Disclaimer: ¡Haikyuu! Le pertenece a Furudate Haruichi.
Summary: Si hay palabras que no se deben decir, entonces, ¿cuáles son las que sí se deben decir?
Advertencia: Aparición de un OC y temas que resultan sensibles para algunas personas.
Palabras que sí se deben decir.
Julio 30. 5:30 am.
Bokuto Kotaro giró por millonésima vez sobre su cama para ver el reloj y suspiró con alivio al ver que, al fin, después de pasar toda la noche en vela, era una hora decente para levantarse. Sus pensamientos estaban atormentándolo desde que su llamada con Akaashi había terminado.
—¿De verdad pude llegar a ser tan miserable? —se preguntó mientras hacía sus preparativos para ducharse, se miró en el espejo de su baño y no se reconoció—, ¿qué hice? —se llevó la mano a la frente, sabía que tenía que solucionar muchas cosas, pero su orgullo lo hacía sentir acorralado.
Ni siquiera sabía exactamente por qué se había comportado de esa forma, a esas alturas, evidentemente ya tenía una idea del motivo que lo orilló, pero todo sería más fácil si alguien se lo dijera directamente.
Una de sus primeras penitencias para pagar por lo que hizo, fue ducharse con agua fría, se repitió que se lo merecía mientras sentía como sus músculos se encogían e incluso llegaban a doler al entrar en contacto con la temperatura del agua. Sintió como un regalo del cielo cuando pudo cubrir y apaciguar los ligeros temblores de su cuerpo con la toalla tibia.
Al salir de la ducha, observó la cajita con el broche en su mesa de noche. Suspiró de nuevo, sabía que sería un largo día. Había muchas cosas que Akaashi no quiso decirle pese a todo y no podía evitar sentir curiosidad, pero para conocer la parte de la historia que era borrosa para él, primero tenía que hacer bien lo que le correspondía y en dónde sí estaba involucrado.
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Julio 30. 7:30 am.
Sabía que estaría en problemas muy graves si el entrenador descubría que se había fugado en cuanto se dio la vuelta. Para empezar, ni siquiera planeó ir al entrenamiento de la mañana, pero lo vieron llegar a la escuela y de inmediato gritaron su nombre.
—¡Bokuto, deja de esconderte detrás de los basureros, no es tiempo de jugar, hay que entrenar! —el chico maldijo susurrando, él creía que su escondite era infalible.
Ahora debía ir, pero por extraño que pareciera, al no haber ningún torneo realmente cerca, sentía que era mucho más importante arreglar las cosas con su amiga que jugar volley, cosa que en otros tiempos le hubiera parecido espantosa. Por ese extraño motivo, decidió no pensar mucho las cosas y hacerlo, así que cuando el entrenador se distrajo mientras ellos hacían una serie de push-up, decidió saltar detrás de los arbustos y escabullirse a la entrada, antes de que los demás estudiantes llegaran y no alcanzara a hablar con (T/N) lo antes posible.
—¡¿En dónde se metió Bokuto?! —oyó gritar al entrenador a tan sólo unos pasos de haberse alejado. Cerró los ojos con fuerza esperando ser encontrado y reprendido duramente.
—¿Bokuto? —intervino Akaashi, quién no había perdido detalle de lo que había hecho su mejor amigo desde que había llegado— Él no estaba aquí, ¿o sí?, al menos yo no lo vi.
—¡¿Qué demonios, Akaashi?!, ¿me estás tomando el pelo?
—Yo no suelo hacer esas cosas, no sé de qué me habla...
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Relatos en primera persona (Haikyuux Reader)
FanfictionSerie de one-shots, o two-shots en los que el lector puede vivir una historia de amor con sus personajes favoritos de Haikyuu! Haikyuu! Pertenece a Haruichi Furudate, las tramas son mías. Y está registradas en Safe Creative. Si quieres adaptar...