Capítulo 3 "la verdad"

786 118 61
                                    

Jaemin estaba cabreado, no entendía su obsesión hacia el chico nuevo que le había hablado de manera ruda. Sabía sobre su existencia por lo que él había provocado meses atrás, pero no creyó que eso comería su cabeza por tanto tiempo y ahora no sabía si era culpa o un maldito enamoramiento estúpido.

Sus mejores amigos se habían pasado el lunes preguntándole la razón de su obra de caridad hacia Renjun, pero ni siquiera él sabía. Tenía claro que la comida de la cafetería era extravagante, pero no lo suficiente para que Renjun no pudiese pagarla y aun así le dijo a la señora Choi que él pagaría por todo lo que el más bajito pidiera.

—Es mi primer día, pero entiendo perfectamente. No es necesario pedir un tutor nuevamente —habló con su padre por el teléfono.

Las gafas que Jaemin usaba eran para poder ocultar su identidad, algo así como Superman. Renjun no tenía que saber su verdadera cara, aunque él sabía que los diarios y noticias habían borrado cada pista que le dieran al mas bajo la idea de quien era el culpable.

—Adiós, padre.

La llamada fue breve y tan seca como lo esperaba.

Se estiró en su cama tamaño ace, parecía una extravagancia, pero él amaba el tamaño enorme de su querida cama. Como casi todos los alumnos, él tenía su propio departamento donde dormir y no tener que soportar el tamaño King de las camas de la institución.

Jaemin tocó la cicatriz en su cabeza y suspiró, no podría poner nunca más un pie en China por culpa de aquel accidente y no le molestaba porque hay muchos lugares en el mundo donde vacacionar, pero los daños internos que había sufrido eran de lo peor.

—Estúpido autobús, sino hubieras estado ahí, ni siquiera tomaría en cuenta a Renjun.

El celular de Jaemin volvió a sonar y contestó de mala gana.

— ¿Qué pasa, Jeno?

— ¿Qué haces?

—Estoy acostado, descansando.

—Genial, abre. Estoy afuera, tengo las manos ocupadas y me da flojera dejar las cosas en el suelo para abrir.

Jaemin se levantó de su enorme cama y bajó las escaleras yendo a la puerta principal. — ¿Qué haces aquí?

—Quiero saber la verdad y quería festejar nuestro primer día.

—Estoy agotado.

Jeno dejó las cosas en la cocina de Jaemin y destapó dos cervezas para tenderle una al dueño de casa.

— ¿Qué pasó?

—Huang Renjun es el hijo de una de las personas que iban en ese autobús, Jeno.

—Mierda.

—Lo sé. Cada vez que lo veo, recuerdo las noticias cuando él y los demás hijos y padres de los fallecidos pedían mi cabeza.

—No debiste conducir en ese estado, pero nada se le puede hacer, Jaemin. Solo continua la vida.

—Lo haría, pero la presencia de Renjun es un martirio.

—Deja de perseguirlo y se te pasará.

—Lo dices como si no lo hubiese intentado, pero el chico tiene algo atrayente...

—Admito que es lindo y en parte Yangyang tiene razón, su nariz es bonita. Pero no es imposible no prestarle atención, solo no voltees a verlo y no intentes sentarte cerca de él. Fin.

Jaemin suspiró, realmente no comprendía la razón de que haya estado desde el primer día persiguiendo al más bajito. Parecía un perrito en busca de la atención de su dueño.

Herederos / NoRenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora