No me alejes

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Sasha había terminado de organizar los últimos detalles con el médico de Pier.
Los omegas sabían que el alfa siempre había deseado ser cremado si algo malo le pasara, y quería que sus cenizas fueran esparcidas en el lago del Parque Nacional Losiny Ostrov así que tenía que advertirle al médico para que avisaran en la morgue lo que sucedería con el cuerpo...

-Muchas gracias por todo, y confío en que dé las instrucciones para la cremación.- dijo el omega muy calmadamente.

-No es nada y no te preocupes... lamento no haber hecho más por él.- el joven médico se había acercado a él de forma precavida para tocar y acariciar su brazo de forma más que amable.
Era el mismo médico que lo atendió a él cuando estuvo internado, un alfa muy atractivo a decir verdad. Alto pelo corto negro, ojos marrones claros y una perfecta y cálida sonrisa.
Sasha recordaba que Alek le había mencionado algo a Dimitry sobre..."no dejar que el médico pusieras las manos donde no debía" ?.
Así que probablemente su amigo había visto alguna actitud rara del médico hacia él, algo que ahora era evidente gracias a su extraño acercamiento.

-Ujmh.. - alguien había hablado a sus espaldas y provocó que el hombre se alejara de Sasha.
-También se encarga de consolar familiares, Doctor?-
Dimitry estaba que echaba humo, ese maldito médico estaba poniendo las manos sobre lo que era suyo, sobre su omega, su alfa interno estaba furioso aunque por fuera se veía muy tranquilo, y su voz había sido profunda y contundente en los oídos del omega.

-De hecho no son parientes sanguíneos.- dijo el médico con suficiencia tratando de dejar en ridículo al alfa, sin darse cuenta de lo ofensivas que habían sido aquellas palabras para Sasha.

-De hecho sí, no llevan la misma sangre pero ese hombre fue el único padre decente que estos chicos han tenido.. Le sugiero que tenga un poco más de tacto y ética cuando hable de sus pacientes con las personas que los redan..-
Dimitry habías hablado con tal compostura y determinación en la voz que el médico sintió que lo habían puesto en su maldito lugar.

-Lo lamento Sasha. No quise ofenderte, ni ofender tu relación con Pier.- el médico hablaba como si fuera un gran amigo del omega, mientras él solo veía a su alfa directamente a los ojos.
No se había parado a analizarlo detenidamente en ningún momento desde que había llegado pero ahora que lo estaba viendo recostado sobre el marco de la puerta con su imponente figura y sus ojos azules. Ahora podía notar que vestía unos pantalones de traje gris con una camisa de lino color crema recogida hasta sus codos, dejando a la vista los trazos delineados sobre su hermosa piel. Llevaba una chaqueta a juego con el pantalón sujetada por su mano derecha a un costado de su cuerpo, y unos zapatos Oxford lisos color whisky que le daban un toque atrevido y de total presencia. Todo en ese alfa se veía perfectamente bien y en calma por fuera.

El omega no había intervenido en ningún momento desde que había comenzado esa riña de niños alfa que se estaba disputando. Por lo que Dimitry se dirigió a él llamado su atención para que dejara de mirarlo de aquella forma y pudieran irse.
-Amor...si ya terminaste aquí, deberíamos irnos. La casa de Pier aún tiene mucho por arreglarse y quiero que descanses un poco, ha sido un día muy largo.-
Dimitry le hablaba a Sasha con un tono muy dulce y pacífico, con una suave mirada y una pequeña y delicada sonrisa, a la vez que le extendía su mano para que el omega la tomara y pudieran salir.

Sasha ni siquiera dudo un segundo en dirigirse a él tomando su mano, algo que sorprendió tanto al alfa como al mismo omega, ya que era notorio que estaba enojado con el alfa pero al parecer estaba aún más dolido por su pérdida aunque no demostrara inquietud por nada de aquello. Su omega interior estaba necesitado de alguien que los consolara, de alguien que no hiciera preguntas ni quisiera hablar de algo en particular. Quería a su alfa, quería sus caricias y su paz, eso necesitaba...

-Gracias por todo Doctor. Hizo lo que pudo hacer.- fue lo único que dijo Sasha mirando al médico brevemente y volteando para ver a Dimitry.
El omega le dio un pequeño y sutil apretón en la mano indicándole que quería salir de ahí, y eso bastó para que su alfa lo rodeara por la cintura y lo sacara de allí.
Dimitry ni siquiera se dirigió al médico otra vez, simplemente se había quedado contemplando cada movimiento de su omega desde que lo había comenzado a observar detenidamente para luego acercarse a tomar su mano.

Salieron del hospital en completo silencio y así siguieron desde que subieron al auto del alfa hasta que llegaron a casa de Pier. Era un silencio cómodo, que para nada exigía una conversación.
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Demoraron unos 50min en llegar a casa de Pier.
Eran las 23:30 p.m cuando Dimitry aparcó el auto en la entrada de la casa, el alfa apagó el motro y ambos permanecieron en silencio unos momentos más dentro del auto...

-Si deseas podemos hacer esto en otro momento...
Podemos ir a mi casa, puedes dormir ahí, puedes tener una habitación para ti si lo deseas... Yo.. -
El alfa quiso seguir hablando pero Sasha giró su cabeza mirándolo seriamente.

-No quiero ir a tu casa... No porque no quiera, sino que ahora mismo no quiero ver a Alek o a Nico... No soy de fiar en este momento, y tu tampoco deberías quedarte conmigo hoy. - sentenció el omega bajando del carro apresuradamente.

Dimitry guardó silencio y se dispuso a bajar para ir detrás de él.
No lo dejaría solo ahora, y menos en ese lugar sabiendo que el loco de Víctor podría volver.
Dimitry se había encargado de poner más seguridad fuera de esa casa sin que Sasha se enterara, si iban a pasar la noche allí debía asegurarse de proteger a su omega, al menos hasta que Joseph diera con el paradero de aquel alfa.
Porque sí, Dimitry si había enviado gente a buscar a Víctor.
Él quería su cabeza colgando en su sala personal de trofeos...

El alfa se apresuró para llegar a Sasha que se encontraba abriendo la puerta en ese momento.
Lo tomó del brazo y en un movimiento rápido lo giró poniéndolo de frente a él abrazándolo, llenándolo de su calor corporal y de tanto cariño como el omega dejara darle.

-No te voy a dejar. No porque seas mi omega, sino porque soy tu compañero y seré todo lo que necesites...
Si quieres gritarme, hazlo.
Si quieres golpearme hasta sentirte mejor, hazlo.
Si quieres enojarte conmigo y no volver hablarme, hazlo.
Si quieres pedirme cualquier cosa, hazlo... Pero jamás, jamás intentes alejarme de ti, porque nunca me iré.- sentenció el alfa.

Sasha se dejó abrazar por unos momentos dejando que el alfa lo sostuviera entre sus brazos, aprovechando a olfatear la fuente de su aroma instintivamente sin haberse dado cuenta, algo que lo estaba calmando notablemente.
Había podido escuchar cada una de aquellas palabras que le dijo el alfa y sentía que era cierto, jamás podría alejarlo pero si él tuviera que hacerlo lo haría con el dolor en el alma...

-Ven cachorro, entremos...-




(1247 palabras)

>>Holis cómo están??
😘😘😘😘😘

Caminando entre las sombrasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora