El parque que se extendía ante mis ojos siempre me pareció enorme con sus numerosos y largos senderos, originales puentes, frondosos árboles y bellas lagunas; pero hoy me parecía que yo era una hormiga astronauta flotando en el espacio.
¡¿Dónde carajos está esa puta cafetería?!
Paris me citó en un local que fue inaugurado a inicios del verano, justo después de que fuera de vacaciones con mi familia a Berlín. Me lo describió 500 veces, pero no lograba hallarlo, pues verán, la orientación espacial no es lo mío.
A lo mejor es una cafetería invisible.
Y tú ya habías tardado en meter la nariz.
Soy una conciencia, no tengo nariz.
No te hagas la graciosa. Sabes a qué me refiero. Siempre estás burlándote. ¿No puedes mantenerte calladita?
¡Por supuesto que no! Yo soy la estrella aquí.
No se asusten con mis monólogos internos, ya fuimos al psiquiatra y dijeron que no era grave, que si tomaba mi medicación nadie saldría herido.
O tal vez sí...
Justo cuando proseguiría hablando sola me interrumpió mi celular. Ante el estruendo de Wake me up busqué rápidamente el dispositivo en mi bolsillo y cuando acepté la llamada me arrepentí una y mil veces de haberlo hecho.
—¡¿Bélgica, dónde carajos andas metida?! —resonó la voz furiosa de Paris y, por el bien de mi membrana timpánica, opté por alejar el móvil de mi oído.
—Cordiales saludos para ti también —emití, serena. Sabía que eso la irritaba y era sumamente divertido hacerla enojar.
—¡Bélgica, no empieces que me pongo nerviosa! Llevo 3 horas esperando —se quejó exageradamente.
—Paris, no hace ni una hora que salí de casa.
—¡Llevo 3 horas esperando dije! Estoy sentada aquí como una tonta y ya tengo las nalgas cuadradas —rebatió dramáticamente—. ¡Todos deben pensar que me dejaron plantada!
Joder, ni yo con el período hago tanto drama.
—Imagino lo que deben estar pensando ahora con tu ataque de histeria.
—¡No te burles que toda esta tragedia es tu culpa!
—¿Tragedia? —repetí, burlona y escéptica—. Lo dices como si hubiera muerto alguien.
—Bélgica... murió mi dignidad —refutó teatralmente.
—Tal vez si me dices dónde queda la cafetería, me dé tiempo llegar al entierro —emití, sarcástica.
—¿Dónde estás?
—No sé —respondí, encogiéndome de hombros.
—Bueno, descríbeme los alrededores para orientarte.
—No sé, hay un banco.
—Bélgica, el parque está lleno de bancos —respondió entre dientes.
—Bueno, hay árboles también —añadí.
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BÉLGICA [R1]
Novela JuvenilHola, persona random de Wattpad. Mi nombre es Bélgica Knoller y te preguntarás: ¡¿quién rayos es esa?! Buena pregunta, camarada. Para no hacerte el cuento muy largo... Soy la tercera de cinco hijas de una exitosa pareja de famosos. Probablemente c...