LA VENGANZA DE RAQUEL [Sin editar] ✔️

CAPÍTULO X

Audio: The Thrill Has Gone · Louise Dowd · Shelley Harland

ATRAPADOS

"Creer que estando sola todo estaría mejor, era un error.

Ahora todo ha empeorado.

Burlas, golpes, inferioridad, maltrato y más era todo lo que recibía de su parte... "

—Hola, Eliz —soy interrumpida por Yina.

La saludo mientras guardo el diario de Raquel que encontré anoche.

—¿Qué hacías? —me pregunta sonriendo.

—Estudiando —le contesto de igual forma.

Ella no me hace más preguntas y comenzamos la clase. Alex llega más tarde, pero esta vez me sonríe y no me ignora como los primeros días. Durante el receso, mientras que Yina va por un jugo aprovecho para contarle a Alex lo que encontré.

—¿Dónde dices que lo encontraste? —él me pregunta observando el diario.

—En el sótano.

—¿Qué dice?, ¿Menciona por qué se suicidó?

—¿Conoces a la señorita Montero? —frunzo las cejas al preguntar.

—Sí, es la psicóloga del instituto. ¿Por qué? —me contesta confundido.

Recuerdo el fragmento que anoche leí:

"Nadie sabía mis secretos, nadie me conocía, ni siquiera él. Pero hoy la señorita Montero supo la verdad, me descubrió con el dibujo que me hizo hacer... "

—Ella tiene información importante de Raquel —le respondo.

—¿Quieres que entremos a robar su expediente? —Alex me pregunta frunciendo las cejas.

—Yo no diría robar, pero... ¿Podemos hacerlo?

—Nada es imposible —él sonríe de lado.

—Excepto, cambiar el pasado —Yin contesta sonriendo al llegar—. ¿De qué hablan?

Alex y yo nos damos una mirada sin saber qué decir.

—¡Vamos, pueden confiar en mí! Desde la noche del autocine sé que me esconden algo.

Ambos nos damos otra mirada.

—Es sobre Raquel, ¿no? —Yin nos descubre, pero no le contestamos—. Vi que traías su diario —se dirige a mí.

—¿Su diario? —digo sin saber qué contestar.

—Sí, yo fui la que guardo las cosas de Raquel en una caja con su nombre. Pero... ¿Cómo lo conseguiste? —me pregunta confundida.

—Estaba en el sótano. Lo único que quiero es ayudarla.

—¿Ayudarla?

—Yina, creemos que alguien la obligo a suicidarse —responde Alex.

—Y ustedes... quieren saber quién fue —concluye y Alex y yo asentimos.

—¡Entonces quiero ayudarlos! —exclama sonriente—. Si alguien la obligo a hacerlo, yo quiero descubrirlo y hacerlo pagar.

Durante el tiempo que resta del receso nos encargamos de acordar un plan para poder entrar a la oficina de la psicóloga escolar y obtener información de Raquel. Finalmente, cuando las clases terminan, los tres nos ponemos en marcha: Yina se encarga de cuidar el pasillo y entretener a cualquiera que quiera entrar, Alex se encarga de conseguir las llaves con el conserje y juntos entramos a la oficina de la señorita Montero.

—Yo busco aquí —me informa Alex abriendo unas gavetas.

—Y yo aquí —le contesto mientras comienzo a buscar dentro de las gavetas del otro lado de su oficina.

—¿Estás seguro que a esta hora la psicóloga no volverá? —le pregunto un poco nerviosa de que alguien nos descubra.

—Seguro, a esta hora los maestros salen a comer.

Después de largos minutos de búsqueda y sin éxito, Alex me propone en ir a buscar en el almacén de archivos, dicho almacén se encuentra en la misma oficina, pero en una puerta al fondo.

—... aquí traen a todos los archivos que no caben en las gavetas, considerando que Raquel no ha tenido sesiones con la señorita Montero durante un año, creo que es más probable que esté aquí adentro —comenta Alex cerrando la puerta.

—Son muchos archivos —digo al ver que el almacén es más grande de lo que pensé, hay varias filas de cajas en orden alfabético.

—Iniciemos por aquí —me guía hasta la letra Z, ya que me comenta que el nombre completo de Raquel era, Raquel Zolder Graco.

Pasamos varios minutos en búsqueda del apellido Zolder, hasta que finalmente encuentro su archivo.

—¡Lo encontré! —digo orgullosa y en ese preciso momento escucho como golpean la puerta.

Alex y yo nos vemos a los ojos y esperamos a escuchar la señal de Yin.

Escuchamos que la puerta de la oficina es golpeada tres veces más, cada toque más fuerte que el anterior, esa era la señal de Yina. Y ya era hora de salir. Alex se encarga de guardar los archivos rápidamente, mientras yo tomo fotografías de cada página del archivo de Raquel y lo devuelvo a su lugar. Cuando hemos terminado ambos estamos a punto de salir, pero nos detenemos al escuchar la voz de una mujer.

—La psicóloga Montero... —murmura Alex—... ha vuelto.

...