Parte 15: Condena

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15-Condena

**Renji**

Siento que se me cierran los párpados tambaleándome un poco en la silla donde estoy sentado velando a Byakuya tras el parto tan difícil que ha tenido. Ha estado durmiendo y prácticamente inconsciente desde que Isshin le cosió y temo porque no vuelva a despertar por lo herido que está físicamente e incluso emocionalmente. Joder...tiene que reaccionar para poder empezar el tratamiento de la enfermedad y curarse....

- ¡Ah!! ¡Byakuya! - me levanto de golpe al ver que ha abierto los ojos y le cuesta ubicarse mientras yo me pongo algo más nervioso. –Menos mal que estás bien...te has perdido la mejor parte, la del pequeño cuando nació y...-

-Lo...vi...- escucho su voz ronca y cansada con un tono tan bajo que tengo que acercarme a su rostro para escucharle mejor. No puedo evitar acariciar su cabello, apartando los mechones que le caen sobre la frente para que no le molesten sobre los ojos. Él parece agradecerlo con su mirada y eso me hace sonreír.

-Es un niño precioso ¿verdad? - él entrecierra los ojos asintiendo y yo trago saliva. –Aunque el que haya heredado mi cabello creo que no es algo que...-

-Me...gusta...- abro los ojos al ver cómo sonríe levemente haciendo que el corazón se me encoja en el pecho. –Quiero...que se parezca...a su padre...-

-Tiene tus ojos. Son azules, aunque apenas los tiene abiertos porque está en observación y...- noto que se me hace un nudo en la garganta por la emoción. –A mi nee-san le habría encantado estar aquí ahora mismo. Contigo. Con vuestro hijo...- jadeo levemente cuando Byakuya agarra mi mano con fuerza pese al temblor que me transmite.

-Es...nuestro hijo, Renji...- parpadeo al oírle incrédulo por sus palabras. –Desearía...haberlo engendrado...de otra forma...-

-Como un hombre normal, lo sé- veo como me niega con la cabeza lo que puede y expira fuertemente con un gesto de dolor.

-Con...amor...haciendo...el amor contigo...- noto que se me anegan los ojos de lágrimas cuando él me lanza una mirada brillante y apoyo mi frente contra la suya notando lo febril que está. Siento como si se estuviera confesando por temor a morir y eso me produce un pánico inexplicable. Ya he perdido una hermana...y por egoísta que parezca, perderle a él...creo que me dolería mucho más....

-Renji...te quiero...- mis ojos casi se salen de las órbitas cuando susurra eso y alza levemente el rostro para rozar mis labios con los suyos suavemente. El corazón se me acelera al haberle oído y al roce electrizante de sus labios que desaparece cuando cierra los ojos tras jadear de dolor.

-Byakuya... ¡Byakuya!!!- mi padre e Isshin oyen mis gritos desesperados y me obligan a salir de la habitación para reanimar a Byakuya consiguiendo estabilizarle durante unos largos minutos de sufrimiento. Me paso las manos por el pelo varias veces rememorando sus palabras haciendo que me sonroje apretando los dientes. ¿Él...me quiere? ¿por qué? ...después de cómo le he tratado, de estos años odiándole... ¿Por qué me ha dicho eso?? Joder, el pecho...me arde....

-Renji- miro a Isshin cuando sale de la habitación con el rostro serio tensándome. –Byakuya está estable pero no sabremos si soportará el tratamiento. La enfermedad está afectando a sus pulmones, sobre todo al derecho-

- ¿Hay que operarle? -

-No está lo suficientemente fuerte para ello. Primero hay que empezar el tratamiento y vemos si la enfermedad remite y para después, sabremos qué órganos han quedado tan dañados como para intervenir. Lo siento muchacho. -

**Seigen**

Miro con preocupación, pero a la vez con emoción como mi hijo Renji acuna entre sus brazos a mi nieto apenas recién nacido hace unos pocos días sin perder esa sonrisa que me alegro que haya recuperado.

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