Para aquellos amores que nacieron predestinados, como aquel hilo rojo que une sus vidas, no importa cuánto se enrede o cuantas dificultades pasen, el vínculo que tienen nunca se romperá y tarde o temprano terminarán encontrándose.
Esta es un fanfic...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Todas sus alarmas se dispararon y vieron cómo los policías corrían atrás del secuestrador, Asami llegó primero donde Yasuko -¿Estás bien?- preguntó Asami al ver que le sangraba la nariz -¡Haru mi niño!- gritaba de pánico, Korra llegó a su lado y abrazó a Yasuko mientras le decía a Asami -¡Yo me encargaré, ve y sálvalo!- Solo esto faltaba para que corriera como nunca lo había hecho en la dirección que iban los policías, a lo lejos pudo notar como éstos se habían detenido y apuntaban con su arma a aquél hombre, lo tenían acorralado contra una pared de los estacionamientos, lo que no entendía era por qué no se acercaban y terminaban con esto, pero no fue hasta que llegó que entendió lo que ocurría
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
-¡No te acerques o lo mató- dijo el hombre con un cuchillo en el cuello de Haru -¡Mami!- -¡No, espera!- gritó Asami mientras sentía que su alma se separaba del cuerpo al ver esta escena -¡Ustedes bajen las armas!- ordenó el hombre, los policías se miraron con recelo y esta vez fue Asami quién intervinó -Háganlo- El hombre sonrió al ver que hacían lo que quería y lentamente se comenzó a distanciar hacia los estacionamientos, en un acto de desesperación Asami se acercó -¡¿Quieres que lo maté?!- le gritó -¡Por favor, no le hagas daño, déjalo ir!- -¿Eres Asami no? Lo siento, pero son órdenes de Amón- Solo escuchar su nombre era como si le dieran una patada al estómago, sabía lo que tenía que hacer finalmente Asami se arrodilló ante el agresor rindiéndose
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
-Por favor, tómame a mí de rehén y deja a mi hijo- -¿Estarías dispuesta a dar tu vida por él?- -Por supuesto- respondió sin vacilar -...Interesante...- mencionó el hombre apuntando con el cuchillo al cielo como si estuviese a punto de rendirse, y con una sonrisa dijo -Lo lamentó no hay trato- Asami abrió los ojos de par en par, mientras veía cómo con estas últimas palabras el hombre llevaba el cuchillo con velocidad directo hacia el pecho de Haru, Asami estaba demasiado lejos sabía que no iba a llegar a tiempo -¡Haru!- gritó Asami con todas sus fuerzas y gotas de sangre tiñeron el asfalto.