Capítulo 6 "Gracias"

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El sábado por la mañana Renjun fue a la cafetería, sacó algunas manzanas y luego caminó directo hacia su lugar debajo del árbol. Sacó su libro favorito y trató de leerlo, pero sentía que algo no andaba bien.

—¿Qué necesitas? —preguntó sin despegar su vista del libro.

—Quería... —Renjun miró hacia delante donde Jeno acariciaba su cuello con nerviosismo—. ¿Te importaría unirte?

—No soy fan de los deportes...

Jeno lo miró sin comprender. —Me refiero... tengo una clase de arte, es más como un club.

—Ah, ¿y para qué? —Jeno se rió divertido, Renjun siempre estaba a la defensiva con todos ellos y eso le parecía algo tierno.

—Para que no te aburras los sábados...

—¿Quién dice que me aburro? Duermo tranquilo debajo del árbol y después puedo ir a comer...

—Después del club iremos a comer hotpot... —Renjun se levantó de inmediato, guardando sus cosas.

—Si lo dices de esa manera, yo creo que podría intentarlo.

Jeno caminó divertido por una senda que el más bajito no conocía, estaba lleno de arboles y lindas flores que te hacían querer vivir junto a ellas. Renjun miraba todo como si fuera algo que jamás hubiera visto.

—Wow —fue todo lo que podía decir mientras seguía a Jeno.

El rubio miró hacia atrás con una linda sonrisa, estaba muy cautivado por lo lindo que Renjun era. Jamás había visto algo o a alguien que lo inspirara tanto como aquel chico de cabellos castaños.

—Llegamos.

Renjun miró hacia delante dejando de lado las bonitas flores. Frente a él se encontraba una pequeña y rustica casa, tenía todo lo lindo que él imaginaba de los libros que amaba leer. El chico estaba seguro que en algún momento podría ver un hada salir de las flores.

—No somos muchas personas... —Jeno entró en la pequeña casa seguido del más bajito—. Renjun, él es el señor Ten. Su nombre es Chittaphon, pero prefiere su otro nombre y así evitar dolores de cabeza.

Renjun le hizo una reverencia a Ten con una sonrisa dibujada en su rostro.

Ten era bajito, quizás un poco más alto que él. Tenía una linda nariz respingada y su perfil era digno de esculturas. El cabello anaranjado le quedaba tan bonito que Renjun creyó que el profesor era un hada salida del bosque.

—Vaya es un placer... tienes las manos de un artista, Renjun —Ten le hizo una reverencia y Renjun le siguió de inmediato, avergonzado.

Jeno y Renjun caminaron hacia un lugar apartado de los pocos personajes que estaban y el rubio le dio un pequeño tour por todo el lugar, enseñándole todas las pinturas que había y un sinfín de cosas que el castaño podría usar si se unía al club.

—¿Cómo es que tienes tanto tiempo para estar en tantos clubes, Jeno? —preguntó con curiosidad, acariciando las cerdas del pincel.

Renjun miró a Jeno robándole el aliento. Sus ojos le brillaban y sus mejillas estaban teñidas de un lindo carmesí. Todo lo que Renjun hacía era hermoso, pensó Jeno sin quitarle la mirada de encima.

—No lo sé —respondió después de un rato de mirarse a los ojos—. Supongo que me gusta mantenerme ocupado... —Renjun asintió volviendo su mirada a los pinceles, Jeno se sintió decepcionado.

Ten los hizo dibujar lo que les saliera del alma y con los ojos vendados. Renjun hizo un buen trabajo con la mezcla de azul y verde y Jeno de alguna manera termino haciendo una explosión de muchos colores. Ten le sonrió moviendo sus cejas, algo había detrás que ninguno de los dos comprendió.

—Muy bien clase, pueden retirarse —Renjun limpió las cosas que había utilizado y miró a Jeno.

—Me mentiste... —susurró acusándolo.

—No, no es cierto... dije que comeríamos hotpot y eso haremos, pero solo nosotros dos.

Renjun detuvo su andar y miró a Jeno sin comprender. —¿Cómo que solo nosotros? ¿Por qué Lee Jeno, dios todopoderoso y capitán del equipo de basquetbol me llevaría a comer hotpot?

—Porque quiero. Vamos yo pagaré la comida.

—Como debe ser, el que invita paga.

Jeno rió divertido sin darse cuenta que Ten lo miraba sonriente, al fin podía conocer la verdadera realidad de Lee Jeno.

—Así que al fin conoces tu destino, Jeno —bebió el té de Jazmín que su pareja le regaló y caminó hacia las pinturas de ambos chicos—. Renjun eres una persona muy simple, tienes las ideas claras y tu objetivo es tan común que me aburre... pero Jeno es otra cosa —volvió a beber—, Jeno no entiende nada sobre las cosas y es como un recién nacido que comienza a descubrir todo... wow Jeno tienes un futuro agitado si te enamoras de aquel chico.

Cerró la puerta de aquella pequeña casa y abrió la ventana trasera, saliendo hacia su jardín lleno de flores. —Será un divertido año para los Lee.

Jeno caminó delante de Renjun deteniéndose de vez en cuando para ver si su compañero seguía detrás de él. El más bajito estaba demasiado encantado con el paisaje que para no perderse sujetó el suéter del rubio.

—¿Entonces aceptas ir conmigo a comer? —preguntó Jeno mientras trataba de salir del lindo lugar.

—Sí, claro. Solo si tu amiguito no viene —dijo demostrando que el rencor seguía intacto.

—Por supuesto, Jaemin debe estar dormido. Solo yo decidí entrar al club de artes.

—¿Por qué? —soltó el suéter de Jeno en cuanto pudieron salir del lindo lugar. El rubio se sintió un poco extraño.

—Porque estar en casa es aburrido.

—¿No vives solo? Si yo fuera tú estaría en mi casa muy feliz.

—Esa es la diferencia, Huang. A ti te gusta tu familia.

Renjun no entendió. —Explícate —se subieron al deportivo de Jeno mientras las demás personas que se encontraban ahí los veían asombrados.

—Bueno, mi familia es... ya sabes, no es divertida. No me deja hacer nada y solo puedo quedarme a "estudiar" en casa de Jaemin. En cualquier momento me llevaran a otro internado más estricto y "capacitado". Realmente necesito graduarme pronto y casarme...

—¿Vas a casarte? —preguntó asombrado.

—Te dije muchas cosas y lo que más te causo algo fue que voy a casarme —negó Jeno saliendo del estacionamiento.

El rubio se veía muy guapo con una mano en el volante y la otra en el freno de manos. Si se ponía gafas de sol parecería que grababa un anuncio. Renjun miró cada parte del rostro de Jeno concentrado. No podía negar que el rubio era precioso, cada lunar, cada una de las pestañas y su pronunciada mandíbula.

—Creo que me impresionó dado el hecho de que soy mayor que tú...

—¿Por cuantos años? —se rió Jeno.

—Estoy de cumpleaños en marzo y por lo que me dijo la chica que me dio una clase sobre "Lee Jeno" sé que tú estás en abril.

Jeno se detuvo cuando el semáforo puso la luz roja y se rió de lo que Renjun decía. —¿Alguien te hizo una clase sobre mí?

—Así es —el rubio esta vez se puso serio y lo miró—. No tengo idea de quien es la chica, así que no pongas esa expresión.

—Entonces te hicieron una clase sobre mí y descubriste que eres mayor que yo por un mes. Vaya hyung que pocos modales le enseñé.

Renjun le dio un golpe riendo y Jeno se contagio de la linda sonrisa que el castaño mostraba. La luz cambió y continuaron su camino hacia el lugar donde comerían hotpot.

—Gracias por la comida, Lee Jeno.

—Gracias por la compañía, Huang Renjun.

Herederos / NoRenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora