Se suponía que después de ser tan mala persona en la vida, llegaría el momento de pagar por mis malas actitudes, pero no sabía que el KARMA, iba ser tan hija de put* conmigo, que de salir de la vida común ahora este en el infierno junto a LA BESTIA...
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Deseo
Termino de revisar los informes del cargamento que enviaron hoy por la mañana a Francia. Después de confirmar que todo está en orden, salgo de mi oficina con dirección al jardín. Estoy cansado de que Julieta me esté ignorando, no responde mis llamadas ni mensajes, desde la última vez que la traje a mi casa en contra de su voluntad, no ha vuelto a venir tal vez me pase un poco amenazándola con la pistola en la frente, pero no quería complacerme, y nadie le dice que no a la bestia.
Julieta es mi perdición, la droga más adictiva que he probado en mi jodida vida, su cuerpo es impresionante, poder hundirme en ella es el puto paraíso. Desde aquella vez que vi su foto, comencé a desearla a quererla solo para mí. Pensé que sería muy difícil tenerla en mi cama, debajo mío gimiendo mi nombre mientras la follaba con mucha intensidad, pero un par de dólares lo hicieron posible rápidamente.
La primera vez que vino a mi casa, quede impresionado por su belleza, su cabellera castaña, ojos marrones, cuerpo delgado, perfecta. Ya la había visto anteriormente en fotos, pero ella no lo sabe.
Cuando supe que Pía Parker la había recomendado en el estudio de modelaje, no lo pensé dos veces y acepté que la contrataran. La mande a investigar, descubriendo que desde hace varios años vendía su cuerpo al mejor postor, a quien le ofrecía más dinero. No me importo su pasado ya que yo no soy ningún santo, he follado a las mujeres que he querido y como he querido. Mato a las personas sin ningún remordimiento, trafico drogas. Así que lo más seguro es que ya tenga mi sitio asegurado en el infierno.
Salgo de mis pensamientos cuando llego al jardín, en el comedor veo a Tracy, mi prima. No somos parientes de sangre, pero es la sobrina de mi madrastra. Es una descarada muchas veces casualmente como ella lo dice, aparece desnuda en mi presencia.
Es bonita no lo voy a negar, pero no es lo que quiero. Desde que conocí a Julieta, las otras mujeres pasaron a segundo plano y no me refiero de forma romántica, yo jamás me enamoro, solo follo sin más, mientras sea placentero para mí, todo está bien.
— Primito, buenos días. –saluda antes de llevarse la fruta a su boca.
—Buenos días. –respondo lo más frío posible.
Me acomodo en la silla y como todas las mañanas mi taza de café sin azúcar no puede faltar en la mesa. Tomo un sorbo de él y comienzo a desayunar lo que prepararon.
—Quería pasar a saludarte antes de ir al trabajo y que mejor que desayunar juntos. –dice sonriendo coquetamente.
Ignoro sus palabras y sigo comiendo tranquilamente, hoy tengo varias reuniones en la empresa. Termino de comer la fruta de mi plato, limpio mis labios con la servilleta y me pongo de pie.
