LA VENGANZA DE RAQUEL [Sin editar] ✔️

CAPÍTULO XXXII

Audio: Tragic, Feat. Fleurie - Tommee Profitt

VIDA Y MUERTE

—¡No lo hagas Yin...! ¡Por favor! —digo, pero sé que es en vano cuando veo que ella suelta la leña con fuego y todo comienza a arder.

—¡Ella quería a Alex, y nosotras no podemos quitárselo! —grita mirándome con furia.

Trato de levantarme, pero es inútil, mis pies también están atados.

—¡NO! —grito desesperada.

Me niego a creer que este sea el final, que así sea como esto tenga que terminar.

—¡AYUDA! ¡POR FAVOR! —vuelvo a gritar con la esperanza de que alguien allá afuera me escuche y me ayude.

—¡Perdón hermanita! —grita Regina observando el fuego.

No dejo de llorar del miedo y desesperación, veo como todo se quema a mi alrededor y no puedo evitar recordar aquel día...

"—Mamá... —digo mientras ella maneja el auto. Tengo que contarle lo que paso ayer antes de que me arrepienta y nunca se lo diga.

—Dime hija —responde con su voz dulce.

—Ayer... lo vi —digo en un susurro y siento como el auto se tambalea de repente.

—¿Qué te dijo? —me pregunta y yo paso saliva antes de contestar.

—Que lo ayudará, quiere que lo ayude —le respondo viéndola.

—¿Qué más te dijo Eliz? —me dice apretando el volante.

Pienso antes de contestar...

—Que te lastimaría... de nuevo.

Ella aprieta los labios esta vez.

—¿Cómo dijiste que era?

—Es alto... me da miedo. Tiene bigote y viste de negro con un sombrero oscuro.

Veo como los ojos de mamá se llenan de lágrimas, sus nudillos se tornan blancos por la fuerza que aplica al volante.

—Ese hombre es malo Eliz —murmura sin verme al rostro—. Hizo cosas muy malas en su vida. Ignóralo hija, solo ignóralo.

Yo le hice caso, pero en ese instante él apareció al lado de la carretera. Estaba parado, sonriéndonos como si nos retara y supiera que él era el ganador.

—¡AHÍ ESTÁ! —grito señalándolo.

Mamá se distrae observando el lugar que le indico y por poner atención hacia otro lado no vimos el tráiler que se acercaba por la izquierda...

Todos sentimos ese horrible impacto que nos sacó de la carretera, el auto dió giros y giros hasta que se detuvo. Escucho los gritos de mi hermano y a mamá murmurar con voz cansada un...

—Cuídense... los dos... ¿Prometido?

Después de eso, escuché su último suspiro. Estaba aturdida, mareada y con el corazón acelerado.

—Prometido... ¿Mamá? —murmuro mi hermano mientras lloraba.

Voltee y lo vi asustado, tenía una gran herida en la frente. Ahí reaccioné, ¡tenía que sacarlos de aquí! Con esfuerzo me levante de mi asiento y cargue a mi hermano para sacarlo del auto.

Al salir sentí el viento sobre mi cara, mis lágrimas aún salían y mi cuerpo estaba cansado. Deje a mi hermano a metros de distancia y quise volver por mamá, pero cuando me acercaba al auto, vi como este explotó...

Caí de espalda por el impacto y cuando me senté ví como el fuego ardía... mamá había muerto y yo había sido testigo de todo, ahora el fuego estaba consumiendo su cuerpo..."

—¡Por favor...! —supliqué una vez más, no quería morir de esta forma. Comenzaba a toser por el humo y me sentía cada vez más y más cansada.

Intente levantarme, pero otra vez caí al suelo.

Sentía que era el final de todo, mi final...

Cuando estaba a punto de cerrar mis ojos sentí como alguien me ayudaba a incorporarme y me cargaba entre sus brazos.

—¿Alex? —dije en un suspiro de alivio.

Él no me contesto, tampoco me vio a la cara, solo veía hacia el frente y ágilmente atravesaba los obstáculos. Yo cerré mis ojos hasta que sentí una brisa recorrer mi rostro y mi cabello.

—¿Eliz estás bien? —lo escuché preocupado.

Abrí mis ojos lentamente y lo vi frente a mí, yo estaba recostada en el pasto del bosque.

—Sí... —me incorpore lentamente con su ayuda.

—¿Y Yina? —pregunta y automáticamente dirijo mi vista hacia la casa que se quema.

Ella se había quedado adentro.

—¿Está adentro? —pregunta pasmado.

Alex se levanta con intenciones de ir por ella, pero lo detengo.

—¡No!... puede explotar en cualquier momento.

—Yin... —no pudo terminar su frase porque una explosión nos dejó atónitos.

Regina había muerto.

Ya no había justicia ni venganza por hacer.

Porque todo ya había terminado, ¿no?