12.5

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Spencer hurgó entre las cosas del casillero. No hallaron nada especialmente incriminatorio: Una botella de Bourbon a medio acabar, un par de revistas de Playboy, y algunas prendas. Enviaron estas últimas al laboratorio para descartar la posibilidad de que hubiese ADN de alguna víctima en éstas, y emprendieron de regreso a la comisaría.

Prentiss iba unos cuantos pasos más adelante de ellos, revisando algo en su celular -absorta en ello.

—Val—, llamó el mayor rozando el brazo de la castaña con la punta de sus dedos, y con un movimiento de su cabeza señaló al grupo de chicas que habían interrogado más temprano ese día, acercándose a ellos. En dos zancadas, adelantaron a Emily y se aproximaron un poco a las chicas.

—Hola—, saludó la pecosa con voz suave.

—Hay rumores de que lo atraparon...

Asintió titubeante. Corrigió: —Tenemos a alguien en custodia.

Y la chica -Katie- se lanzó a los brazos de la castaña, susurrando un leve "gracias", apretando el abrazo en cuanto Valerie palmeó con incomodidad su espalda.

( . . . ) 

—Griffith hay que dispersar esa barrera. Nos arrinconan—, pidió Morgan apuntando al gentío que era retenido a duras penas por tres oficiales de policía y una cinta de "no pase, escena del crimen".

El detective asintió, pidiéndole a uno de sus hombres que le colaborase ampliando tres metros el perímetro.

—¡Dijeron que lo habían atrapado!—, se quejó la decana, entre horrorizada por la situación y estresada por la falta de cooperación de los estudiantes curiosos.

JJ tiró de la mujer hacia un lado, pidiéndole colaboración para dispersar un poco a los alumnos, y no sembrar más pánico.

Casi una docena de heridas provocadas por un cuchillo -halló rastros de duda, tal vez quien hizo aquello no estaba seguro de lo que hacía; un golpe contundente en la parte trasera de la cabeza, le había contado el forense; y otro golpe en la mandíbula. El objeto que había causado esos dos golpes había sido hallado a unos centímetros del cadáver: Una roca.

Razón por la cual, estaba demás decir que, quien había asesinado a esta chica, era un imitador.

—Creo que podemos liberar a Tubs—, sugirió Griffth, resuelto.

Rossi alzó su mirada del cadáver, y acto seguido se incorporó, dedicándole al hombre su peor mirada de incredulidad y fastidio: —Creo que está usted equivocado.

—¿De qué está hablando? Tubs esta bajo custodia y hubo otro asesinato—, alegó el detective, obvio.

Prentiss y Thomas se incorporaron igualmente. La primera quitándose los guantes de látex al instante.

—No fue el mismo asesino—, suspiró la azabache.

—Tiene un golpe contuso en el cráneo. No una descarga eléctrica—, explicó Thomas frunciendo el ceño.

Maldijo a la insidiosa luz solar, en sus adentros. Pues era tan fuerte que sumándole a ésta el estrés: Le estaba provocando una insoportable migraña.

—Es una castaña apuñalada en el campus—, alegó el detective nuevamente, enumerando lo más obvio.

—De hecho, son solo heridas superficiales. Hay marcas de duda. Quien la mató no estaba seguro de querer hacerlo, o no lo había hecho antes—, explicó Spencer.

Valerie se despojó finalmente de los guantes de látex.

—No hay heridas defensivas como en las otras víctimas—, enumeró ella, respaldando a Spence quien se hallaba con el ceño igualmente fruncido debido a la fuerte luz del sol -solo que sus ojos eran cubiertos por unas gafas oscuras.

Hide & Seek || Spencer Reid [Criminal Minds] (1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora