CAPÍTULO XXXV

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ELIZ

Audio: Brother, Kodaline 

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Audio: Brother, Kodaline 

EL ADIÓS

—... ¡Por favor!... ¡Despierta!

Escucho su voz y comienzo a abrir mis ojos.

—¡ELIZ! —Alex me observa asustado— ¿Estás bien?

—... sí —digo débil. Me siento frágil, sin fuerzas y con frío.

—Cuidado —dice ayudándome a ponerme de pie.

Volteo en busca de Raquel y la veo cerca del precipicio, ella me sonríe y esta vez tiene brillo en sus ojos, ese brillo que nunca vi en ella.

—Gracias —dice sonriendo y yo le devuelvo la sonrisa.

Cuando creo que Raquel se irá y que todo ha terminado... ella dice otra cosa.

—Déjanos ir Eliz. Nosotros no pertenecemos aquí —dice y desaparece.

Los latidos de mi corazón se aceleran y mi sonrisa desaparece, ella tiene razón. Creo que es momento de enfrentar mi realidad.

...

Alex me trae cargando hasta mi casa porque aún me siento débil, él me sienta sobre el sofá y me observa con atención.

—¿Segura que estás bien? —vuelve a preguntar por séptima vez.

—Lo estoy —le contesto sonriendo.

—¿Qué fue lo último que te dijo?

Pienso en cómo explicar algo que me cuesta trabajo creer.

—Ella lo sabe.

—¿Qué sabe? —pregunta con las cejas fruncidas.

Estoy a punto de contestarle, pero escucho un ruido en la habitación de arriba.

—¿Lo escuchaste?

Alex niega confundido, así que con las pocas fuerzas que tengo me levanto del sofá y me dirijo a las habitaciones de arriba. Camino por el pasillo y entro a mi cuarto.

Él está llorando sobre mi cama.

—Lalito...

—No te cuide —dice entre lágrimas—. Le prometí a mamá que te protegería y no llegue a tiempo. Vi como esa chica te quería matar.

Paso saliva y me acerco hasta la cama para ponerme de rodillas frente a él, acaricio sus mejillas y sé que es el momento de afrontar la realidad...

"Escucho los gritos de mi hermano y a mamá murmurar con voz cansada un...

—Cuídense... los dos... ¿Prometido?

—Prometido... ¿Mamá? —murmuro mi hermano mientras lloraba.

Voltee y lo vi asustado, tenía una gran herida en la frente. Ahí reaccioné, ¡tenía que sacarlos de aquí! Así que con esfuerzo me levante de mi asiento y cargue a mi hermano para sacarlo del auto.

Al salir sentí el viento sobre mi cara, mis lágrimas aún salían y mi cuerpo estaba cansado. Deje a mi hermano a metros de distancia y quise volver por mamá, pero cuando me acercaba al auto vi como este exploto...

Caí de espalda por el impacto y cuando me senté vi como el fuego ardía... mamá había muerto y yo había sido testigo de todo, ahora el fuego estaba consumiendo su cuerpo.

—¡MAMITA! —grito mi hermano y yo con las pocas fuerzas que tenía me arrastre hasta su dirección.

—Lalito... —dije al ver como cerraba sus ojitos—. Abre los ojos... por favor.

—... te quiero... —dijo con voz frágil y unos segundos después, su corazón dejo de latir.

—¡NOO! —grite y no deje de llorar hasta que la ambulancia llego y mi padre me separo de él"

Lalito era otra alma... pero esta vez, era yo la que no lo quería dejar ir.

—Te quiero hermanito —digo y lo abrazo con fuerza—. Tú siempre me has cuidado —le susurró al oído—. Has estado conmigo siempre, has evitado que cometiera alguna tontería y has sido mi ancla, pero... —me separo de él y limpio sus lágrimas con mis dedos— ¿Sabes cómo podrías estar conmigo, con papá y mamá al mismo tiempo?

—No quiero dejarte —confiesa y sus lágrimas vuelven a caer.

—¿Recuerdas la historia de la luciérnaga azul?

Él asiente.

—A veces tienes que dejar ir a las personas que amas para protegerlas —él concluye y yo sonrió.

—Así como el pequeño niño dejo a las luciérnagas para ir con las personas... y se dio cuenta de que estando con los que debía, podría cuidarlas y defenderlas.... —mi corazón se parte en pedazos—... tú también debes irte...

—Para cuidarte y defenderte... —yo vuelvo a sonreír.

—Sí... con mamá. Ambos cuidarán de papá y de mí.

Lalito sonríe con nostalgia y asiente con su cabeza para después abrazarme fuertemente.

—Te quiero... y dile a papá que aunque nunca pudo escucharme, yo quiero que no te haga enojar —río por su último comentario y al abrir los ojos lloro al ver que entre mis brazos solo tengo su peluche favorito.

Él se ha ido... Y esta vez, para siempre.

Lloro porque él no está, lloro porque lo extrañaré mucho y porque ya no podré escucharlo más, ya no estará a mi lado. Siento los brazos de Alex abrazarme fuertemente desde la espalda mientras yo no dejo de llorar. Veo las hojas de color pegadas sobre la pared, aquellas que Lalito me dio antes del viaje de papá, y ahora ya no veo sus dibujos, ellos también se han ido.

...

La vida es una belleza que no todos saben apreciar, la vida está llena de sorpresas y posibilidades que todos desean, pero no muchos pueden ver.

...FIN...

LA VENGANZA DE RAQUEL [Sin editar] ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora