Capítulo 9 "Amigos (de dos años)"

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Condujeron hasta el mirador donde Jeno lo había llevado hace unos días y se quedaron bebiendo cervezas mientras veían las estrellas, fascinados. —Los ojos de Injunnie brillan más que todas ellas juntas —dijo Donghyuck, Renjun le dio un suave golpe en el hombro.

—No creo que deberían beber cuando después tienen que conducir de vuelta —el castaño abrazó sus piernas.

—¿Tienes frío? —Jeno se sentó del otro lado.

—Un poco... —el rubio se quitó el sweater y lo puso en los hombros del castaño—. Gracias, pero también tendrás frío.

—Estoy bien... la discusión con Yeri me hizo entrar en calor —se encogió de hombros, dándole otro sorbo a su cerveza—. ¿Quieres saber por qué no hemos asistido a la institución?

—¿Me lo dirás? —Jeno se rió divertido.

—Claro que sí, amigo de dos años —Renjun asintió—. Bueno, mi mamá tuvo una fiesta de ricos y yo debía estar presente. Los chicos siempre me acompañan... —Donghyuck acomodó su cabeza en el hombro de Renjun y le dio un trago a su cerveza.

—Continua —le dijeron ambos chicos, mirando a Jeno sin comprender porqué se había detenido.

—Siempre me acompañan y la fiesta se celebró en Francia, así que viajamos el lunes por la tarde hasta hoy en la mañana. Yangyang dijo que prefería quedarse contigo —Renjun miró hacia Yangyang quien hablaba animadamente con Taro y Jaemin—. No lo tomes personal, Injunnie, pero preferíamos dejarte aquí a que conocieras a mi madre... ella es el diablo.

—Lo es —concordó el moreno, levantando su cerveza—. Lo hicimos para proteger a nuestro angelito Injunnie —Donghyuck miró a Renjun y le sonrió tiernamente.

Jeno mordió sus labios, tenía ganas de acomodarse como el moreno en el hombro de Renjun. El castaño se dio cuenta y se golpeó el hombro disponible. —Te vas a morir si no recuestas tu cabeza en mi hombro, así que adelante.

Ambos chicos se sentían cálidos en los hombros del castaño.

Al día siguiente los seis despertaron por el intenso sol que había. Renjun miró su celular. —Creo que deberíamos irnos —los demás asintieron.

—No se preocupen por Injunnie, yo iré con él a la institución —Donghyuck lo miró y le sonrió—. No pienses demás, tenemos que ir al club de arte... con el profesor Ten.

—¡Yo también quiero ir! —gritó Yangyang, levantándose de su lugar—. Así podré pasar el fin de semana con Injunnie.

—¡No! —todos miraron a Jeno—. Es decir, no hay cupos disponibles. Está lleno —rascó su cuello—. Entonces, nos vemos —ayudó a Renjun a levantarse y mientras agitaban sus manos se marcharon.

—Aquí huele a romance —dijo Donghyuck a los demás—. Y no me refiero a Yangs y Taro.

Jaemin asintió. —Se vendrá una tormenta si la señora Lee se entera de esto.

—Recemos porque Yeri no le diga acerca de esto o no volveremos a ver a Jeno o a Injunnie.

Jeno se bajó del deportivo casi corriendo para abrirle la puerta a Renjun. —Tengo manos, Jeno —sonrió divertido, burlándose del pequeño sonrojo del rubio—. Vamos antes de que todas esas personas que inventaste sean reales y ya no podamos entrar.

Caminaron por aquel lindo sendero, olvidando por completo que habían dormido con ropa casual en un mirador. Renjun miraba el paisaje tan encantado que no se dio cuenta cuando Jeno lo sujetó de la mano para caminar.

—Espera Jeno, hay algo ahí —ambos seguían tomados de la mano mientras el más bajito se agachaba para tomar lo que había—. Mira —le enseñó una flor que estaba recortada—. Es muy bonita —sonrió hacia la flor y Jeno se sintió tonto por quedarse demasiado tiempo admirando el lindo rostro de Renjun.

Herederos / NoRenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora