LA VENGANZA DE RAQUEL [Sin editar] ✔️

CAPÍTULO XXVI

Audio: Words, Skylar Grey  

LA MELLIZA

El día de su cumpleaños su tía le quiso organizar una fiesta sorpresa, yo fui y la ayudé con gusto, pero la tía de Raquel tuvo que irse a conseguir lo que faltaba. Mientras yo terminaba de organizar todo, Raquel regreso y actuó diferente...

Alex se detiene a recordar.

—... Ella extrañamente me ofreció vino, eso era raro porque Raquel no bebía y esa tarde si lo hizo. Creí que era porque estaba feliz por su cumpleaños, pero entonces me empecé a sentir mal... Todo empezó a girar a mí alrededor y... no recuerdo más.

Él ve a la nada.

—Cuando desperté estaba acostado con ella en su habitación, habíamos estado juntos, pero yo no lo recuerdo. Yo no sabía cómo había pasado eso entre nosotros dos. Recuerdo que cuando baje a la sala y fui por un vaso de agua a su cocina, ahí sobre la mesa estaban esas pastillas. Raquel me había drogado. Ella me drogo para que estuviera con ella.

Alex toma aire y se revuelve el cabello con las manos.

—Yo la quería Eliz —me dice mirándome a los ojos—. La quería, peo lo arruino todo. Nunca tuvo que hacerme eso —sus ojos se llenan de lágrimas—. Al siguiente día en el instituto no cruce palabra con ella, deje que la molestaran y... discutí con Raquel, le dije cosas que la lastimaron... la herí. Pero yo no sabía que ella se suicidaría horas más tarde, yo no lo sabía —dice con la voz entrecortada y veo como lágrimas empiezan a salir de sus ojos y resbalar por sus mejillas.

Me quedo en silencio. Siento como mis ojos también se humedecen, porque creo saber lo que paso en realidad.

—Yo... —se queda en silencio en espera de mi reacción— ¿Es mi culpa, no?

Yo niego y me acerco a él para abrazarlo, él al igual que Raquel solo fueron víctimas de ella, de Regina.

—¿Qué te dijo Raquel cuando la enfrentaste? —murmuro.

—Lo negó todo, por eso creí que ella tenía doble personalidad o algo similar.

—Si te dijera que ella te dijo la verdad. Raquel no te drogo Alex —digo al separarme de él.

—¿Cómo? —pregunta con las cejas fruncidas.

—Raquel tiene una melliza, se llama Regina.

Alex niega con la cabeza.

—Fui a visitar a la señora Yomaldi y me dijeron que ella falleció, pero busque a la tía de Raquel y ella me dijo la verdad. Raquel se suicidó por culpa del monstruo de su hermana.

Alex no me comprende, pero después de que le cuento todo lo que la señora Zolder me dijo, él se sienta sobre una piedra y se cubre la cabeza para lamentarse.

—No... no, no puede ser —murmura mientras niega con la cabeza.

Si la muerte de Raquel le dolía, ahora que conoce la verdad está sufriendo. Saber que Raquel no fue la culpable, que Raquel no hizo nada y todo este tiempo fue Regina la responsable de todo, es algo muy doloroso.

Ahora entiendo a Raquel cuando me dijo que quiere Justicia. Pero... ¿Cuál ha sido el objetivo de Regina desde un principio? ¿Qué busca haciéndose pasar por su melliza?

...

Alex estuvo sentado por horas, se lamentaba y le pedía perdón a Raquel por como la trato esa última vez. Yo no me despegue de su lado en ningún momento, solo le daba palabras de consuelo y trataba de darle mi fortaleza. Él me recordaba tanto a mí, cuando encerrada en mi cuarto lloraba y me lamentaba por haber provocado ese maldito accidente en donde perdí a mamá. Ahora entiendo que yo al igual que Alex, solo fuimos víctimas de otros seres sin corazón.

Lastimar a alguien más está muy mal, pero lastimar a tu propia hermana... lastimar a la persona con la que te criaste, con la que conviviste, es algo despiadado.

La noche comenzó a tornarse más fría y la lluvia comenzó a caer. Convencí a Alex de ir a mi casa y él aceptó. Por suerte papá estaba dormido y no se dio cuenta cuando Alex se quedó dormido en el sótano. Yo subí a mi cuarto y ahí me encontré con Lalo.

—¿Qué pasa? —le digo al verlo sentado sobre mi cama.

—Me dijiste que no me dejarías solo...

Mi corazón se me parte más de lo que está.

—Papá se irá mañana —dice triste.

—¿Iras con él?

—No quiero dejarte sola. Le prometí a mamá que te cuidaría.

Le sonrió al acercarme a él.

—Yo le prometí lo mismo —digo con lágrimas en los ojos.

—No llores. ¡Mejor sonríe porque te hice un regalo! —él sonríe feliz y me muestra un par de hojas de color.

—Están hermosos —digo al ver los dibujos que hay en ellas.

En la primera hoja veo a nuestra familia completa, sonriente y radiante, mamá está cargando a Lalito y papá me tiene a mí. En la otra hoja veo que solamente estoy yo.

—Para que no me extrañes mucho —dice y me abraza triste.

Al parecer, él ha elegido pasar estas dos semanas con papá.

...