Capítulo 9

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Es el lugar más hermoso que haya visto jamás.

Cientos, no, miles de libros en inmensas repisas. Miles de historias, cuentos, leyendas, hechizos, encantos y maldiciones; en un solo espacio. Los pocos niños que hay, están sentados en las mesas, callados estudiando debido a una intimidante bibliotecaria. Y la sección prohibida es tan atrayente y mística que me hace querer correr a ella.

-Chico del bote.

Sus ojos no se despegaron del libro que leía. No era uno de la biblioteca, ya lo tenía con él después de haber regresado brevemente a la sala común terminada la clase de vuelo.

-Escucha, es muy interesante -giré el libro que tenía en las manos -. Emeric, no Elmerico, el Malvado, fue un mago tenebroso que aterrorizó al sur de Inglaterra a principios de la Edad Media, y, según lo que dijo mi papá, fue el amo de la varita de sauco. Suena a que era increíble, lastimosamente, terminó "masacrado" en un feroz duelo contra Egbert el Ilustre.

Leer el libro era mucho más interesante y entendible que la clase del profesor Binns.

-¿Qué te parece?

-"Quizás el hombre que elige el mal es en cierto modo mejor que aquel a quien se le impone el bien." -susurró.

-Anthony Burgess.

Incliné la cabeza confundida. Su mirada se disparó hacia arriba, cerrando el libro de golpe.

-Me sorprendes, chico del bote. ¿Citas a un escritor muggle?

Tomó mi brazo, apretándolo con mínima fuerza. Acercó su rostro, susurrando aún más bajo de lo que se haría normalmente en la biblioteca.

-No pienses algo equivocado. Creo que son seres inferiores y despreciables que deberían subyugarse a nosotros -tomó el libro y lo levantó, poniendo la carátula a la vista -, pese a ello, he de admitir que lo que escriben es interesante.

Las comisuras de mi boca empezaron a elevarse, de forma contraria a su ceño fruncido.

-Tranquilo, chico del bote. -mi mano libre se posó en mi pecho con complicidad -Te entiendo.

Soltó con recelo mi brazo. Empecé a contarle de algunos libros muggles que leí y su cuerpo soltó toda la tensión.

-Algunos escritos americanos son muy buenos. Créeme, chico del...

-Puedes dejar de decirme así -no fue un reclamo, si no un pedido amistoso -. ¿Qué te parece decirme Nott?

Negué de manera infantil.

-Prefiero chico del bote.

Suspiró, algo que era un hábito cuando estaba conmigo.

-Theodore.

-Chico del bote.

-Theo.

Sopesé las posibilidades. Nott, bote, Theodore, bote, Theo, bo-

-¡Thete! Es perfecto, ahora eres Thete.

-Oh, por Salazar -Palmeó su frente -. Supongo que es mejor.

Estuvimos un momento más antes de retirarnos en dirección al comedor. Después de no comer por la ansiedad de vuelo, tengo mucha hambre.

-¡Ey, Idy-Ethelwold!

Nos topamos con los gemelos Weasley en la entrada al comedor.

-Al parecer a Charlie no le importa que nos hayas mentido.

-De forma vil.

-Sí, y cruel.

-Te envió una carta, la tiene Percy -señaló la mesa de Gryffindor -. Nos vamos, tenemos que ir con Lee Jordan.

Reencarné En La Piedra FilosofalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora