Un plan desesperado

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Ketsueki abrió lentamente los ojos, su cabeza daba vueltas y el cansancio aún persistía. Observó a sus lados algo confundida, juraría que antes había alguien con ella.

Levantandose con pereza se movió a su mesita de luz y vío una carta y un vaso de agua a un lado de su teléfono. Agarró el vaso de agua y se lo termino en un instante para luego devolverlo a su sitio y tomar la carta.

[Me tuve que ir temprano, te dejé el desayuno en la mesa, cuídate... Mikoto] Ketsueki sonrió recordándo lo que había pasado ayer, no estaba en sus mejores condiciones ayer, su cuerpo reaccionaba por si solo buscando protección.

Dejó la carta en la mesita y se dirigió a la cocina y tal como decía la carta, ahí en la mesa se encontraba un te y un sándwich. Bastante simple y agradable para las mañanas.

Tomó la taza y bebió un sorbo, estaba frío lo que le hizo saber que había dormido mucho. Devolvió la taza a su lugar y fue al baño a lavarse.

Unos minutos después volvió y se acabó el té y comió el sándwich con tranquilidad. No tenía preocupación por saber la hora después de todo no era como si tuviera algo que hacer.

Un golpe en la puerta llamo su atención y se dirigió con calma a abrir, por el camino notó que el suelo se encontraba limpió y supo que tenía que agradecerle a la castaña, ayer la había cuidado mucho.

Abrió la puerta y para su confusión vio a la castaña, pero ella tenía una cara que le decía que le debía una explicación. Un suspiro después y Ketsueki dejo pasar a la castaña.

Tomaron asiento en el sofá y Mikoto fue directa al grano. "¿Porque estabas así anoche?". Su tono fue bajo y reflejo perfectamente su enojó y tristeza.

Ketsueki lo pensó un momento, no estaba segura si explicarle todo era bueno, pero aún así prefería no guardarle secretos. "Te explicará todo, pero no interrumpas". Ketsueki pidió y la castaña asintió de acuerdo.

"Realmente trabajo como una especie de mercenario". Ketsueki escuchó un jadeo de Mikoto pero lo ignoró y continuo. "Asesinó a gente corrupta y realizó todo tipo de trabajos ilegales que mi jefe me pida... Ayer terminé así por una de estas misiones". Ketsueki explicó dudando si contarle lo que estaba sucediendo en Ciudad Académia. "Antes de ir a ésa misión ya estaba herida por...". Misaka la observó con una expresión ilegible, parecía aterrada, sorprendida e incluso dolida. "... Asalte una base con militares rusos y lograron herirme, pero descubrimos que había más militares infiltrados y me ordenaron matarlos, está vez no podía usar mi poder y lograron casi matarme, pero al final terminé la misión y regresé a mi casa, ya sabes el resto".

Mikoto observó el suelo por un momento y segundos después se levantó. Ketsueki asumió que se iría y no volverían hablar pero para su sorpresa la castaña la tomó de las mejillas e hizo que levantará la mirada para verla a los ojos.

El rojo y el marrón chocaron, uno opaco y el otro brillando en determinación. "Abandona este trabajo, yo te ayudaré con el dinero si es necesario, puedo ayudarte en todo, pero por favor... Abandona tu trabajo". Ketsueki no respondió, solo miró esos hermosos ojos castaños y se sintió extraña. La azabache tomó las mejillas de Mikoto haciéndola sonrojar.

"Mikoto, lo siento, pero no puedo hacer eso... Hago ésto por voluntad propia y para proteger a los que amó". Ketsueki explicó acariciando la mejilla de la castaña con su pulgar. "¿Tu?¿Me amas?". Mikoto preguntó esperanzada, su sonrojo extendiéndose aún más con ésa frase.

Ketsueki lo pensó unos segundos, era claro que la amaba, pero no de la manera en que ella pensaba. La amaba como una amiga, una hermana. "Si, te amó". Ketsueki respondió dedicándole una dulce sonrisa. "¿C-confesión de amor?". Mikoto pregunto y ketsueki se sintió como si la hubiesen golpeado, aún así no se achicó y dijo la verdad. "Mikoto, te amo, te amo mucho pero... Como mi mejor amiga o una hermana". Ketsueki explicó y vio la expresión de Mikoto cambiar a una de tristeza y pequeñas lágrimas comenzaron a bajar de sus ojos. Ella separó sus manos de la azabache pero Yuro seguía sosteniendo las mejillas de Mikoto.

A Certain Time ControllerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora