Reencarné En La Piedra Filosofal

Capítulo 14

-Espero que la próxima vez que te vea aquí -dijo Pomfrey con tono de regaño mientras me empujaba a la salida -, sea para una visita y no porque estés herida.

Le sonreí apenada, apreciaba su preocupación por mí.

-Trataré de que sea así.

Volví a mi habitación, tomé a Hades en brazos y lo llevé a la sala común, sentándome en un sillón junto a Theo y al ventanal que daba al lago.

No habían muchas personas, el gato disfrutaba eso. Trató de saltar de mi regazo, lo tomé con fuerza y lo puse a ver el agua. Se acercaba mucho cuando una criatura pasaba, al empujarlo un poco, comenzaba a maullar creyendo que caería dentro. Reí, provocando que saltará contra mí, soltando un chillido porque enterraba sus garras justo donde estaban las heridas recién tratadas.

Una sombra tapó la luz naranja que daba la chimenea.

-Te diría que hicieras que tu bestia se comporte -dijo Malfoy con arrogancia-, pero primero debes aprender a hacerlo tú.

Se alejó, sentándose con sus gorilas que bromeaban sobre alguna cosa en una de las mesas.

Sentí como el chico a mi lado se llenaba de dudas, yo solo le di un encogimiento de hombros, fingiendo no entender porqué estaba así.

En la semana Malfoy ha estado con una sonrisa que tenía aire burlón al encontrarse con el trío dorado. Se regocijaba en tener un secreto con el que fácilmente podría acabarlos. El problema era su actitud conmigo, estaba siempre tratando de burlarse, haciendo comentarios groseros y molestos.

Esa actitud la esperaba después del regalo que le di, en cambio me ignoró. Ahora, estaba siendo así solo porque me culpaba de que lo hubieran visto.

No tuvo problemas por estar espiando, nunca trató de disimular con ellos lo que sabía. Y con todo eso, de igual forma, se molestó por no haberle avisado, provocando que corriera para llegar al castillo antes de que el guardabosques lo atrapara.

-Dramático -susurre jugando con las patitas peludas de Hades.

. . .

Mini-adicta:

Cuando me hablaste de que viste el huevo de un dragón y el nacimiento de un ridgeback noruego, creí que lo leíste en un libro.

Me hubiera gustado que me contarás del problema en el que estaban metidos y evitar la sorpresa al leer la carta pidiendo ayuda de mi hermano. Es una situación peligrosa mantener el secreto de un dragón ilegal y no quiero imaginar la reacción de mi madre si llegara a enterarse.

Me pregunto, ¿cómo te enteraste de la criatura?

No tienes la mejor relación con Ron en este momento, así que dudo que te contara de esto y mucho menos llevarte a verlo. Dime, ¿los espiaste?

Voy a dejar la burla por un lado.

Tengo que avisarte algo importante; unos amigos llegarán a recoger al ridgeback noruego en la torre más alta, la media noche del sábado. Espero que también vayas. Le envié a uno de ellos algo hace un tiempo. Un regalo para ti. Le pedí que te lo entregará de una vez ahora que irá a Hogwarts.

Espero que te guste.

Con cariño, Charlie Weasley.

Estaba en un predicamento.

Las últimas veces que salí fuera de horario fue increíble que no me hubieran atrapado. Si vuelvo a salir, no creo tener tanta suerte, esta vez me descubrirán.