Perecerán

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Luego de encender las cámaras y confirmar que se estaba transmitido correctamente, Sasha caminó hasta llegar a los dos alfas por detrás y les quito los auriculares para que ambos  pudieran oírlo.

-Hola Señores.- ambos alfas se habían comenzado a remover en sus lugares cuando sintieron que lo estaban tocando, y ambos quedaron completamente quietos cuando sintieron aquella voz.

Sasha miró a Luca haciéndole una seña con su cabeza para que también saludar a cálidamente a los alfas.
-Es un placer verlos de nuevo caballeros.-
Luca estaba parado frente a ellos con sus manos por delante cruzadas abajo observando cada movimiento que pudiera hacer.

Ambos alfas se removían una y otra vez sin parar, querían hablar querían decir algo pero no tendrían la oportunidad.
-Hoy haremos esto más rápido. Usualmente utilizo algunos inyectables para el dolor y para que resistan más, pero realmente hoy solo quiero oírlos gritar, suplicar y llorar. Hoy al menos uno de ustedes morirá de la peor forma posible, es una promesa.- Sasha golpeó a ambos con las palmas de sus manos y pasó por en medio de los dos alfas dirigiéndose a Luca.

-Hoy mis bebés también son tuyos si quieres usarlos, sé que dijiste que te bastaba con verme pero puedes participar si lo deseas. Disfrútalo.- fue lo último que le dijo a su primo haciendo referencia a todos los instrumentos que habían sobre la mesa y a tomar acción en lo que pasaría luego. Algunos instrumentos eran los que Sasha comúnmente utilizaba, otros estaban reservados para ese día...

Sasha se dirigió directamente a Matteo y quitó su venda de los ojos para que pudiera ver todo lo que le haría a su hermano.
El terror en los ojos de ese alfa sería como combustible para que el omega encendiera aún más el deseo de matarlos.

Sasha tomó a Massimo quitándolo de la silla y golpeándolo varias veces.
El omega no emitió ningún sonido hacia su padre, simplemente lo golpeaba a diestra y siniestra...
Le había roto un brazo, le había quebrado un pie y una muñeca, había quebrado tres de sus costillas y aún faltaba la mejor parte.
-Todo lo que te haré ahora hasta que dejes de respirar e incluso después de eso será para devolverte todo lo que me has hecho y lo que le hiciste a Vladimir.-
Golpeó esta vez su boca y la mordaza se cayó, y antes de volver a colocarla el alfa pudo hablar.

-Espera espera espera... No quieres saber porque lo maté? Él era igual que tu y tenía la misma mierda dentro de él, quiso matarme una vez y no logró y solo lo respeté porque tu venías en camino... Él... no era un ejemplo para ti ni era seguro tenerlo cerca, por eso lo maté.- la cara de Sasha se había desfigurado aún más y su cara de desquiciado era peor. Volvió a golpear al alfa y éste volvió hablar.
-Qué crees que pase cuando un día te despiertes queriendo matar a una mala persona y ese sea Dimitry?, o tus propios hijos?.- lo quería atormentar pero el lado racional y sensible de Sasha no estaba allí.

El omega se rio tan fuerte y de una forma tan siniestra que el alfa no volvió hablar.
Sasha caminó tomando un palo grueso tal vez de unos 5 u 8cm, lo tomó con fuerza y lo metió hábilmente entre los brazos del alfa haciendo que quedara boca abajo, y lo noqueo golpeando la punta del palo fuertemente en su cien dejándolo tendido en el piso...

Unos minutos después el alfa se había despertado y se encontraba sobre sus cuatro extremidades, tenía atado a su mano derecha un fino hilo de tanza que se extendía a una silla entre medio de la oscuridad que poco se dejaba ver.
Sus brazos y piernas estaban separadas por dos caños aferrados a cada una de sus muñecas y tobillos, era un simple mecanismo, y si el alfa hacía algún movimiento brusco el hilo se tensaría y haría que lo que fuera que estaba en la silla se dirigiera a él..

Sasha se inclinó frente a su padre y le aclaró un par de cosas antes de continuar.
-Mi padre no pudo matarte, pero yo no soy él...- hizo una pausa acomodando entre sus manos el palo con el que había noqueado al alfa.
-Jamás mataría a mi alfa, ni pensaría en hacerlo porque él no es como tú...- se puso de pie y comenzó a caminar para ponerse detrás del alfa.
-Nunca le pondría un dedo encima a mis hijos o a los hijos de mis hijos o a los hijos de mis amigos, porque yo no soy como tú.- Sasha se había inclinado por detrás del alfa y antes de actuar le dijo unas palabras más.
-Ten cuidado de no moverte, porque si lo haces un rifle recortado te volará la cabeza...- y ferozmente y sin ningún cuidado incrustó el palo que sostenía entre sus manos en el ano del alfa.

Caminando entre las sombrasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora