A Certain Time Controller

Reuniendo piezas

Suaves vientos mecían los árboles del parque, las pocas personas que se encontraban ahí charlaban o caminaban sin preocupaciones.

Ketsueki se encontraba sentada bajo la copa de un árbol observaba su teléfono esperando una hora exacta.

No era difícil atraer la atención de un héroe, solo tenía que provocar caos y todo estaría listo.

Su plan era el siguiente, asaltar un local y llamar la atención de todo el mundo, una vez hecho eso esperaría a Sogiita en el lugar.

Ketsueki se levantó una vez que vió el local que iba a robar abrir, saco su máscara de debajo de su abrigo y se la colocó.

Un recuerdo le llegó al momento de hacer esto. Donde ella de unos 8 años entraba a un local y mataba al pobre sujeto para luego robarle.

Recuerdos que le dolieron revivir, algo que nunca volvería hacer.

Mientras caminaba hacía el local llamando la atención de todos los transeúntes que caminaban por el lugar pudo ver a una pequeña niña jugando con lo que parecía un robot en miniatura, la pequeña al parecer lo estaba controlando con magnetismo.

Ketsueki podía decir eso ya que sentía las suaves ondas eléctricas en el aire, una ventaja de tener todos sus sentidos más haya de lo que era humanamente posible.

Aprovechando la situación la azabache copió el poder de la niña quién por el repentino acto cayó inconsciente preocupando a las personas que veían la escena.

Si fuera en otra situación Ketsueki hubiera agarrado a la niña y la hubiera colocado en un lugar seguro, pero ahora estába actuando de villano.

  Cuando llegó al local saco una pistola de su bolsillo asustando a las personas quienes ya habían llamado a anti-skill de antemano, aún así la mayoría comenzó a alejarse no queriendo meterse en problemas.

Ketsueki entró al local y observó al señor de la tienda que ni cuenta se había dado de su presencia.

"Levanté la mano y deme cinco minutos de su tiempo". Ketsueki ordenó con autoridad mientras apuntaba el arma al viejo quién cuando volteó a ver quién le había hablado se puso pálido debido al miedo.

"No quiero el dinero, como dije solo dame cinco minutos de su tiempo". Ketsueki volvió a hablar para acto seguido disparar su arma hacía una botella explotandola.

El viejo casi tuvo un infarto y sin saber que hacer solo asintió, su cara poniéndose roja y se veía que quería llorar.

Ketsueki no supo decir si está situación era graciosa, estúpida o aterradora, pero no le dió más vueltas cuando vió a varios camiones de anti-skill llegar a la zona.

Varias personas bajaron con armas y rápidamente las apuntaron hacía el local.

"¡Salga con las manos arriba!". Gritó un oficial con ayuda de un megáfono, Ketsueki obviamente hizo caso y se despidió del anciano con la mano.

Al salir vió a los oficiales que aún le apuntaban, entonces decidió hablar.

"Si quieren que me entregué primero deberían cumplir mis demandas, o de lo contrario morirán". Ketsueki amenazó apuntando su arma hacía los oficiales.

Ni ella entendía que estaba haciendo en éstos momentos, solo quería que Sogiita apareciera para poder alejarse y hablar.

"¿Y cuales serían tus demanda?". El oficial pregunto mientras los demás comenzaban a encerrarla en una especie de semicírculo.

"Ni idea, solo quiero parecer genial". Ketsueki susurró para si misma sin dejar de apuntar a los oficiales.

"Me dejan ir y no los mató". Ketsueki pidió amablemente pero los oficiales mantuvieron su posición.