Capitulo 11

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Cambió de opinión y se adentró en las oficinas Kent. Caminó a la sala de descanso de la planta baja y miro la silueta sentada en el sillón rojo.

-Pensé que no vendrías. – dijo con voz seductora.

-¿Qué haces aquí? ¿Cómo has entrado? – Miro a su alrededor para asegurarse que estaban solos.

-Tuve que preguntar.

-¿Alguien más sabe que estas aquí?

-Por supuesto que no. – Dejo su vaso de güisqui en la mesita central.

-¿Qué pretendes? – Se acercó a él.

-¿No es obvio? Lo mismo que tú. - La miró de arriba abajo. 

La tomó de la parte de atrás del cuello y la beso con intensidad. Ella no se opuso y le abrió las piernas para apoyar la pierna desnuda en el sillón y poder hacer el beso más profundo.

Se separó lentamente para comenzar a besarle el cuello. Amelie llevó sus manos a la hebilla del cinturón y lo desabrochó.

-Alto ahí, esta noche tengo otros planes.

El apartó sus manos e introdujo uno en la pierna desnuda hasta rozar su entrepierna, ella tembló con el contacto de su fría piel. Ambos estaban sumidos en su burbuja de placer que no escucharon la puerta abrirse y sin hacer ruido se unió a ellos.

Tomó a Amelie por los pechos, por encima del vestido y ella apoyo la cabeza en su torso. Los masajeo con delicadeza, hasta que se deshizo de la parte superior del vestido.

-¿Te gusta esto Amelie?

-Si. – Dijo entre gemidos.

Ambos hombres le ayudaron a deshacerse del largo vestido, se quedó de pie entre los dos y los reconoció. Su jefe estaba parado únicamente con la camisa y los pantalones al frente, mientras que Derek sentado le acariciaba la cintura y los muslos de arriba abajo.

Su jefe dio un paso al frente y le quitó la máscara.

-Estas más hermosa sin esto.

-Estas más guapa que la ultima vez. – Derek se puso de pie y le mordisqueo el lóbulo de la oreja, seguido de un apretón en el culo.

-No nos quedaremos toda la noche expectantes Amelie. – Patrick abrió los brazos indicándole que era su turno.

Poco a poco y sin dejar de mirarlo y tampoco de sentir las caricias de Derek, comenzó a desabrochar los botones de la fina camisa de su jefe, llegó al pantalón y desapareció el cinturón. Abrió la bragueta y deslizó las dos únicas prendas que lo cubrían hacia abajo.

Sintió un estirón y escuchó sus bragas romperse, dos musculosas manos quitaron las pegatinas de los pezones y mostraron la dureza que tenían. Su vulva se humedeció sin haber sido tocada.

Patrick se acercó tanto que su miembro erecto rozó con su vagina y ella se puso de puntitas para montarlo, Derek le beso la espalda y deslizó su cabello a un lado. Con voz ronca pronunció. 

-¿Esto es lo que deseas Amelie?

Asintió con la cabeza.

Patrick apenas rozó sus dedos y las piernas le temblaron, Derek la volteó hacia él y se adueñó de sus labios. El pene erecto de Patrick lo sentía en la unión de sus nalgas, mientras que sus dedos comenzaban a introducirse en su vulva y Derek estaba masajeando sus pezones de manera rápida. Miró adueñarse de uno en sus labios y gimió cuando mordió su pezón.

-Amelie.... Amelie... - Escuchó a lo lejos que apretó más fuertes los ojos. – Amelie, ¡Amelie! – Un grito estridente la hizo abrir los ojos y se encontraba sola en la cama con los dedos dentro de sus bragas de tela.

Solo esta noche.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora