La Sala de Trofeos

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Para llegar a la sala de trofeos del alfa debían subir hasta una sala que estaba justo debajo de la cúpula del ala este de la casa.

Era un lugar al que generalmente solo concurría Dimitry, aunque Alexey, Klaus o Franc también concurrían allí cuando Dimitry no aparecía por ningún otro lugar.
Era un sitio apartado donde en tiempos anteriores y memorables Dimitry pasaba sucumbido entre esas  cuatro paredes apreciando las cabezas cortadas y arrancadas de sus enemigos.

El alfa se sentía bien allí, ese espacio le recordaba todo por lo que había pasado y sufrido, todo lo que había perdido y lo que había quitado para llegar a donde hoy estaba.
No era una sala para nada agradable de ver, era bastante sombría y temible, podía comprenderse porque en ocasiones algunos eran amenazados con ser enviados allí.

La habitación era muy grande y solo tenía dos ventanas medianas al final del corredor que permanecían cerradas todo el tiempo aparentemente.
El techo tenía demasiadas luces tenues para que se mantuviera ese aspecto tenebroso, había un largo corredor de más de 20mts que se extendía atravesando la habitación hasta el final.
A cada costado de ese corredor habían lanzas ocupadas por cabezas de lobos puros por el lado derecho y cabezas de mitad lobo del lado izquierdo, y detrás de las 15 primeras filas de cada lado habían algunas lanzas que aún no portaban cabezas, estaban "desnudas" como decía Dimitry.

Las cabezas estaban disecadas y embalsamadas a la perfección, cada una de las cabezas parecía aún seguir viva y sus ojos parecían estar observándolos en cada movimiento que daban.
Las lanzas tenían diferentes colores que al parecer significaban algo, quizás un código o simple decoración.
Las paredes parecían estar recubiertas de algún material que no dejaba escapar ningún sonido al exterior y no dejaba que ningún otro  sonido entrara, algo raro y curioso ya que allí no parecía que se mantuvieran largas conversaciones.

Al final del largo corredor había un enorme trono de hierro que tenía fundidas balas de todo tipo de calibre y en el respaldo se dejaba apreciar un escudo, tal vez un escudo familiar?.
Los omegas jamás habían prestado atención a ese tipo de cosas, a caso no bastaba con ser una de las mafias más feroces del mundo que también portaban un escudo de familia?, que tan probable era eso?.

Aquél lugar te podía erizar la piel desde que cruzabas la puerta, te hacía sentir culpable de haber entrado sin pedir permiso. Era como si todo aquello fuera el recordatorio petrificado de una vida que jamás cambiaría, una vida que ellos habían decidido vivir desde que aceptaron a sus alfas.
Nicolai y Alek estaban asombrados, un lugar jamás había representado tan bien la figura simbólica de dos personas que poseían la misma locura.
Seguramente si Sasha estuviera allí, la biblioteca dejaría de ser su lugar favorito de toda la mansión...

-"Por Dios!!"- esas palabras fueron las únicas que atravesaron el pensamiento de Alek cuando abrieron la puerta.

Katterina los observaba atentamente en caso de que alguno tuviera un colapso o alguna crisis por ver todo aquello.
La omega tomó la empuñadura de la puerta y la volvió a cerrar en completo silencio, viendo cómo los omegas retrocedían.
-Pueden con eso unos minutos?- dijo señalando la habitación con un movimiento de cabeza.

-Si.- Nicolai se había pronunciado demasiado rápido antes de que Alek dijera otra cosa.
-Hay que hacerlo ahora no podemos demorar más.-

-Bien, saben lo que tienen que hacer. Háganlo en silencio, detenidamente y con cautela.- Alek había hablado después de unos momentos en completo silencio.
-Hay que ser rápidos pero no podemos cometer errores.- finalizó.
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Habían pasado menos de 10 minutos y ya habían encontrado más de cinco micrófonos láser extremadamente pequeños y estratégicamente colocados en toda la sala.
Al cabo de unos 45 minutos habían terminado de pasar los detectores una tercera vez.

Inmediatamente y en silencio tomaron una computadora portátil que Nico había decidido tomar antes de subir a la habitación, algo bastante inteligente de su parte porque si hubieran quitado los micrófonos quien sea que estuviera escuchando podría descubrirlos enseguida.

Con mucha calma y cuidado uno a uno de los micrófonos fueron conectado a la entrada del portátil enviando todos los datos e información directo a Joseph en su teléfono, en menos de 5mim habían enviado toda la información y descargado todos los datos.

Un texto de Joseph les indicó que le había llegado todo a la perfección y que debían dejar los micrófono donde estaban hasta que él y Dimitry pudieran hablar con claridad.
La parte complicada sería lograr que Dimitry no entrara con nadie y que mucho menos hiciera llamadas o planes allí, debían esperar a que Joseph se encargara y ver que sucedía luego.
Por ahora solo podían quedarse en la mansión y esperar a que sus alfas llegaran de suficiente buen humor como para que no los castigaran o se enojaran por lo que habían hecho.
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Horas después los alfas llegarían a la mansión aún sin ninguna noticia de Joseph, algo que los omegas no podían preguntar directamente por lo que debían ser astutos si querían averiguar algo.

Katterina tenía más probabilidades de hacer algún cuestionamiento sobre Joseph sin que ninguno de los alfas se extrañaran por sus preguntas, así que esa era la mejor idea que podían tener en ese momento.

Estaban sentados en la sala de estar viendo cómo Dimitry, Alexey, Klaus y Franc bajaban del vehículo blindado en el habían llegado.
-Creen que se enojen mucho por habernos metido en esto?- preguntó Nico un poco impaciente y nervioso.

-Bueno, tal vez. Solo reza para que no les dure el enojo y que el castigo no sea tan grave.- le dijo Alek en tono burlón intentando que su amigo se calmara.

-Oigan dejen de ser tan tontos. Lo que han hecho fue por un bien mayor, esto supera cualquier tonto ego elevado de sus alfas.- dijo simplemente la omega.

Sintieron cómo la puerta de entrada se abría y volvía a cerrarse, sintieron como cada uno dejaba sus zapatos a un lado y caminaban por el corredor hasta llegar a ello.
Un completo silencio se instauró en la sala, los alfas percibieron que algo no estaba del todo bien y los omegas sintieron que la piel podía erizárseles de tan solo ver la presencia de los cuatro hombres parados frente a ellos.

-Qué sucede? Qué hacen todos aquí?- preguntó Franc acercándose a su omega para saludarla gentilmente, y luego a sus dos pequeños omegas.

-Es una buena pregunta, esta nevando. No te sentías mal Nicolai? Deberías estar en cama.- Klaus estaba algo confundido y miraba a su omega con los ojos entre cerrados.

-Tranquilo alfa, me sentía sola y les pedí que vinieran. Hoy ha sido un día bastante malo para mi.- Katterina observaba a Klaus muy calmada pero con un tono que marcaba muy bien su presencia como cabeza de familia.

Nadie podría contradecir algo como lo que había dicho la omega.
Todos allí sabían lo doloroso que habían sido estos meses pasados para ella, lo fueron para todos sí pero al parecer Dimitry y Katterina lo estaban padeciendo de una forma increíble.

-Ya que estamos todos, pasemos el resto del día juntos.- Fue lo único que dijo Dimitry volteando para subir las escaleras directo a su cuarto.

Los omegas se echaron miradas rápidas, miradas que Alexey desde su lugar y en el completo silencio con el que había llegado pudo ver, y aún así siguió en silencio.


Al parecer un día familiar no parecía tan mala idea..









(1274 palabras)

>>Holis cómo han estado?
✨✨

Caminando entre las sombrasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora