CAPÍTULO XVI

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 Audio: Nothing Less Nothing More, Tom Hodge ft

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 Audio: Nothing Less Nothing More, Tom Hodge ft. Eivør 

AMISTAD

—No puedo creerlo —dice Yina perpleja al saber lo de la página de Facebook.

—Son unos verdaderos monstruos —digo observando fijamente la luna llena.

—¿Cómo reacciono Alex?

—Se fue, no sé a dónde, pero estaba muy molesto.

—Espero que haya ido directamente a partirle la cara a Edwin —contesta con rabia.

Después de que Alex se fue de mi casa, Yina me llamo por teléfono y me cito en el mismo lugar del bosque para poder hablar sobre lo ocurrido en la clínica, ahora se encuentra mejor del estómago y quiere seguir planeando la justicia de Raquel.

—No sé por qué a la gente le gusta ver y criticar los defectos de otras personas, ¿por qué no se fijan en las virtudes? Raquel era una gran chica, ella dibujaba hermoso... ¿Sabías que su sueño era ser diseñadora?

Observo a Yina y antes de preguntarle cómo es que lo sabe, ella se adelanta en contestarme.

—Lo sé, porque cuando guarde sus cosas de su casillero lo descubrí —dice encogiéndose de hombros.

—Raquel no merecía eso. Nadie lo merece —digo con lamento.

—Pero tranquila, que tengo un plan —dice Yin.

—¿Qué plan?

—La noche de neón... —dice y sonríe.

—¿Noche de neón? —pregunto frunciendo las cejas.

—Sí, es una celebración del pueblo en la que todos los estudiantes van. Es algo así como Halloween, pero en Profitt —me contesta sonriente.

—Entonces planeas... —espero a que me conteste.

—Planeo que en esa noche le demostremos a todos que Edwin no es lo que parece, quiero que él mismo nos confiese lo que le hizo a Raquel y esa evidencia usarla en su contra para que ella pueda tener justicia y te deje en paz.

Me quedo pensando unos segundos.

—¿Qué me dejé en paz? —digo al saber que yo no le he dicho nada a Yina sobre Raquel, nunca le he dicho que yo puedo verla o hablar con ella.

—¡UPS! —se cubre la boca—. Lo sé todo, Eliz —me ofrece una mirada sincera—. Te escuché hablando con Alex, sé que puedes verla y has hablado con ella. Por esa razón te estoy ayudando, para que Raquel pueda descansar en paz y tú también —me sonríe y se acerca a darme un abrazo que correspondo segundos más tarde.

—Gracias por creer en mí —le sonrió al ver que la noticia lo tomo bien, cualquier otra persona me habría tomado como loca, pero ella no lo hizo.

Es difícil que después de que alguien sabe tu secreto, en mi caso, ver y escuchar a personas que no están vivas, sigan conmigo. Esa es la principal razón por la que nadie más que papá, Lalito y Alex, ahora Yin son los únicos que saben de mi secreto.

—Ahora eres mi amiga, y pase lo que pase siempre te creeré, eso hacen las amigas ¿no? —ríe y me da un apretón de manos.

—Supongo que sí, nunca he tenido a una verdadera —sonrió un poco triste.

—¿Cómo? ¿Y qué hay de los amigos que tenías en la ciudad? —me pregunta frunciendo las cejas.

—Solo tenía a una, pero no ha respondido mis llamadas desde que me mude aquí —bajo la cabeza, pero Yin me toma la barbilla y la sube para ofrecerme una gran sonrisa.

—Ahora nos tienes a Alex y a mí. No estás sola.

Sonrió y la abrazo, ahora sé que no estoy sola, ahora me siento como alguien normal.

...

Vuelvo a casa y voy directo a mi cuarto en donde me encuentro con Lalo viendo hacia la ventana.

—¿Lalito? Creí que estabas dormido.

—¿Quién era? —voltea y me ve con las cejas fruncidas. Seguramente me vio con Yina desde aquí.

—Una amiga —le sonrió.

—No me agrada —dice y se acuesta sobre mi cama mientras abraza su peluche.

—¿Y eso? —sonrió y me acuesto a su lado.

—No me gusta, tampoco me gusta que ahora estés más tiempo con ese chico y con ella. Ahora no estás conmigo.

—Lalito... tú siempre quisiste que tuviera amigos y ahora los tengo —le digo viéndolo a los ojos.

—Pero ahora el que se siente en soledad soy yo... Papá trabaja todo el día, yo no tengo amigos, tú sí y ahora estas todo el día con ellos y mamá... —pasa saliva y veo como sus ojitos se llenan de lágrimas.

—Ella siempre estará con nosotros —digo y limpio sus lágrimas—. Y yo nunca te dejaré. No permitiré que te sientas así de nuevo, ¿prometido? —él asiente.

—¿Me lees el cuento de la luciérnaga azul? —me pide y yo le sonrió.

Me acuesto a su lado y le comienzo a leer su cuento favorito.

—Hace mucho tiempo un pequeño niño vivía con las luciérnagas, todas ellas lo cuidaban y lo amaban, ya que él era como un hijo para ellas, en especial esa luciérnaga azul que tanto lo acompañaba... Cuando ellos llegaron, todas las luciérnagas se unieron para defender al pequeño niño de esos horribles murciélagos... —cuando voy a la mitad del cuento, veo como él se queda dormido, pero esta vez decido terminarlo—. Los murciélagos comenzaron a atacar, muchas luciérnagas cayeron, pero la azul nunca se rindió, el amor que sentía hacia el pequeño niño la motivo a seguir peleando y defenderlo a toda costa... Cuando el niño se dio cuenta de que toda esa guerra era para protegerlo, él tomó una gran decisión. El niño decidió irse con los humanos, comprendió que estando con las personas él podría cuidar de ellas. Él entendió que ese lugar era al que pertenecía... —no lo concluyo al sentir un nudo en la garganta.

A mi hermanito le gusta creer que la luciérnaga azul era mamá, la luciérnaga más fuerte, valiente y brillante de todas. Le gusta pensar que él, es el niño que tomo la gran decisión y decidió quedarse con las personas, decidió quedarse conmigo para que juntos nos cuidáramos.

Él quiere ser ese niño valiente que cuida de mamá y de mí, pero no sabe que ya lo es.

—Te amo Lalito —le doy un beso en la frente y me duermo a su lado.

...

LA VENGANZA DE RAQUEL [Sin editar] ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora