-Te escuchas muy agitada, ¿Qué sucede?
-Mañana en la noche es la fiesta de gala de la empresa y debo comprobar que todo está en orden.
-Estoy segura de que lo has comprobado más que una vez.
-Nunca es suficiente.... Dani, ¿Ya estas listo?
-¿Vas tarde al trabajo?
-Mi jefe me ha dado el día libre, pero no he podido aceptarlo, debo estar en la empresa en menos de quince minutos hay una importante junta y nunca he faltado como secretaria personal.
-Entonces déjame que te ayude, puedo llevar al pequeño a la escuela, estoy segura de que él sabrá guiarme.
-¿Cómo pretendes llevarlo si estas a millones de kilómetros Cristina?
En ese momento Amelie abrió la puerta y observó a su amiga de pie del otro lado, abrió los labios en forma de O.
-¡Sorpresa! – Cristina la abrazó.
-¿Por qué no me dijiste que vendrías? Pude pasar por ti al aeropuerto.
-Bueno, aquí estoy así que me puedes ir a dejar cuando me vaya.
Amelie la abrazó de nuevo.
-Estoy tan contenta de tenerte aquí.
-Y yo más de poder ayudarte.
-¡Tía! – El pequeño corrió a sus brazos al verla.
-Dani, has crecido demasiado, ¿Qué has comido últimamente? Creo que pronto podrás alcanzarme.
-¿Te cuento mi secreto? Mamá me ha dado permiso de comer helado estos días.
-Entonces me sentaré contigo en el sofá y comeremos mucho helado para ser tan altos.
-¡Sí! – gritó con entusiasmo el niño.
-Bueno, bueno, antes de que se queden en el sofá sentados comiendo solo helado, debemos llevarte al colegio.
-Bien, entonces lo llevo yo.
-¿Mamá me iré con mi tía Cristina hoy?
Amelie asintió con la cabeza.
-Ve por tus cosas que nos vamos pequeño.
-Gracias – susurró la madre.
-No es nada.
-Por cierto, ¿Has traído equipaje? – Miró a los lados.
-El recepcionista me ha dicho que lo subirán en un momento.
-Mi madre ha salido a comprar la despensa para la semana así que al regresar ella recibirá las cosas.
-Pensé que estaba haciendo la limpieza o la comida o estaba durmiendo, ¿Tú madre sigue viviendo aún aquí?
Stone rio.
-Si mi madre aun vive conmigo, solo que ahora que tiene una pareja le he dejado un poco de tiempo libre, aunque se ha negado al principio, pero le he dicho que me encargo de todo.
-Estoy ansiosa por conocer a ese dichoso señor Badminton.
-Esta noche podrás conocerlo.
-Estoy listo mami.
-Entonces en marcha.
Los tres salieron del departamento y fueron en busca del auto, mientras avanzaban Amelie no dejaba de mirar su reloj en la muñeca.
-Si te parece mejor Dani y yo podemos ir caminando o tomaremos un taxi, no tengo problemas en conocer la ciudad sola, además este pequeño listillo conoce como llegar al colegio, ¿No es así?
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Solo esta noche.
Ficțiune adolescențiLa vida a veces puede ser un poco desafiante o en este caso ser un completo caos. Amelie Stone ha pagado con creces cada error de su vida, que enamorarse es el menos permitido. Tiempo atrás pensaba vivir su sueño, pero una inoportuna decisión le hi...