• Capítulo 17 •

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Nota: Los saltos en el tiempo serán recurrentes en la historia. No como en la serie, ya que allí suelen pasar años de un capítulo a otro, pero sí constará de saltos de unos meses para no atrasarme tanto con la historia y que siga la línea de la serie.

Ahora si...

•••

17:

"Si ya sabes nuestro destino, entonces déjame disfrutar de él. "

Los días y noches de Ragnar se habían basado en visitar regularmente la habitación de Elizabeth

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Los días y noches de Ragnar se habían basado en visitar regularmente la habitación de Elizabeth. Si bien su matrimonio aún continuaba, el entusiasmo del hombre ya no era el mismo. Su unión a Aslaug no había sido por amor, sino más bien por una noche de pasión. En cambio con Elizabeth, la conexión había comenzado desde la primera vez que la había visto.

Su inocencia, su pureza y su falta de conocimiento en el área sexual hacían enloquecer al vikingo. Poco a poco, Elizabeth iba entregándose con más confianza a él, y eso lo hacía sentirse un pequeño joven enamorado otra vez.

Ya no era solo el placer lo que crecía en ellos. La ansiedad por verse, por tocarse, por sentirse se convertía en una espera eterna para los amantes.
Aslaug, a pesar de mantener su silencio y su fidelidad a Ragnar, sabía muy bien que entre la cristiana y su esposo había algo más que una simple amistad. La unión que la ex esclava había tenido con Lagertha probablemente los detuvo en un momento, pero ahora, con ella como esposa y lejos de la escudera, ya ninguno de los dos se reprimía.

Ragnar solía evitar el tema.

¿Cómo?

Para un hombre atractivo y con sensualidad como él, no era difícil que las mujeres cayeran en su encanto. Cada vez que Aslaug intentaba indagar en el tema, no era complicado para el vikingo enrredarla en sus encantos y terminar el tema con un fogoso momento de sexo. Sólo unas caricias en el lugar indicado, unos susurros en el oído y la mujer caía rendida en sus brazos sin obtener una respuesta certera.

En las noches, la völva solía despertarse y hallar solo una cama vacía a su lado. Sabía que él estaría en la cama de Elizabeth probablemente, pero aún no tenía el valor para enfrentar la escena. La condesa simplemente respiraba profundo y se preguntaba hasta cuando aguantaría la humillación de ser engañada por una simple y común esclava cristiana.

Mientras tanto, a escasos metros de distancia, Elizabeth se hallaba recostada sobre su cama desnuda y cubierta solo con una fina sábana blanca. Una de sus manos acariciaba con suavidad la trenza rubia del hombre que descansaba con suma tranquilidad sobre su vientre. Ragnar se encontraba igual de desnudo que ella, durmiendo plácidamente sobre la mitad de su cuerpo. Después de unos momentos de pasión, el hombre solía irse a la habitación que compartía con su mujer y su pequeño — y por ahora único — hijo, Ubbe.

Pero ésta noche había sido diferente. Después del último gemido de ambos, el vikingo se dejó caer sobre el cuerpo de la muchacha, reposando su cabeza con tranquilidad; con esa paz tan única que solo le proporcionaba Elizabeth.
La joven no sabía si lo correcto era despertarlo y decirle que se vaya. Al fin y al cabo, él era dueño de todo el lugar y podía dormir donde quisiese pero... ¿Dormir en su cama? ¿Con Aslaug esperándolo en su cama? No era correcto que ellos estén juntos, pero tampoco lo era alejar a Ragnar de su hijo y su familia.

Más allá del destino • [ Vikings] •Donde viven las historias. Descúbrelo ahora