El beat

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Lost in reality -5sos

Llegué a casa de Lu a eso de las 8 de la mañana, su mamá ya estaba despierta, la vi regando el jardín con flores de varios colores que había frente a su casa. Cuando bajé del auto la tomé por sorpresa, ya que, a ver, ¿Cuándo ha visto a Vero despierta tan temprano un sábado? Exacto, nunca, así que me preguntó si me encontraba bien, lo único que le dije fue que sí, que quería sorprender a Lu y después ir al centro comercial a distraernos un rato, su madre era muy linda conmigo, desde que conozco a Lu siempre ha sido así, me ha tratado como a una hija más. Así que me dijo que Lu aún estaba durmiendo y que la despertara.

Subí corriendo las escaleras, entré al cuarto de mi dormida amiga y me le lancé encima. Pero no despertó, de hecho, su cuerpo se sentía muy suave, fue hasta que "la destapé", que me di cuenta que no era ella, eran unas almohadas acomodadas de tal manera que se podría creer que no era ella.

Mi plan era dormir un rato hasta que ella se despertara, me viera y me tirara de la cama, pero creo que eso no será posible. La llamé varias veces para saber dónde estaba al punto que llevaba eso de 8 llamadas, a la novena llamada por fin cogió el celular.

—¿Bueno? — su voz se escuchaba grave, como si se acabara de despertar, además de pastosa.

—¿Dónde estás Lu? —pregunté preocupada

—Ah, ¿Qué hora es?

—Las 8 de la mañana ¿Dónde estás? —repetí mi pregunta

—Ah, en casa de Víctor, ayer hubo una fiesta aquí en su casa y se me pasó el tiempo,

—Ay, bueno, al menos ya se donde estas ¿tu mamá no sabe cierto?

—No, ayer me escapé, ahorita voy.

—De eso nada, voy por ti, pásame la dirección y voy, le dije a tu madre que te despertaría e iríamos al centro comercial.

Me pasó la dirección, por suerte al salir, su madre se encontraba dándose una ducha, por lo que toqué la puerta y desde afuera dije que ya nos íbamos, dejé una nota en la isla de la cocina y me fui por Lu.

—Lu, ya estoy afuera, sal.

—No, entra, ahorita nos vamos —su voz aún se escuchaba pastosa.

—Que pesada eres, sal, para que podamos ir a mi casa y te recuestes un rato.

Después de varios no y que pesada eres, por fin salió, se veía horrible, no me mal interpreten, pero, el maquillaje que traía puesto estaba todo corrido, parecía un espantapájaros.

—Ya lo sé, me veo fatal

—No, ¿Cómo crees?, solo pareces salida de una película de terror —y empecé a reír

—Ya, no es gracioso, me duele la cabeza, los pies y las rodillas

— ¿Perdón? —abrí los ojos— ¿las rodillas? ¿cómo por?

—No, no, no, no fue por eso que estás pensando, es que me caí

—Yo había pensado en que habías jugado twister —reí y me encogí de hombros

—Claro que no, te conozco, y se que no pensaste eso.

—Piensa lo que quieras, espantapájaros

Tomamos camino hacia mi casa, cuando llegamos, me percaté de que la protagonista de una película de horror se había quedado dormida, así que como estaba recargada en la puerta mi gran idea fue abrírsela de golpe para que se despertara, suerte que tenía puesto el cinturón de seguridad, ya que, de no habérselo puesto, se hubiera caído con la cara al suelo, hubiera sido una imagen muy graciosa. Mis padres y mi hermana aún seguían durmiendo, así que no se dieron cuenta del estado en el que venía mi amiga.

Así soy  ✓ [COMPLETA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora