Mil y una Vez Más

"Rápido y seco"

Las puertas del ascensor se abrieron y Harry salió con una brillante sonrisa. Camino por la desolada sala de cubículos hasta llegar a la puerta principal.

En la placa se leía "Director Draco Malfoy", Harry prefería llamarlo Mandamás del oro, apodo sacado de una -única- novela mágica que leyó.

-Buenos días, señor Potter.

-Casi Malfoy -contestó divertido.

Mary, la secretaria de Draco, no sonrió pero nada podía quitarle el buen humor a Harry-. Buenos días, Mary. Pasaré con Draco.

-¿Quiere que lo anuncie?

Negó, y antes de entrar, se dio la vuelta- Toma tu descanso desde ahora y vuelve a las tres con dos platillos para nosotros, por favor.

No tenía jurisdicción en aquel lugar. Ser jefe de aurores no interesaba en el área de contaduría pero Mary supo bien que Draco no se enfadaría si se alejaba de su lugar de trabajo y le dejaba a solas con su prometido.

Se levantó de su asiento y extendió unos papeles- Esto le pondrá de buen humor.

Harry vio muchas cifras en color verde, gráficos con flechas constantes hacia arriba y muchas cuentas. Le encantaría decir que compartir vida con Draco le habrá enseñado algo sobre el manejo del dinero, pero estaría mintiendo, Harry no entendía una mierda.

Se encogió de hombros y aceptó el paquete. De cualquier forma, Harry tenía otros planes para ponerle de buen humor.

-Gracias, Mary. Feliz navidad.

-Feliz navidad, señor.

Esperó a que la mujer recogiera sus cosas y se marchara para entrar a la oficina.

-¿Qué sucede, Mary Lu?

-Nada, jefe.

Draco sonrió de inmediato cuando Harry habló con un timbre ligeramente agudo. Dejó de leer y alzó la vista.

-Hola, guapo.

Ladeó una sonrisa y se echó para atrás. Harry no lo hizo esperar y trotó al otro lado del escritorio para sentarse en su regazo. Le beso los labios con ligera, como una caricia de bienvenida.

-¿Qué haces aquí?

Harry se encogió de hombros y se recargó en su pecho mientras jugueteaban con los papeles entre sus manos.

-Te extrañé. No siempre es Navidad, ¿sabes?

-¿Navidad? -Draco miró confundido el calendario de su pared. No tenía nada marcado.

-Si. 25 de diciembre. Navidad.

-Oh. -frunció el ceño- Creí que estábamos celebrando Yule este año.

Harry tiró los papeles a un espacio libre en el escritorio y se acomodó para verlo, con las piernas colgando a cada lado de su regazo- Lo estamos. Pero también quiero darte un regalo por Navidad.

Draco comenzó a negar con el ceño fruncido- No te conseguí un regalo de Navidad, Hazz.

-Pero aquí lo tienes.

Y la mano traviesa de Harry acarició lentamente el abdomen de su prometido hasta su entrepierna.

-Oh.

Asintió y se levantó de su lugar- Quiero que me folles justo aquí, duro contra tu escritorio.

Draco tragó saliva mientras atrapa las caderas de Harry y lo atrae al frente. Su boca queda contra su estómago, se permite respirar profundamente contra su ligera camisa.