemos el acta de matrimonio, los aplausos no se hacen esperar.
La tomo de la cintura y la beso, la beso con cariño, amor y deseo. Ella sostiene mi rostro para intensificar el beso.
—Ahora eres mi mujer con todas las de la ley. — digo cuando nos separamos.
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LA BESTIA
RomanceSe suponía que después de ser tan mala persona en la vida, llegaría el momento de pagar por mis malas actitudes, pero no sabía que el KARMA, iba ser tan hija de put* conmigo, que de salir de la vida común ahora este en el infierno junto a LA BESTIA...