Para aquellos amores que nacieron predestinados, como aquel hilo rojo que une sus vidas, no importa cuánto se enrede o cuantas dificultades pasen, el vínculo que tienen nunca se romperá y tarde o temprano terminarán encontrándose.
Esta es un fanfic...
Ha pasado un mes y medio con muchos altibajos, pero hemos estado una al lado de la otra como siempre debió ser.
Después de pasar el año nuevo en casa de Lin y Kya retomamos el plan de mudanza, a los pocos días encontramos una casa a 15 minutos de la librería, si bien Su sigue al frente, ahora recibe ayuda de Korra quién renunció a su antiguo trabajo y ahora se encarga de administrar el lugar, por supuesto no ha dejado de escribir. Por mi parte me estoy adaptando a ser madre de tiempo completo, a veces es agotador, pero no lo cambiaría por nada.
Estoy tratando de aprovechar cada minuto que me ha sido arrebatado, a la vez de que trato de seguir adelante... aveces mis fantasmas siguen persiguiendome, por lo que decidí que era tiempo de enfrentarlos y contra la voluntad de Korra hice un corto viaje a casa de mi madre, necesitaba enfrentar parte de mi paso y cerrar ese capítulo.
Korra quiso acompañarme, pero no podía exponerla después de lo que me ocurrió y al contarle la verdad de mi accidente comprendió que la prioridad es y siempre será proteger a Haru.
Despues del día de reyes, tomé un avión y tan solo unas horas después me encontraba al frente de la entrada de la casa con solo una maleta de mano, mi corazón empezó a latir con fuerza y comencé a dudar si hacía lo correcto, Izumi colocó una mano en mi hombro con una media sonrisa dijo -Puedes hacerlo- Solo asentí en respuesta mientras tomaba una bocanada de aire.
Por insistencia de Korra, Izumi me acompañó no quería que estuviera sola y en el fondo se lo agradezco, tuvimos tiempo de hablar y finalmente pudimos hacer las paces, ella era como una hermana para mí, por lo que su apoyo en todo esto fue fundamental.
Finalmente me armé de valor para entrar y tan sólo ver a mi madre sentada en el jardín tomando el té como si nada estuviese pasando, hizo que la ira se instalará en mí, todo el dolor que había estado reprimiendo brotó, mejor dicho explotó y se llevó la peor parte. Debo admitir que no estoy orgullosa de eso, ...se suponía que sería civilizada, pero no pude contenerme...
-¡¿Cómo te atreviste a mentirme así?!- -¿De qué hablas Asami?- preguntó Yasuko sorprendida por su comportamiento, Asami apretó los puños y siguió arremetiendo con sus palabras -¡No te hagas la tonta, todos estos años te creí, confíe en ti eres mi madre y solamente me utilizaste! ¡¿Por qué?!- Yasuko estaba confundida y miró en dirección a Izumi en busca de respuestas, quién estaba a unos metros más atrás dándoles privacidad, hasta que Asami pronunció con un hilo de voz -¿Por qué me separaste de Korra?- Solo escuchar su nombre hizo que a Yasuko se le erizará la piel -¡Era lo correcto! Te apartó de nuestro lado, no supimos nada de ti y meses después nos enteramos que casi mueres, ¡Si quieres culpar a alguien, culpala a ella, nunca fue buena para ti!- -¡¿Buena?! ¡Ha sido lo mejor que me ha pasado, yo fuí la que decidí apartarme de ustedes no ella, estoy harta de tener que fingir o hacer lo que a los demás les parece mejor, quizás a ti te guste esa vida de apariencias, pero a mí no y si quieres saber quién es el responsable de mi accidente, es el hombre que alguna vez llamé padre!-
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