Mil y una Vez Más

"Quitaré su olor"

—... estaré bien, Malfoy.

—Bien. Llámame.

—Me apareceré directamente en la habitación, no tienes que esperarme despierto.

Su alfa soltó un gruñido— Aún podría acompañarte al evento. No tardaré en arreglarme.

Harry apretó los labios para evitar sonreír- No quiero salir en la portada del Profeta con algún nuevo chisme; la última vez me descubrieron dos hijos y a ti una amante.

El hombre al otro lado de la red flú entendió la indirecta— De acuerdo, Potter. No iré a causar disturbios en tu trabajo. Pfff, cualquiera se sentiría orgulloso de tener a un consejero del ministro francés por pareja.

—Sip. Soy el peor de los omegas —soltó una risa. Escuchó unos toques en la puerta de su despacho, era momento de salir, saludar y dar el show— Diré el discurso de bienvenida, saludaré un par de horas y volveré antes de medianoche. Chao, alfa.

Draco suspiró sabiendo que no tenía otra opción— Estaré despierto, omega.

Cortaron comunicación y ambos se enfrascaron en sus propias actividades.

El rubio alfa se tomó su té con azúcar en la comodidad de su oficina en casa mientras leía y tomaba notas los reportes del uso incorrecto de magia. Aquella semana el trabajo estuvo tranquilo, lo cual fue estupendo para consentir a su omega que estaba tan cercano al celo.

Suspiró y llenó una nueva taza. Estaba listo para hacer su familia, treinta y seis años, un trabajo, relación y vida estable, Harry y él estaban preparados para iniciar los intentos por tener un par de cachorros.

Su pecho se llenaba de mucha ilusión al pensar en su omega quejoso con la barriga hinchada y más brillante que nunca.

Dada la importancia de sus trabajos, ambos tuvieron que llegar a un acuerdo sobre en qué país residir; Harry era el Jefe de la oficina de aurores en Londres, y él, Draco necesitaba estar lo más cerca posible de París. Siendo el más próximo al ministro, tramitó el único permiso otorgado para un extranjero para entrar y salir del país sin necesidad de reportarse. ¿Quién podría ser mejor candidato que el propio niño-que-vivió-y-venció? Nadie pudo oponerse ante la petición de Draco.

Harry esta muy enamorado de Draco, pero eso no le hacía un idiota dependiente.

Él desde siempre rompió todo molde que se le imponía. Inició siendo uno de los primeros omegas reconocidos en ser héroes. Está muy seguro que entre la historia universal de los héroes debe de haber muchos nombres de alfas que toman el lugar que algún omega perdió solo por su condición. Peleó contra el mago alfa más aterrador de todos los tiempos y salvó a mucha gente.

Continuó con su tenacidad por cumplir su sueño de ser un auror. Ahí dentro del escuadrón se encontró que sólo un quince porciento de aurores eran omegas. Insatisfecho con eso, trabajó aún más para presentar su currículo y aspirar a ser Jefe del departamento. Le costó muchos años, un par de humillaciones (de las cuales se defendió, obviamente), conseguir contactos, hablar con cientos de personas y pasar por muchísimas pruebas para lograr entrar en la lista final. Fue increíble cómo venció limpiamente al resto de aspirantes.

Y finalmente, ser el omega de un hombre tan privado, -aparentemente- tradicional, inalcanzable y casi su definición de antónimo. Draco Malfoy es su alfa desde hace cinco años y toda la prensa seguía estallando cada que salían en público; ¿tan imposible es pensar que el valiente Potter tiene al codiciado alfa Malfoy colgando de su meñique? Nah.

Se conocieron en Suiza, recibiendo una conferencia sobre nuevas reformas en la manera en que se trabaja en el Wizengamot, cuando en el saloncillo de descanso, Harry se acercó a saludarlo como si se conociesen de toda la vida. Draco mantuvo la postura al notar que se trataba de una importante persona, pero las brillantes sonrisas y olor a pino le hicieron relajarse, bajar la guardia.