Destino

Capítulo 7: Pasado

-Mamá no puedo dormir- dijo Haru asomándose a la habitación de Korra quién se encontraba leyendo, puso el libro sobre la mesita de noche y alzó la cobija con la que estaba arropada, al ver esto Haru no dudó en meterse a la cama. 
Korra acariciaba el cabello de negro de Haru mientras este estaba acostado sobre su costado derecho, alzó la mirada hacia Korra diciendo -¿Cómo conociste a mami?- la pregunta la tomó por sorpresa y esbozando una sonrisa le contó 
-Tu mami y yo nos conocimos en la universidad, no me iba muy bien en algunos cursos y mami se ofreció ayudarme-
-Entonces mami era muy inteligente- dijo Haru orgulloso
-Si y muy curiosa igual que tú- respondió mientras le hacía cosquillas
-No, no... para…- dijo entre risas, Korra continúo contando anécdotas como la primera vez que invitó a salir a su mamá y ella realmente nerviosa hasta pensó que sería rechazada, luego de varios minutos Haru quedó completamente dormido.

Korra por su parte se quedó inmersa en sus recuerdos, hace 8 años vio por primera vez a Asami coincidieron en unas clases en su primer año de la universidad y siempre destacaba del resto, estudiaba para licenciarse como abogada en una de las mejores universidades a recomendación de sus padres y siendo hija de uno de los millonarios más importantes de la región, era razón suficiente para que todos quisieran estar a su alrededor, por no hablar de su belleza. 

Korra en cambio venía de una familia humilde, se ganó una beca en literatura e historia, el mismo día que había recibido la carta de aceptación de la universidad a su madre le habían diagnosticado cáncer, estuvo a punto de dejar todo para dedicarse a trabajar y dedicarle tiempo a su madre, pero esta se lo impidió para ella era más importante que su hija logrará graduarse. Era una época bastante turbulenta en la vida de Korra y fue entonces que Asami llegó a su vida, poco a poco se acercó y en ella encontró el apoyo que necesitaba para superar cualquier situación, incluso la muerte de su madre. Asami no se apartó de su lado desde el primer día, el solo hecho de hablar con alguien que no tuviera su estatus supondría problemas y ser la novia causó incomodidad entre la gente de sociedad, aunque esto no le importó. 

Hubo momentos tan tensos en nuestra relación que intenté por todos los medios que siguiera su vida sin mí, pero Asami no se rindió y me recalcó muchas veces que la salve de ser alguien que no era, ya que durante toda su infancia incluso su adolescencia sintió como si estuviera interpretando un obra, donde tienes un guión con todo lo que debes hacer y lo que pasaría. 

Una sonrisa amarga se instaló en el rostro de Korra y una lágrima escapó de sus ojos  

<<...Estar a tu lado fue lo mejor que me pasó...>>

**
-¿Qué haces aquí?-
-No contestas mis mensajes ni llamadas, tu madre y yo estábamos preocupadas- dijo Kuvira acercándose para quedar frente Asami, momo salto de sus brazos en ese momento 
-Disculpa, he estado algo atareada con la mudanza y el nuevo trabajo-
-Si eso veo, aún te falta desempacar un par de cosas- dijo mirando unas cajas al fondo de la sala-
-¿Cómo entraste?- preguntó Asami
-Después de conocerte durante tanto tiempo, sé que guardas una copia de la llave bajo el macetero de la entrada-
-¿Soy tan predecible?- dijo con una sonrisa, Kuvira acortó la distancia de ambas, lentamente empezó a desabrochar la camisa de Asami -Tenemos historia- dijo y posó sus labios sobre los de Asami, ella se separó un poco -...Kuvira…yo- pero fue interrumpida por uno de los dedos de Kuvira sellando sus labios -No tienes que decir nada, solo disfrutemos este momento- terminó la frase y comenzó a besar su cuello, las sensaciones que recorrían el cuerpo de Asami eran agradables, después de todo Kuvira y ella habían salido mucho antes del accidente y lo intentaron nuevamente, pero había algo que no podía explicar a veces se sentía vacía, como si estuviese incompleta y muchas dudas rondaban en la cabeza de Asami para ese entonces hasta que finalmente decidió irse, pensó que distanciandose de todos ella podría encontrar las respuestas que tanto buscaba, aunque Kuvira estuvo al tanto de todo su sentir, nunca quiso hacer una promesa que luego no cumpliría, aún así ella prometió esperarla hasta que estuviese lista.

Un leve jadeó salió de sus labios, hace mucho que no sentía el calor de otra persona y aunque no quisiese admitirlo su cuerpo lo necesitaba, al ver que Asami no se resistió Kuvira la alzó y colocó encima de la mesa de la cocina mientras depositaba pequeños besos que dejaban al descubierto la piel desnuda, cada caricia le provocaba gran placer a Asami y en un arrebato le quitó el suéter a Kuvira dejando al descubierto sus firmes pechos que no pudo evitar recorrer con la mirada, definitivamente era una mujer hermosa con sus manos lentamente recorrió su cuerpo mientras se fundían en apasionados besos.

 En un instante quedamos de la cocina en la cama de mi habitación completamente desnudas, con Kuvira encima de mi besando cada espacio de mi cuerpo mientras introduce dos dedos haciéndome gemir de placer, aumentando cada vez sus embestidas hasta que en pocos minutos llegó al orgasmo, algo agitada decido tomar el control, esta vez bajo hasta sus caderas paseo mis labios lentamente hasta llegar su intimidad, haciendo que con cada caricia su excitación aumente, sin poder evitarlo mis pensamientos fueron hacia Korra, me imagine que era a ella a quién le hacía el amor, me encuentro en este trance durante varios minutos hasta que siento como Kuvira se retuerce y finalmente llega al orgasmo quedando completamente exhausta, me acuesto a su lado llevándome una mano a la cabeza, siento como suspira y coloca su cabeza sobre mi hombro mientras me rodea con su brazo sobre mi cuerpo -Puedo decir que esta noche te inspiraste o ¿acaso me extrañaste?- preguntó Kuvira a lo que solo logró esbozar una sonrisa nerviosa mientras pensaba
<<...Joder Korra, que me estás haciendo...>> 

Asami cerró sus ojos entregándose al cansancio y al recuerdo de la mujer de los ojos azules.