Provocación (Nishinoya Yu -2-)

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Summary: Apenas y sabías su nombre, casi afirmabas que él no conocía el tuyo, pero aun así, te saludaba con euforia todas las mañanas. Aunque era extraño, te habías acostumbrado a esos "holas", y tú no lo sabías, pero, tenían otro significado. PersonajexLector.

Disclaimer: Haikyuu! Pertenece a Haruichi Furudate.

Recomendación: Vuelva a leer la primera parte para una mejor experiencia.

Provocación.

—¡Rolling Thunder... Again! —lo escuchaste gritar al tiempo que giraba en el aire para recibir el balón. Tus ojos se iluminaron con alevosía cuando la pelota se elevó por los aires.

Quisiste aplaudir y felicitarlo a todo pulmón, pero te mordiste la lengua recordando que estabas detrás de la puerta del gimnasio, de incógnita, observando el entrenamiento, sin que nadie te hubiese invitado.

Cuando el entrenador dio la orden de comenzar a guardar las cosas para limpiar, suspiraste con satisfacción y diste media vuelta para irte a casa.

En el camino, solías pensar en la vida tan pacífica y tranquila que llevabas... Hasta ese momento. Que tus tardes eran rutinarias y calmadas y así te gustaban bastante, claro, la única anomalía que había en ella, pero que no eras tan consiente de ello, era que no había emociones ni experiencias nuevas en tu vida, hasta que lo conociste a él...

Nishinoya Yu, el chico que todas las mañanas te saludaba alegremente sin saber siquiera tu nombre y que de alguna forma ignorabas cruelmente, hasta que inesperadamente te confesó que eras algo así como la chica que le gustaba. Entonces comenzaste a observarlo con más calma y cupido terminó de hacer su trabajo.

Que te diste cuenta de lo mucho que te gustaba cuando al salir a la cafetería para el almuerzo, lo comenzabas a buscar entre la multitud que se arremolinaba en los pasillos y que sonreías como una bendita cuando veías ese mechón decolorado mecerse al ritmo de sus agitados movimientos.

Él era una bomba por completo, él podía mecer todo con su simple presencia, él era totalmente opuesto a ti, ruidoso y lleno de vitalidad, apostabas que cada día de su vida era una nueva aventura. En cambio, tú no podías compararte ni un poco, él era una bomba, pero tú eras como una pequeña chispa que se dedicaba a vagar por la vida rutinaria sin ninguna anomalía.

Era por eso, que te emocionaba la idea de salir con él y que las cosas dieran un giro de 180°, pero había un pequeñísimo problema que era enorme para ti: Como nunca antes te habías atrevido a hacer algo fuera de tu rutina de siempre, no sabías exactamente que hacer en esas situaciones y te ponías un poco nerviosa.

Así que, entonces, la mejor solución que encontraste fue ir a preguntarle a tu hermana mayor, la que ya estaba en la universidad, que de seguro, como ella podía con esas operaciones matemáticas tan complicadas de su carrera, sabía que hacer perfectamente con tu problema. Le pedirías un consejo y mañana pondrías todo en marcha para obtener tu objetivo: El chico más bajito de Karasuno.

Con toda la determinación del mundo, te paraste delante de su habitación, durante la cena había dicho que se retiraría primero porque necesitaba estudiar púes la época de sus exámenes estaba cerca y las preguntas abiertas realmente eran un dilema. No deberías interrumpirla entonces, pero no le preguntaste en el comedor porque sus padres estaban presentes y nadie hablaba de esos temas tan cómodamente con sus progenitores cerca, por eso tan poco recurrirías a tu madre, porque de seguro se encarga de contárselo a la familia y todos lo sabrían para dentro de unas horas después.

Pensabas alejarte en silencio, pues no era el mejor momento para interrumpir sus estudios universitarios con tus infantiles preguntas existenciales de adolescente, pero cuando diste media vuelta para volver a tu habitación, el sonrojado rostro de Nishinoya intentando explicarte sus saludos diarios llegó a tu mente. Él se había esforzado mucho y era justo que tú también te movieras un poco.

Relatos en primera persona (Haikyuux Reader)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora