19-Aceptación
**Byakuya**
Tras tanto sufrimiento y dolor, por fin ha llegado el día que puedo respirar tranquilo sin sentir esta opresión en el pecho sonriendo cuando el director del hospital, Ishida Souken, me ofrece los papeles de la alta médica con una sonrisa dulce que me llega al corazón.
-Enhorabuena Byakuya. Eres un hombre realmente fuerte, muchacho. - agradezco sus palabras mientras miro el informe médico de mi alta. Cuando Renji me sacó de mi comunidad tras el plan que prepararon para engañar a los aldeanos, me tuvieron que traer directamente al hospital para ingresarme y operarme extirpándome el pulmón que tenía más afectado por la enfermedad de la que ahora ya soy libre al fin. Tengo dos cicatrices en mi cuerpo, la de mi cesárea y la del pulmón, marcas de por vida que sólo me recordarán dentro de mucho las dificultades que pasé para estar con vida. Una de ellas la más importante que fue la de traer a mi hijo al mundo. Mi pequeño pelirrojo.
-Mira, ya han venido a recogerte- abro los ojos al ver a Renji esperando en la entrada principal del hospital mientras Ishida empuja la silla de ruedas en la que voy sentado para no hacer esfuerzos. El pelirrojo sonríe mostrándome su blanca dentadura haciendo que el corazón me oprima el pecho. Me falta el aire...pero no del mismo modo que antes...
-Es un chico muy guapo, tienes suerte hijo- sonrío a Ishida cuando me llama de esa forma. En realidad, Ishida Souken no es mi madre, pero sí lo es de los últimos hermanos gemelos que tengo, ya que conozco a uno que es enfermero en prácticas, Seikan, el cual viene corriendo antes de que llegue a Renji y jadea mirándome con esos ojos azules idénticos a los míos tras sus gafas y la sonrisa que me recuerda a la de Soujun y Sen.
- ¡Nii-sama! Arf...quería...despedirme...- Seikan me mira con nostalgia y se sonroja un poco acariciándose su pelo trenzado. –No...no quiero perder el contacto contigo, tienes que venir un día a la comunidad de Haru-nii y conocerle...y allí también está Sou nii-sama al que todavía no he visto y a Sen-nii...ojalá podamos quedar todos juntos...-
Alzo mi mano para acariciar el joven rostro de mi hermano y veo como Renji nos mira sin perder la sonrisa antes de carraspear y acercarse a nosotros.
-No te preocupes Sei-chan, cuidaré bien de tu hermano- me remuevo internamente al oír eso y acepto la mano de Renji para incorporarme de la silla. Seikan e Ishida baten su mano despidiéndonos al entrar en el taxi que Renji ha reservado. Apenas puedo mirarle mucho, aunque ha estado viniendo a verme casi todos los días mientras he estado ingresado, casi siempre lo hacía en compañía de su padre o de Kurosaki. Ese muchacho...aún sigue a su lado y pese a que tengo que hacerme a la idea de que yo solo soy un invitado, me...duele no haber llegado a él....
-Cuando veas a Nova te quedarás hipnotizado- miro a Renji cuando habla de nuestro hijo y veo que hasta se emociona. –Es tan bonito...tan achuchable y llora como un gatito ¡parece como si no quisiera ni molestar con su llanto! - me alegra oír eso ya que no he podido sostener a mi hijo ni una vez desde que nació. No sé si estoy preparado para ello, aunque sea un doncel, no he tenido la oportunidad de ejercer como tal y menos como madre. Aún se me pone el vello de punta de solo pensarlo y creo que Renji nota esa incomodidad. Es...difícil estar a solas con él después de todo...
-Ya hemos llegado- Renji me ofrece su mano de nuevo haciéndome tragar saliva y cuando entramos en su apartamento, me sobresalto ante el efusivo recibimiento de los Kurosaki y el padre de Renji que gritan al unísono cuando entro. Dios...no estoy acostumbrado a estas cosas, casi me da algo....
- ¡Joder, os dije que no le asustarais!! ¡que aún está delicado!!-
- ¡Pero hijo, hoy es un día de celebración! ¡hasta Nova está contento! - Seigen mira al pequeño con una gotita de sudor al ver que mi hijo está a punto de llorar en sus brazos y todos se sorprenden cuando me adelanto a cogerlo cargándolo en mis brazos para calmarlo.
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"Compartidos"
FanfictionTodo por todos, ese es el lema de la comunidad en la que viven muchos de los protagonistas de esta historia. Un grupo cerrado, regido por su propia ley, ajenos al mundo moderno y con una estabilidad para los llamados donceles que ansían una vida de...