Mil y una Vez Más

"Nos merecemos una buena despedida"

A la mesa, Ron volvió con un par de tragos pero notando la intensa mirada de su mejor amigo, miró por encima de su hombro.

Draco Malfoy estaba con su propio grupito de amigos al otro lado de la pista, sin prestar atención a la mirada de muerte. Entregó los tragos- Parece que vas a asesinarlo.

El chico apenas y parpadeó. Desde que dejó de utilizar sus usuales gafas, se sentía expuesto sin el armazón cubriendo sus ojos. Se avergonzó un poquito.

Hermione suspiró con resignación mientras tomaba su copa -. Ya pasaron dos meses, Harry. Déjalo en paz.

Ron replicó- Es imposible en todos los sentidos.

-No estoy obsesionado.

-¡Claro que no! -dijo con sarcasmo- Es la fuerza de la costumbre.

-Eres un baboso.

Sin ofenderse el pelirrojo continuó- Tú eres el baboso. Todos los putos años en Hogwarts te escuché quejarte de Draco Malfoy, después, en sexto llegaste a tu más enorme época de descontrol. ¡Incluso te ayudé a buscarlo en el mapa para que lo siguieras! Estoy cansado de verte hacer esto una y otra vez. No hay una puta línea temporal en la que Malfoy no sea parte de tu día a día.

-Ron... -comenzó Hermione.

No le prestó atención, seguía hablando lo más que podía sobre la música- Cuando la guerra terminó convenciste a todo mundo qué él cambió. Y tuviste razón, Draco no era el mismo, pero nadie lo era. Luego, aguantamos la bomba de tu noviazgo, por Merlín, salimos en citas dobles y lo recibimos en la Madriguera -tomó una pausa para mirar a Draco, quien reía contento sobre el hombro de algún rubio-. Cuando creí que eso era todo lo más loco y desquiciado que podrías estar, me demuestras que tienes otro nivel de demencia. ¡Tú lo cortaste, Harry! Cortaste con Draco y ahora estás aquí, como un maniático viéndolo sin parpadear mientras él está disfrutando con sus amigos.

El silencio entre ellos fue pesado. La música tronaba en sus oídos y Harry se sintió acorralado, pero al ver el perfil atractivo de su ex, casi pudo revivir todas las veces que despertó a su lado y le decía lo bonito que es.

Harry había cometido un terrible error. Sonrió- Lo amo.

Ron gimió y se recargó en Hermione, quien sonrió apretadamente y se tomó hasta el fondo su copa.

Se quitó a Ron de encima- Iré por una ronda de tequila.

-Lo voy a recuperar. Tienes razón, amigo. Draco siempre ha sido parte de mi.

-... doble. Sin hielo.

-Haz lo que quieras, Harry. Cuando se trata de Draco, eres como charlar con una pared.

Harry apuró su cerveza sin quitar los ojos de Draco. Le dio un calor tremendo gracias a la ola de valentía.

Mostrando sus brazos marcados y tatuados, ya sin la cazadora encima, siguió al rubio hasta la barra. Antes, se topó de frente con Hermione, casi derramando los tres chupitos que traía.

La chica le pasó uno- Venga, tonto ya eres. Con un poco de tequila se te soltará más la lengua.

Él le besó sonoramente la mejilla aceptando el vasito, Draco ya estaba inclinado sobre el bar pidiendo no-sabe-qué-trago.

Sin siquiera fingir casualidad, Harry se recargó justo a su lado. Era simplemente directo que iba por él, estaban en una esquina apartada de todos.

Estaba tan guapo y sexy como solo Draco Malfoy puede ser. La elegancia propia de su personalidad nunca podría ser abandonada. Iba completamente vestido de negro, de pies a cabeza, resaltando maravillosamente su piel y cabello.