Como de costumbre Amelie se levantó, desayunó con su hijo y lo llevó al colegio, esta vez regresó a casa y se sentó en el comedor a revisar su portátil.
-¿En verdad te pondrás a trabajar estas horas?
-¿Tengo algo mejor que hacer? No puedo descuidar mi trabajo mamá.
-Hoy es la gala hija, así que desde mi punto de vista deberías descansar lo suficiente para verte espectacular.
-Mamá, estoy bien y podré soportar la noche, no es algo nuevo para mí.
-¿Qué haces tú aquí? – Cristina se detuvo a verla en su recorrido por un vaso de agua.
-¿Sigues en pijama? – Amelie miró su reloj de muñeca. – Son las nueve de la mañana.
-Pregunté primero.
-Estoy trabajando, es lo que debo hacer.
-Ve a dormir y es una orden, ¿O quieres que todos vean las ojeras que tienes?
-¿Tengo ojeras visibles? – Se tocó la cara.
Su madre asintió y Cristina se cruzó de brazos. Resignada apago su computador y se encamino a su dormitorio. Su cuerpo volvió a tener contacto con su cómoda cama y no tardó en dormirse.
-Bella durmiente, ¿Segura que aún no deseas levantarte?
Amelie comenzó a abrir los ojos.
-¿Qué hora es?
-Tres de la tarde.
-¿Por qué no me has levantado antes? – Se sentó rápidamente en su cama.
-Creímos que debes dormir lo suficiente, solo que ha llegado un paquete y deseo saber que es.
Se colocó los zapatos de casa rápidamente y corrió a la puerta principal. Miró el paquete en el lugar habitual donde dejan la correspondencia y como siempre la caja tenía aspecto de regalo de cumpleaños.
Lo abrió con cuidado de que su madre y amiga no mirasen otra cosa que no fuera el antifaz. Desenvolvió el producto y aquello parecía ser recién elaborado.
-Esta mucho mejor que en la foto.
-¡Es hermoso!
Su celular comenzó a sonar.
-¿Señor?
-Amelie, ¿has enviado los correos correspondientes con todo el itinerario de esta noche?
-Si señor, lo he corroborado esta mañana.
-¿La prensa se está instalando?
-Son las tres de la tarde, se supone que deben estar ahí a partir de las cuatro y media o cinco, se ha organizado a un grupo de guardias que los guiaran con la coordinadora del evento.
-¿No estarás presente para cuando ellos lleguen?
-No pensé que fuera necesario, pero si lo desea, ahora mismo voy para allá y así vigilo que todo quede en orden.
-Esperaba que así fuera.
-No tenga problemas estaré ahí en cinco minutos.
-Te llamaré mas tarde, si necesitas algo no dudes en hacérmelo saber, aunque estoy seguro de que puedes arreglártelas.
-Si señor. – Colgó. – Tengo que irme.
Avisó a su madre y amiga, se metió a la ducha rápidamente y en menos de media hora estaba caminando de prisa buscando las llaves del auto.
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Solo esta noche.
Teen FictionLa vida a veces puede ser un poco desafiante o en este caso ser un completo caos. Amelie Stone ha pagado con creces cada error de su vida, que enamorarse es el menos permitido. Tiempo atrás pensaba vivir su sueño, pero una inoportuna decisión le hi...