Hide & Seek || Spencer Reid [Criminal Minds] (1)

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—¡Vale!—, gritó de alegría saltando a los brazos de la nombrada.

—Hola, pequeña—, saludó tomando a la pelirroja en sus brazos, alzándola—. ¿Y tu mamá?

—Allá—, miró hacia donde la pequeña señalaba, viendo a Bailey salir de la cocina a trompicones, cortesía del ansioso y malcriado gran danés. Ambas pecosas rieron ante la escena.

—Hola.

—Hola, ¿Qué tal el vuelo?

—Bah... tuve que hacer el informe, no dormí mucho.

—¿Qué tal todo? El caso en sí—, cuestionó Skyler, tomando a Hannah de los brazos de Valerie.

—Bueno, supongo que es lo que era de esperarse—, comentó de forma ambigua, no queriendo dar muchos detalles en realidad—. Iré a tomar una ducha, no tardo, sí.

—Vale, Vale, en la escuela me dieron una insignia de reconocimiento—, saltó Hannah emocionada.

—¿Dónde está tu interruptor de apagado?—, murmuró burlona, sacudiendo el cabello de la chica—. Eso suena genial, pequeña. ¿Qué te parece si me cuentas más cuando salga del baño? ¿Sí?—, y la pecosa pequeña asintió llena de energía, absolutamente feliz por estar a Valerie, luego de meses sin haberla visto siquiera.

Pasó hasta el baño directamente, siendo seguida por los tres perros de cerca. Dejó el bolso casi a la mitad del pasillo, desnudándose de camino al baño de su habitación; vio a sus dos felinos sobre la cama, los acarició unos segundos para finalmente meterse al cuarto de baño y tomar una larga y merecida ducha.

Había sido un buen primer caso. Una buena primera semana. Llena de café y noches casi en vela por aquellos asesinatos. Es decir, lo que esperaba.

Recordó su conversación con Spencer. Él era agradable. Era con el que más había interactuado, de su equipo, sacando a un lado los asuntos de la investigación y el caso.

Al llegar a las oficinas, ya era de noche, aprovechó para entregarle su reporte a Hotch -quien le dijo que estaba muy bien, para ser el primero, y que con el tiempo iría mejorando. Recordó: "Teniente Thomas, ¿Cómo le ha parecido... la unidad, el trabajo en general?", no dejaba su formalidad a pesar de haber sido el primero en pedir dejar ésta un poco de lado: "Adoro la unidad, y el trabajo. Y sin duda al equipo. Realmente no podría estar más agradecida con usted por la oportunidad. Y... vamos, dejémonos de formalidades. Val, Vale, Valerie, o Thomas, está bien, Hotch".

—¿Cerveza?—, destapó una botella y le dio un largo sorbo, mirando a Skyler que se mantenía en el sofá, en sus piernas la cabellera rojiza de una Hannah profundamente dormida.

—Por favor.

—Entonces, Suboficial Bailey, ¿Qué la trae por estos lares?

—Veníamos a darle de comer a esas bestias y recibí tu mensaje, en el que escribiste que venías en camino. Y adivina de quién fue la idea de esperarte.

—Tal vez de una cierta pelirroja con rizos...—, vaciló, como si dudara de su respuesta. Era más que obvio que había sido la pequeña.

—Moría por verte. Hace rato no podíamos hablar o vernos, a secas—, Skyler le dio un sorbo a su botella.

—Bueno, la Academia y los estudios me mantenían ocupada, no me quedaba energía ni siquiera para ducharme.

—Eres asquerosa—, alegó entre risas la pelinegra. 

Resultaba extraño que la pequeña Hannah tuviera una preciosa cabellera rojiza y rizada, cuando su progenitora tenía el cabello azabache, lacio. Simplemente los genes del padre de la niña eran dominantes -bastante.