Día de la boda de Lady Eleanor Ashley-Cooper y Lord Antoine Hervey
Shaftesbury House
Eleanor se encontraba bastante nerviosa, no había podido dormir en toda la noche, pensando en la boda, no podía creer que este día había llegado, siendo sincera, no estaba segura de que algún día iba a llegar a casarse, es decir, ella tenía grandes esperanzas de que iba a lograrlo, a pesar de que las posibilidades estaban muy en su contra, pero en este momento cuando todo era tan tangible es cuando apenas se dio cuenta de que lo que había sido un sueño, una ilusión, ahora era una realidad, su realidad. Lo que sin duda, jamás se hubiera esperado, era que el hombre que la estaría esperando en el altar, aquel con el que compartiría el resto de su vida, fuese el marqués de Bristol.
Y aunque se negara a admitirlo frente al resto de personas, Eleanor estaba empezando a dudar respecto a que el casarse con el marqués fuera algo malo, la idea... ya no le parecía tan desagradable y al recordar la suavidad y experticia de los labios del marqués... La idea le llegó a parecer, como discribirlo... ¿placentera?. Eleanor abrió los ojos impactada por sus propios pensamientos y se castigó a sí misma por pensar tonterías dándose un pequeño golpecito en la cabeza, por suerte, en ese momento Della se había girado para buscar las joyas que iba a lucir la futura marquesa, y no se percató de la locura en la que Eleanor sentía que había caído.
Cuando Della terminó de vestirla, Eleanor le agradeció y se miró unos segundos al espejo, no pudo evitar sonreír, el sueño que había tenido de niña, se estaba cumpliendo, de una manera un tanto diferente, pero la niña interna de Eleanor dejó de ser exigente, en cuanto se dio cuenta de que dejaría de lado el destino que le había conseguido su sangre.
Eleanor estaba a punto de salir de la habitación para reunirse con sus hermanos y Edna en la estancia cuando Della se acercó a ella.
-Milady, antes de que baje, Lord Ashley, me dijo que le informara que Clare la está esperando en la salita celeste para tratar unos temas importantes con usted... es una información que necesita saber antes de la noche de bodas
Eleanor frunció unos segundos el ceño, tratando de analizar cuál sería la información que Clare debía darle, al instante se percató y no pudo evitar que una risita saliera de sus labios.
-¡Oh! es eso... No te preocupes Della, dile a Clare que puede dirigirse a sus tareas, en realidad, me parece que sé todo lo que necesito saber a ese respecto, es mejor que nos evitemos el bochorno -dijo tapándose la boca para evitar soltar otra risita.
-Pero milady -dijo Della abriendo los ojos sorprendida- usted... ¿cómo?
-Para que preocuparse por el cómo -dijo Eleanor encogiéndose de hombros, como si fuera una cosa sin importancia.
Della, que a veces se comportaba como una hermana mayor, la miró de manera reprobatoria, forzando a Eleanor a darle una explicación.
-Está bien, está bien, sabes que debido a mi cargo he estado en contacto con bibliotecas destinadas únicamente a hombres y bueno sin querer le he echado ojo a algunas cosas pertubadoras, además he leído unas novelas bastante escandalosas -dijo Eleanor frotándose la barbilla pensativa.
Della nuevamente la miró con reprobación, haciendo que Eleanor mostrara las palmas en son de paz y se riera un poco.
-Lo siento Della -dijo Eleanor riéndose- sabes que la curiosidad siempre me gana, y con las reseñas que daban las chicas sobre las novelas escandalosas... No pude evitarlo. Pero no le digas nada a Ben ¿eh? No quiero que me arme una regañiza antes de la boda.
Solo entonces, Della le sonrió, sabía de la inmensa curiosidad de Eleanor.
-Está bien, milady.
Westminster Abbey
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El marqués
Roman d'amourLa familia de los Ashley-Cooper ha albergado un rasgo por generaciones, un rasgo que hace a las mujeres extremadamente fuertes, con una inteligencia táctica casi inigualable y con facilidad de memoria para los movimientos de combate. Lo llaman el ra...