LA VENGANZA DE RAQUEL [Sin editar] ✔️

CAPÍTULO VII

Audio: So Cold, Ben Cocks

JUSTICIA 

Cuando vuelvo a casa veo que todo se encuentra oscuro, seguramente Lalito ya está dormido.

—¿Lalito? —pregunto al entrar a su habitación.

—Eli... —dice y da un gran bostezo mientras se sienta sobre su cama.

—¿Y papá?

—Te dejo una nota en el refrigerador, dijo que iría a una junta y que llegaría un poco tarde.

—Siempre es así... ni siquiera me llamo para ver cómo estaba —digo un poco desilusionada.

—Eliz, no te pongas triste —trata de animarme y yo trato de sonreírle.

—¿Quieres que te lea un cuento? —le propongo.

—¡Sí! ¡La de la luciérnaga azul! —exclama emocionado y eso me hace sonreír.

Voy por su cuento favorito que guarde en la maleta y me recuesto junto a él para comenzarle a leer. Es su historia favorita, dice que le recuerda a mamá y eso lo hace sentir bien. Como siempre, Lalito duerme a la mitad del cuento, así que cierro el libro y contemplo su tierno rostro, las mismas facciones que mamá...

—Tú no te irás de mi lado Lalito, yo siempre cuidaré de ti como mamá lo hizo —murmuro mientras acaricio su suave mejilla. Paso mis dedos por la cicatriz de su frente, cicatriz provocada por aquel fatal accidente.

Antes de ir a mi habitación, cubro bien a mi hermano y le trato de quitar su peluche favorito que tiene entre sus brazos para que pueda descansar, pero él se niega a dármelo.

...

Entro al baño para enjuagar mi rostro y quitar las lágrimas que han vuelto a salir al recordar a mamá, cuando levanto la mirada y veo al espejo mi reflejo no aparece, sino el de ella...

Mis ojos son verdes, mi cabello rubio y mi mirada a diferencia de la primera vez que la vi, es amigable tal y como el sueño.

—¿Qué quieres? —digo ocultando cualquier debilidad.

Se supone que no tengo que hablar con ellos, tampoco tengo que verlos por mucho tiempo, pero no puedo dejar que se meta en mi vida y cauce daños como en el pasado.

—¿Qué quieres Raquel? —digo otra vez con voz más grave y en ese momento mi reflejo vuelve al espejo.

Solo espero que sea la última vez que ella aparece, no quiero tener más problemas, ya no.

Durante la noche dentro de mi sueño la vuelvo a ver. Esta vez ella está sentada sobre un columpio de madera mientras escribe sobre un libro de color rosa, se encuentra tan entretenida escribiendo que no me presta atención. Observo sus cabellos dorados brillar con el sol, su mismo vestido blanco tejido, pero esta vez limpio.

—Quiero... —habla agachada, y la escucho por primera vez.

Su voz es tan suave y delicada.

Raquel levanta la mirada y me observa con sus ojos verdes, están vacíos sin emoción alguna. Deletrea con sus labios la palabra Justicia mientras escucho su voz decirme eso en mis tímpanos.

Abro mis ojos sobresaltándome sobre mi cama.

Solamente fue un sueño...

—Ella quiere justicia —murmuro en medio de la oscuridad.

...