FINAL.

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¡ÚLTIMO CAPÍTULO!

Espero leer sus sensaciones y opiniones al final. Les dejo un poco de música de fondo para ambientarnos.

¡Gracias!

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Las pisadas en el bosque se oían cada vez con más intensidad. Los tres pares de pies corrían con rapidez por la maleza rasgando sus ropas con las puntiagudas ramas de los árboles, respirando de forma dificultosa, tratando de correr como si sus vidas dependieran de ello.

— ¡Miren! — gritó como pudo Refil señalando el cielo. El menor se detuvo de golpe, para recuperar el aire pero sus ojos no pudieron dejar de admirar el cielo.

Erik y Seren dejaron de correr y prestaron atención arriba, ya que ninguno de los dos se había tomado el tiempo para observarlo antes que Refil lo señalara. El tradicional cielo grisáceo que decoraba Kattegat, justo al sur de donde estaban parados, se encontraba más oscuro de lo habitual. Gruesas líneas negras ascendían hacia las nubes, mostrando obvios incendios en medio de su reino.

— Es nuestro...hogar.— comentó Erik con su voz entrecortada gracias a su respiración agitada. Miró a su hermana mayor, quien aún se mantenía en silencio observando los focos de incendio.

Refil desvío su mirada verdosa hacia el centro del oscuro bosque. Si bien el sol había salido hace pocas horas, una tormenta estaba a punto de caer sobre las tierras del norte, por lo que el bosque se teñía de un color oscuro más tenebroso.

— No veo a madre...— comentó por lo bajo sin quitar la vista del bosque. Se giró para ver a su hermana. — Dijo que nos seguiría y no viene.

— Estaba buscando a Elin. Madre vendrá cuando la encuentre, Refil.

— ¡¿Y cuánto tiempo ha pasado ya?! — preguntó dejando ver el temor en su reacción exagerada. — ¡¿Acaso no ves que no están aquí?!

El repentino e inesperado ataque a Kattegat los había alterado por demás a los tres, pero Refil, al ser el más cercano a Elizabeth, comenzaba a llenarse de pavor al darse cuenta de cuanto estaba tardando su madre en aparecer.

Por su lado, Seren mantenía esa punzada molesta sobre su pecho. La angustia y desesperación se habían adueñado de su ser desde que su madre la había levantado esa mañana, rogándole porque tome a sus hermanos y huyera, de repente, de su hogar.

— ¡Elin es ciega y madre fue en busca de ella, Refil! — contestó Erik gritando aún más fuerte que su hermano menor. Se acercó a él y lo empujó desde sus hombros, haciéndolo tambalear. — ¡Deja de llorar como una niña pequeña!

Erik era el varón más grande, el más fiel y parecido a Bjorn. Ante la ausencia de éste, el pequeño rubio intentaba mostrarse fuerte y líder, con falsas esperanzas de que todo saldría bien para sosegar el temor de su hermano pero que, en el fondo, estaba tan asustado como él.  Seren sabía que esa angustia silenciada de Erik la transformaba en ira, y que era esa la razón por la cual actuaba de forma agresiva con Refil.
Ella bajó su mirada y se quedó mirando el arco que llevaba en la mano, pensativa.

Más allá del destino • [ Vikings] •Donde viven las historias. Descúbrelo ahora