Amaestrado (Kyotani Kentaro)

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Summary: Solías montarte muchos teatros en la cabeza, a veces muy exagerados, por eso después de lo que ese sujeto dijo pasaste toda la tarde aterrada pero es que, ¿qué querría el perro loco Kyotani al citarte después de clases? Hacerte pulpa de sangre o acabar contigo de una vez por todas, o tal vez... Solo tal vez sea otra cosa.

 Disclaimer: Haikyuu! pertenece a Haruichi Furudate.

Recomendación: Lea en seguida la segunda parte.


Amaestrado.

Porque te daba miedo, era que casi nunca te le acercabas.

Kyotani Kentaro no era lo que tú llamabas un chico amable y menos cuando te observaba con tanto desprecio como siempre hacia en clase.

—De seguro te odia. —tu mejor amiga se recargó sobre la silla y se llevó la pajilla del jugo a los labios.

—¡Shhh! —te exaltaste cuando a tus espaldas lo sentiste mirarte con pesadez— ¡No lo digas tan alto!

—Está al otro lado del salón, no creo que nos oiga.

—No puedes saber eso. —estabas nerviosa, ese chico era aterrador, ella rodó los ojos.

—Tranquilizate, te odie o no, no puede hacerte nada de todas formas.

—Creo que tienes razón. —suspiraste y en un intento de calmarte desviaste la mirada...

...Mala idea...

Te topaste con el torso de Kyotani Kentaro que te miraba desde lo alto con su semblante de asesino. La sangre se te fue del cuerpo cuando viste su ceño fruncido y el enojo a flor de piel, entonces te señaló directamente e hizo un extraño gesto salvaje antes de hablar.

—Tú, te espero detrás del edificio después de clases. —ordenó.

—¡S-sí! —asentiste asustada.

—Ey, ey, ey, alto ahí, perro loco Kyotani —interrumpió tu amiga para salvación tuya—, ¿qué no tienes actividades del club? Creo que es mejor que no faltes, oí que no te llevas muy bien con tus compañeros así que no creo que quieras tener más puntos negativos en tu contra.

Sonreíste con alivio por lo bajo, él razonó las cosas un instante.

—Entonces, me vas a esperar hasta que termine. Pobre de ti si te vas. —amenazó y tu dijiste que sí de nuevo con la cabeza de forma apresurada y nerviosa, el despareció del salón con un portazo a pesar de que el timbre que anunciaba el fin del almuerzo sonó.

Genial, este día no podía ir peor: Acababas de ser amenazada por el perro loco de Aoba Johsai, estás obligada a quedarte en la escuela hasta muy tarde y acababas de descubrir que se te había olvidado el libro de matemáticas y el profesor te regañó. Ahora te encontrabas compartiendo el libro de tu amiga quién no te dejaba concentrarte en la lección pues se la pasaba escribiendo recados en la pasta del libro.

"...—¿Para que creer que Kyotani te haya citado?

—¿Y cómo quieres que sepa? ¡Esto es horrible!

—Oye, cálmate, no creo que sea tan malo.

—¿Bromeas?, ¡¿acaso no viste como me observó?! De seguro me golpea hasta hacerme pulpa de sangre.

—Sí... Tal vez sea capaz...

—Tengo miedo, ¿qué hago?, ¡voy a morir!

—Tampoco creo que vaya a matarte, no exageres.

Relatos en primera persona (Haikyuux Reader)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora